Doctor puertorriqueño: “Utilizo la medicina como vehículo de justicia social”

El galeno José Cortés insta a los jóvenes a prepararse para abrirse un mejor camino y poder ser influyentes

El doctor José Cortés es director asociado del Programa de Residencia del Departamento de Medicina del Mount Sinai Beth Israel-Icahn School of  Medicine, en Manhattan.

El doctor José Cortés es director asociado del Programa de Residencia del Departamento de Medicina del Mount Sinai Beth Israel-Icahn School of Medicine, en Manhattan.  Crédito: Suministrada

Aunque nació en el campo, en el seno de una familia muy humilde, el puertorriqueño José Cortés es actualmente un reconocido doctor y docente en uno de los hospitales más grandes, antiguos y prestigiosos de Estados Unidos.

Siendo el menor de 11 hijos, Cortés estudió en escuelas públicas en su natal Utuado, un municipio de Puerto Rico ubicado en la región montañosa central de la isla conocida como La Cordillera Central.

Gracias a que sus padres le inculcaron desde pequeño la importancia de los estudios, él y otros 10 hemanos y hermanas pudieron graduarse en la universidad.

“Mi padre era mecánico y chofer y mi madre una costurera (…) Su mensaje diario era: ‘lo único que te podemos dejar es una educacion’”, recuerda el doctor Cortés, quien es director asociado del Programa de Residencia del Departamento de Medicina del Mount Sinai Beth Israel-Icahn School of Medicine, en Manhattan.

Y ese es, precisamente, el mismo mensaje que el médico boricua quiere hacerle llegar a los latinos más jóvenes.

“Que sigan empujando hacia adelante y que se preparen para abrirse camino y mejorar. Así pueden influenciar y mejorar la situación general comunidad latina en este país”, dijo el galeno, quien es especializado en medicina interna con una subespecialidad en enfermedades infecciosas.

Cortés obtuvo una licenciatura en ciencias, con especialización en microbiología, en la Kansas State Universy en 1984. Luego recibió su título como Doctor en Medicina en Puerto Rico, en la Escuela de Medicina de la Universidad Central del Caribe, en Bayamón en 1988.

A finales de la década de los 80 se vino a la ciudad de Nueva York e hizo un internado en medicina interna en el Cabrini Medical Center, en Manhattan. Allí , por más de una década fue jefe médico de residentes, director del del programa de residencia y obtuvo una beca en enfermedades infecciosas.

Precisame, su pasión por la microbiología y las enfermedades infecciosas fue lo que lo trajo a la Gran Manzana.

Nueva York es la meca de la medicina, particularmente en infectología porque aquí se trata con pandemias, epidemias y enfermedades que no solamente afectan a una comunidad local, sino a una comunidad más global. Aquí África viene a ti, tú no vas a África; Asia viene a ti, tú no vas a Asia”, dijo Cortés.

“Por eso es que me vine acá, porque uno aprende y se entrena mejor con la cantidad de pacientes que vienen de todo el mundo y que traen con ellos sus enfermedades y dolencias”, agregó el especialista quien puso como ejemplo los virus de Ébola, Zika, Dengue, Tuberculosis y VIH.

En cuanto a los desafíos que le ha tocado enfrentar como médico en una de las ciudades más grandes y pobladas del mundo, el doctor puertorriqueño asegura que cada paciente que atiende es un reto para él, porque no sólo vienen con un problema fisiológico, sino con problemas sociales.

“El practicar la medicina dentro de un contexto social es el mayor reto que existe, y yo utilizo la mediciana como vehiculo de justicia social”, aseguró.

En este contexto, el doctor, que aparte de su práctica médica es docente, dijo que se ha especializado en atender las necesidaes de salud de la comunidad LGBT (lesbiana, gay, bisexual y transgénero), no sólo en Nueva York sino a nivel nacional. También ha enfocado su trabajo en pacientes de comunidades minoritarias marginadas, como aquellos de origen latino, pesonas de bajos recursos y los que está infectados con VIH.

Actualmente, según informó, el 70% de su pacientes en el Mount Sinai Beth Israel son de origen hispano.

Diáspora boricua está mejor preparada

Al ser consultado sobre los boricuas que, como él, han decidido asentarse en la ciudad de Nueva York –sede del Desfile Nacional Puertorriqueño–, el doctor Cortés cree que, si bien algunos de sus compatriotas se han quedado “relegados históricamente” y no tienen los recursos para salir adelante, la mayoría de los nuevos inmigrantes que han dejado la isla por la mala situación política y económica, son personas jóvenes que están obteniendo mejores oportunidades y trabajos debido a que están preparadas académica y profesionalmente.

“El éxodo ahora está mejor preparado en términos de cómo afrontar su futuro en este país. Políticamente somos lo mimo, en cierta manera, porque somos ciudadanos de EEUU y por eso se nos hace un poco más fácil. Pero al mismo tiempo somos foráneos y diferentes. Tenemos que acostumbrarnos al multiculturalismo y la internacionalidad de esta ciudad y eso cuesta trabajo”, dijo.

“Esto lo he visto en los últimos cuatro y cinco años en los cuales la población que está saliendo de Puerto Rico es en su mayor parte de profesionales. Muchos de mis estudiantes y los residentes que yo entreno (en el hospital) son jóvenes graduados en escuelas puertorriqueñas”, explicó Cortés.

Por último el galeno confesó que lo que lo motivó a seguir una carrera en medicina fue una vecina de la familia que era una enfermera con mucho compromiso y dedicación. “Daba su tiempo a todo el mundo y no preguntaba, simplemente ayudaba. Me llamó mucho la atención el ver cómo es persona trabajadora de la salud podía de una manero u otra ayudar a otros en sus peores momentos”, recordó.

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