Cura registra como hijos a cientos de menores víctimas de abusos sexuales
La Ciudad de Los Niños, en Salamanca, era el albergue de la intimidación y el secreto
Ciudad de México – La Secretaría de Gobierno de Guanajuato revisa los procesos que se siguieron para permitir al sacerdote Pedro Gutiérrez Farías registrar como hijos a cientos de menores que durante años sufrieron abusos en el albergue La Ciudad de Los Niños, en Salamanca.
En la sentencia emitida por la jueza federal Karla Macías, se pide al Gobierno del estado hacer la revisión de 134 registros de igual número de menores de edad adoptados por el presbítero. Sin embargo, en una investigación realizada por el diario Reforma, en el 2003, se exponía que eran 310 los “hijos” del sacerdote Gutiérrez.
Uno de los puntos que abordó la jueza en el caso del albergue la Ciudad de los Niños fue la pérdida de identidad de más de 100 menores.
En la sentencia se advierte que en muchos de los casos no se tenía el nombre de los padres, pero tampoco se hicieron las investigaciones necesarias previas a que el Registro Civil autorizara el registro como sus hijos al padre Gutiérrez Farías.
El cura fundador del albergue hizo el trámite legal registrando a los menores como el padre y a la monja Hortensia Jiménez Cruz como la madre.
Desde hace más de un año, se denunció de manera anónima que en el albergue habían abusos físicos y sexuales en contra de los menores, además de desvíos de los recursos. Sin embargo, fue hasta esta semana que el Sistema para el Desarrollo integral de la Familia (DIF) estatal, por instrucción del Gobierno de Miguel Márquez Márquez, tomó el control de La Ciudad de los Niños.
Según testimonios que se encuentran en el expediente, varios niños y niñas que presentaban huellas de maltrato, dijeron que los golpeaban con un palo y que la monja les había dicho que no lo dijeran a nadie porque les iban a cerrar la casa y no iban a tener a dónde ir, pues algunos menores fueron abandonados, y otros llegaron ahí por falta de recursos de los familiares.
La juzgadora establece que han existido omisiones de las autoridades que han propiciado los posibles abusos.
También, en su resolución, pide indagar al Ministerio Público si los apoyos recibidos por la organización a lo largo de los años, tantos de gobiernos como de particulares, han sido utilizados en la mejora de los centros o si hay desvío de fondos.
Joaquín Aguilar Méndez, director de la Red de Sobrevivientes de Abuso de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) México y víctima de abuso sexual del exsacerdote Nicolás Aguilar Rivera, indicó a SinEmbargo en febrero de 2016 que en México se atienden 200 casos de pederastia, de los cuales 80 por ciento son niños.
De acuerdo con registros oficiales, en México hay 16 sacerdotes acusados de pederastia. El caso más reciente es el de Eduardo Córdoba, acusado de abusar de más de 100 niños en San Luis Potosí, y buscado en 190 países por la Interpol.
También en febrero del año pasado, el exsacerdote Alberto Athié dijo a este sitio que México tiene a los pederastas más crueles e importantes de la Iglesia. Todos impunes y libres, “gracias a un mecanismo protector, diseñado desde la Santa Sede, que les permite encontrar en el clero, el lugar perfecto para violar niños”.
Alberto Athié lleva 20 años en lucha contra el silencio de la Iglesia Católica mexicana ante los crímenes de pederastia clerical. En 2003, renunció al sacerdocio por lo que consideró protección del Cardenal Norberto Rivera Carrera y de diferentes papas hacia el sacerdote mexicano Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, uno de los casos más conocidos de abuso sexual contra menores a nivel incluso internacional.
Recientemente interpuso una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra el Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera Carrera, por presunto encubrimiento de al menos 15 sacerdotes pederastas.
En una entrevista concedida esta semana a SinEmbargo, Athié se preguntó: “¿Qué pasa en México? En México nunca se ha tocado, en toda la historia que yo conozca, a un Obispo o Arzobispo y menos a un Cardenal por acusaciones en su contra por la posible comisión de delitos. Nunca”. Una interrogante la que él también tiene una posible respuesta: la Iglesia católica ha sido “un aliado histórico del PRI”.
(Por Carmen Pizano /Zona Franca)