El Huracán Nadal está de vuelta

El número 1 del mundo barrió de la pista a Anderson para llevarse su tercer US Open y 16º torneo de Grand Slam

Nadal abraza la copa del US Open por tercera vez.

Nadal abraza la copa del US Open por tercera vez. Crédito: Darren Carroll | USTA

QUEENS, NY – Se cumplieron los pronósticos. Jugaba el número 1 del mundo contra el 32. Un ganador de 15 Grand Slams -ahora ya 16- contra un tenista que sólo había jugado unos cuartos de final “grandes” antes de este torneo. 73 títulos de la ATP contra tres.

El sudafricano Kevin Anderson era el finalista de US Open con peor ranking desde que se comenzó a computar el escalafón en 1973. Y se notó. Rafael Nadal se lo comió: 6-3, 6-3 y 6-4 en dos horas y 27 minutos de una final a la que asistieron 25,755 espectadores en el Arthur Ashe, el estadio de tenis más grande del mundo.

“Han sido dos semanas muy especiales para mí. Personalmente es un año increíble después de los dos años anteriores con problemas de lesiones”, dijo Nadal antes de recoger el trofeo.

“Éste es el torneo que más energía me da del mundo, porque el públicos aquí es increíble”, añadió.

Durante todo el US Open, 691,143 personas pasaron por el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King de Flushing Meadows. Entre ellas, muchas celebridades como Bill Gates, Tiger Woods, Hillary Swank, John Turturro, Matt Dillon, Jerry Seinfeld o David Stern, todos presentes en la final de hoy.

Rafael Nadal celebra un punto durante la final ante Kevin Anderson.
Rafael Nadal celebra un punto durante la final ante Kevin Anderson.

Diferencia abismal

Nadal y Anderson nacieron con 13 días de diferencia en 1986 –ambos tienen 31 años- pero sus caminos han sido muy diferentes. A estas alturas de su carrera, el español ya juega por la historia, en esa pelea por ser el máximo ganador de Grand Slams que mantiene con Roger Federer.

Anderson nunca había ganado a Nadal en sus cuatro enfrentamientos anteriores. De hecho, sólo le había hecho un set. Hoy ni siquiera pudo disfrutar de una sola bola de break.

“Siento que te llevo viendo jugar toda la vida. Eres un gran embajador de nuestro deporte y un ídolo para mí. Enhorabuena”, le dijo el sudafricano a un Nadal que le acababa de pasar por encima.

El primer punto del partido anunció la pesadilla que viviría Anderson. Hizo un muy buen primer saque que habría sido suficiente para ganar el punto a casi cualquiera, pero Nadal fue capaz devolverlo in extremis. Anderson pegó entonces una derecha a la esquina, de ésas que suelen terminar en el casillero de los “winners”. Pero Nadal la volvió a devolver… y Anderson acabó fallando ante el muro español.

Anderson no jugó mal, pero Nadal fue un huracán.
Anderson no jugó mal, pero Nadal fue un huracán.

En los primeros juegos, Anderson salvó hasta cuatro bolas de break en contra, pero a la quinta Nadal logró romperle el saque. El sudafricano lograba aces en momentos importantes, pero le falló su volea en sus subidas a la red, muy poco efectivas. Nadal olió la sangre y se lanzó en busca del primer set con un segundo break.

La segunda manga fue calcada a la primera. Anderson logró mantener su saque en los inicios, pero fue incapaz de hacer daño al servicio de Nadal. En cuanto éste logró un break, se decidió el set.

El tercer parcial arrancó con un Anderson derrotado de antemano que ya en el primer juego no supo defender su servicio. El resto del set Nadal sólo necesitó mantener su servicio para cerrar la victoria.

Nadal tiene 16 "grandes". Federer, 19.
Nadal tiene 16 “grandes”. Federer, 19.

El año en que volvió el mejor Nadal

Hace menos de un año, muchos daban la carrera de Nadal prácticamente por terminada. El mallorquín estaba lesionado y llevaba casi tres años sin ganar un “grande”.

Pero en este 2017, tras unos meses de reposo que le permitieron recuperarse físicamente, volvió el mejor Nadal, el que no tiene rival en polvo de ladrillo (ganó el Abierto de Francia sin ceder un solo set) y el que aspira a todo en las otras superficies (perdió la final del Open de Australia con Federer en cinco sets).

Nadal ganó la tarde del domingo su tercer US Open en cuatro finales disputadas. También salió de Nueva York con el trofeo bajo el brazo en 2010 y 2013, cuando había ganado su último “grande” en pista rápida hasta ahora.

Nadal, que ha ganado 16 finales de Grand Slam y sólo ha perdido siete, lleva dominando el circuito junto a Federer, Novak Djokovic y Andy Murray desde hace más de 10 años. Los integrantes del “Big Four” han ganado 45 de los últimos 50 títulos de Grand Slam.

El último “grande” del Tío Toni

El hombre que ha entrenado a Rafael Nadal toda su vida, su tío Toni Nadal, se sentó por última vez en la pista para ver a su sobrino en un torneo de Grand Slam, ya que dejaré de entrenarle al final de 2017 para centrarse en la academia de tenis que tienen en Mallorca.

“Sin él no hubiera tenido esta carrera. Ha sido muy bueno tenerle a mi lado desde los tres años, apoyándome y empujándome siempre”, dijo Nadal sobre tu tío durante la ceremonia de entrega del trofeo.

“Es una de las personas más importantes en mi vida”, añadió.

Nadal se acordó además en ese momento de las víctimas del terremoto en México y de los que están sufriendo los huracanes.

“Es tiempo de luchar y volver”, les dijo.

Luchar y volver. De eso precisamente sabe mucho Rafael Nadal.

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