Piden mayor control y entrenamiento de agentes en la garita de San Ysidro y otros cruces
Un grupo de derechos humanos documentó docenas de quejas contra agentes fronterizos por abusos y maltratos verbales, hostigamiento sexual y trato rudo a viajeros, residentes y ciudadanos
Un grupo de derechos humanos que recogió testimonios de abusos a viajeros fronterizos durante el último año recomendó este miércoles mayor transparencia en las actividades de los agentes federales en los cruces entre Estados Unidos y México y el uso de cámaras en el cuerpo, como las que ahora llevan muchos policías.
“Los agentes de Protección Fronteriza (CBP) deben mejorar el trato que dan a las personas, especialmente cuando están en la llamada “revisión secundaria“, donde al parecer hay menos adherencia a los derechos civiles y humanos”, dijo Sofia Sotres, asesora del American Friend Service Committe (AFSC).
El reporte presentado por AFSC resume y documenta 51 casos de presunto maltrato por parte de agentes de CBP, principalmente en la garita de San Ysidro, entre California y Tijuana. Otros diez casos fueron documentados, pero no incluidos en el reporte, ya que fueron denuncias anónimas.
Hubo además 16 denuncias documentadas de migrantes que pidieron asilo, pero reportaron no haber logrado que los agentes tomaran en serio su solicitud.
De acuerdo al reporte, que relata anécdotas de algunos de los casos, el 94% de los casos reportados incluyó maltrato verbal de parte de los agentes y un 52% fue pasado a inspección secundaria sin una explicación clara.
Los gráficos en este artículo fueron tomados del deporte de AFSC, una organización cuáquera cuyo proyecto fronterizo ha defendido los derechos humanos de las poblaciones de la zona durante décadas.
En 27% de los casos reportó el uso de fuerza contra su persona, 28% que les retiraron documentos -como tarjetas verdes- y no les fueron devueltos y 23% reportó algún tipo de hostigamiento sexual en un encuentro contra agentes de CBP.
De los supuestos abusos reportados, 42% fueron a personas ciudadanas de los Estados Unidos y otros 9% a residentes permanentes. El otro 40% eran ciudadanos mexicanos buscando ingresar temporalmente a Estados Unidos.
En contexto, las denuncias reflejan un pequeñísimo porcentaje de los cruces diarios que se realizan por San Ysidro y el resto de la frontera con México. Cada día, un millón de personas cruza legalmente en las dos direcciones.
“No me importa que tenga Sentri”
La actitud agresiva reportada por algunos viajeros al parecer no solo alcanzó a visitantes sino a muchos ciudadanos estadounidenses.
“La señora Mejía, una ciudadana, le dijo al agente que ella y su esposo tenían Sentri y este les contestó que “muchos viajeros con Sentri traen contrabando”, agregando que “no me importa el Sentri, fue creado por los políticos y no tiene importancia para mí”, dijo el agente, según el reporte de los viajeros.
Los agentes de CBP tienen la autoridad de enviar al viajero a “inspección secundaria” y esto ocurrió en forma aparentemente arbitraria en muchos de los casos denunciados. Durante este tipo de inspección, se pueden dar casos de revisión física invasiva e incluso detención temporal.
“Los agentes enviaron al señor Flores a la oficina de inspección, donde le pidieron que se sacara los zapatos, chaqueta y se desabotonara el pantalón y el agente procedió a realizar un cateo al cuerpo, tocándole brazos, espalda, nalgas, genitales y apretando sus testículos en forma lasciva. “Sáquese lo que tiene en los huevos”, le dijo el agente.
En algunos casos, los agentes retuvieron los documentos, tarjetas verdes o visas de los viajeros sin razón aparente.
El reporte entra en detalles sobre el caso de una residente permanente detenida cuando regresaba de Tijuana de visitar a su mamá enferma y que después de ser llevada a detención secundaria, cateada y esposada, no le devolvieron la “green card” porque los agentes alegaron que no la encontraban.
“La señora R pide la devolución de su tarjeta verde y una investigación, ya que acusa a los agentes de actitud poco profesional y actitud agresiva. La obligaron a arrodillarse para llevarle a cabo una búsqueda de cavidad corporal. No le devolvieron su tarjeta de residencia y la dejaron sintiéndose humillada”, señala el reporte.
Las organizaciones locales han documentado más abusos cada año, aunque la diferencia de 2016 se debe a una campaña especial destinada a lograr mayor participación ciudadana en denuncias, dijeron.
La Agencia de Control Fronterizo CBP tiene un proceso de quejas que puede iniciarse aquí.