Trump llega a Texas tras paso de Harvey y aprovecha para hacer política
Harvey sigue su paso ante la preocupación de las autoridades
El presidente Donald Trump tocó suelo en Texas este martes y no tardó mucho para que dijera que su respuesta a la monumental tragedia ha sido rápida y exitosa.
Como si estuviera en plena campaña y no en medio de una devastadora tragedia el presidente alardeó de su pronta respuesta a la tormenta Harvey, un fenómeno que ha alcanzado “proporciones épicas” con devastadores inundaciones causando de paso la muerte de una decena de víctimas y dejando a miles de personas evacuadas.
Con su visita a Texas, el mandatario reivindicó su capacidad de mando al frente de la Casa Blanca y quiso demostrar que el pueblo texano tiene todo el apoyo del Gobierno.
Para mostrar su solidaridad, Trump llegó a subirse a la parte de atrás de un camión, donde agarró un micrófono y dijo a la multitud: “Los queremos, son especiales, estamos aquí para cuidarlos, todo está yendo bien y quiero darles las gracias “.
“Es histórico, es épico, pero les digo que esto que ha pasado en Texas y Texas puede superar cualquier cosa”, añadió Trump, quien agitó ante sus seguidores una bandera del estado.
Trump hizo su particular intervención en una de las zonas más dañadas por el huracán: Corpus Christi, una ciudad de 320,000 habitantes que lucha por recuperarse del impacto que sufrió el viernes cuando el ojo del huracán Harvey tocó tierra a pocos kilómetros con fuertes lluvias y vientos de 215 kilómetros por hora.
Antes de su intervención pública, Trump mantuvo una reunión con el gobernador texano, el republicano Greg Abbott, para hablar sobre cómo el Gobierno federal y el estado de Texas deben de colaborar en los esfuerzos de reconstrucción tanto a corto como a largo plazo, pues Texas puede tardar años en recuperarse por completo.
El propio gobernador Abbott ha ordenado el despliegue de los 12,000 efectivos de la guardia nacional del estado, una fuerza militar de reserva que suele movilizarse en catástrofes naturales.
“La proporción ha sido épica. Nunca nadie ha visto algo como esto y sólo quiero decir que ha sido un honor para nosotros trabajar con el gobernador y con todo su equipo”, señaló Trump.
En la reunión también estuvieron presentes los dos senadores por Texas, Ted Cruz y John Cornyn, y el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Brock Long, a quien Trump dirigió varias palabras de reconocimiento por su labor para coordinar la respuesta a Harvey.
“Usted ha estado simplemente excepcional. Y puedo decirle que mis compañeros me están diciendo lo bien que sus agentes han trabajado de manera conjunta. Este es un verdadero equipo”, dijo Trump.
FEMA, la agencia que encabeza Long, ya ha enviado a la zona afectada dos millones de litros de agua potable y dos millones de comidas preparadas, mientras que la Cruz Roja ha abierto 34 albergues para dar refugio a 17.000 personas.
Por el momento, las autoridades locales han confirmado en toda Texas la muerte de una decena de personas, siete de ellas en el área de Houston, una de las zonas más pobladas de EEUU con 6,5 millones de personas y donde las lluvias han provocado “catastróficas inundaciones”.
La última víctima confirmada de las inundaciones de Harvey es un policía de Houston, de 60 años, que se quedó atrapado en su vehículo en la madrugada del lunes cuanto trataba de llegar al trabajo.
El agua cae con tal fuerza que los embalses de Barker y Addicks, cercanos a Houston, se han desbordado.
En rueda de prensa, el jefe de policía de Houston explicó que, hasta ahora, 3.500 personas han sido rescatadas en la ciudad, aunque el desbordamiento de las presas podría incrementar esa cifra.
El huracán Harvey es el primer desastre natural al que se enfrenta Trump y, por eso, el mandatario está haciendo un esfuerzo para demostrar que puede controlar la situación.
Trump ya dijo durante el fin de semana que trata de evitar los errores que cometió en 2005 el presidente George W. Bush con el huracán Katrina.
Bush fue duramente criticado por la tardanza en la respuesta que dio a la devastación que dejó en Nueva Orleans (Luisiana) el Katrina.
Para evitar una situación similar, en el mismo momento en el que el huracán tocó Estados Unidos, Trump firmó una declaración de desastre para Texas, que le permite enviar asistencia federal para ayudar en las labores de reconstrucción.
Harvey fue el huracán más potente en llegar a Estados Unidos desde 2005 y a Texas desde 1961.
Ya transformado en tormenta tropical, Harvey batió hoy un récord histórico, pues la acumulación de las aguas ha alcanzado los 1,25 metros de altura, la cifra más alta desde 1978.