Tras descarrilamiento en el Subway piden soluciones a Cuomo y a la MTA
Un tren de la línea A se salió de las vías dejando 34 heridos y 800 pasajeros atrapados en los túneles del metro; se esperan más retrasos
Luego de más de una decena de incidentes ocurridos en los últimos meses en el servicio del Subway de Nueva York, este martes en la mañana un tren de la línea A se descarriló a la altura de la estación de la calle 125 de Manhattan, dejando como saldo un total de 34 personas heridas, 800 atrapadas entre los túneles y mucha alarma y preocupación.
El comisionado del Departamento de Bomberos, Daniel Nigro manifestó que aunque no hubo víctimas mortales y los heridos sufrieron daños menores, mayormente causados por haber inhalado humo, controlar la situación le tomó a las autoridades y socorristas más de una hora.
El presidente de la MTA, Joe Lhota, aseguró que el descarrilamiento del tren se debió a que se activó un freno de emergencia que hizo que dos vagones se salieran de las vías y el tren se golpeara con un muro, y manifestó que de inmediato se ordenó una investigación para determinar a fondo lo que sucedió.
El funcionario dijo que esa agencia está comprometida en analizar lo ocurrido para garantizar que no se registren hechos similares y agregó que una de sus metas en el cargo, que asumió hace poco, será “devolver la confianza y la habilidad en la MTA” para transportar “de manera segura, eficaz y rápida” a millones de pasajeros.
Pero las palabras del jefe de la MTA no cayeron muy bien entre políticos, líderes y activistas que consideran que esa agencia no ha asumido con verdadera responsabilidad la severa problemática que tiene el servicio del Subway. El incidente de este martes, que generó además mucho humo en algunos vagones por basuras acumuladas en los rieles que se prendieron, es en opinión de muchos neoyorquinos la gota que rebosó la copa.
El presidente del comité de Transporte del Concejo Municipal, Ydanis Rodríguez, criticó la manera como la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) está manejando las cosas y de paso hizo un llamado a esa agencia para que por fin reconozca que está en crisis.
“Por años venimos pidiéndole a la MTA que agilice las fechas de trabajo de mantenimiento de esa línea y las señales que deben ser actualizadas y por eso le pedimos que se declare en estado de crisis porque es una corporación con un valor de un trillón de dólares y con un presupuesto de $30,000 millones y esto no puede estar pasando”, aseguró el líder político, quien apenas unos minutos antes de ocurrir el incidente había tomado el tren A para dirigirse desde la estación de Dyckman a la calle 59 en Manhattan.
Rodríguez pidió que el Concejo, el Alcalde, el Gobernador y el Contralor se unan para exigir una auditoría a la MTA para saber por qué si tienen “suficientes recursos” no están haciendo su trabajo.
“Necesitamos ver como se está invirtiendo cada centavo para asegurarnos que se está invirtiendo correctamente en la modernización, actualización y mejoramiento de las señales”, dijo el concejal. “No es solo el tren 7 que quedó fuera de circulación, o un tren en Brooklyn o este en Manhattan. Aquí estamos hablando de todo un sistema que está fallando y no por falta de recursos económicos sino por falta de liderazgo y modernización. El metro debe definirse por eficiencia y seguridad, algo que no tenemos hoy día”.
Austin Finan, vocero de la Administración De Blasio, aseguró que luego de lo sucedido con el tren A, el Alcalde sostuvo una conversación con el presidente de la MTA y movilizó personal a la zona del incidente. “Seguiremos monitoreando la situación mientras la investigación continúa”, manifestó el funcionario, quien a su vez destacó que apoya la auditoría exigida por el presidente del comité de Transporte del Concejo. “Hemos pedido una explicación más clara de cómo la MTA se gasta los dólares y hemos abogado para que la MTA invierta en medidas a corto y largo plazo para mejorar el servicio y la fiabilidad del sistema del metro”, agregó Finan.
John Raskin, director ejecutivo de la organización Riders Alliance, calificó el incidente como una experiencia aterradora, y criticó la actitud del gobernador Andrew Cuomo, quien tiene en sus manos el manejo de la MTA, no solo por no asumir la problemática de los trenes de manera más proactiva, sino por ni siquiera haberse pronunciado tras el descarrilamiento.
“Los pasajeros del metro están asustados y tienen una pregunta: ¿dónde está el gobernador Cuomo? A medida que el metro se desmorona por décadas de abandono, el gobernador Cuomo continúa señalando en lugar de presentar un plan creíble para arreglar la MTA”, aseguró Raskin, recordando que han pasado varios incidentes últimamente en los trenes más allá de los retrasos que tienen desesperados a los usuarios.
“Sin importar la causa inmediata del descarrilamiento de hoy, nada debe hacer que un tren se salga de los rieles. Primero un tren F atrapa a la gente en el subterráneo y luego un tren A se descarrila. Incidentes como este seguirán ocurriendo hasta que el gobernador Cuomo se encargue de un plan para arreglar un sistema de tránsito fallido”, concluyó el activista, quien le pidió a Cuomo que deje de dar excusas y actúe.
Y dándole fuerza a las críticas de los activistas, al cierre de esta edición el Gobernador mantuvo silencio en torno al incidente del tren A en sus redes sociales, y su oficina tampoco se refirió al tema.
Los usuarios del Subway, por su parte, no pararon de exigir a las autoridades de la MTA que resuelva los serios problemas del metro y de paso quienes dependen de las líneas A, B, C, D, E y F sufrieron serios retrasos en todo el sistema, que podrían extenderse hasta este miércoles y más.