Homicidio-suicidio de pareja hispana deja asombrados a vecinos de Harlem
Conocidos del matrimonio afirman que no tenían antecedentes de violencia doméstica y los describen como “felices y amorosos”
Los vecinos del matrimonio dominicano Francisco Ferreiras, de 69 años, y su esposa Bernarda, de 53, intentan explicarse qué motivó el homicidio-suicidio de la pareja, descrita como “muy normal”, “feliz y amorosa”, y “absolutamente respetuosa”.
El hecho de sangre, ocurrido el domingo a las 9:15 p.m. en un edificio situado en la intersección de Frederick Douglass Blvd. y el oeste de la calle 141, en Harlem, fue catalogado por las autoridades como un homicidio-suicidio, luego que el esposo acuchillara varias veces a su mujer en el pecho y luego se lanzara del octavo piso.
La pareja vivió por al menos una década en ese lugar, y el suceso se encuentra envuelto en un velo de misterio, ya que en todos esos años, los vecinos no supieron de peleas o discusiones violentas, según contaron a El Diario.
Los amigos de la familia aseguran que Bernarda, una ayudante de salud en el hogar, estaba “muy emocionada” de viajar a Santo Domingo. Su vuelo estaba programado para la mañana de este lunes, reveló Marisa Carmona, quien vive en el mismo edificio hace más de 20 años.
“La mamá de ella estuvo viviendo temporalmente en su apartamento, porque le estaban reparando la casa allá en Santo Domingo. Ella nos dijo que ya habían terminado de remodelar la casa y que se iban el lunes para darle la sorpresa a la mamá”, expresó Marisa con profundo dolor. “No sabemos qué pudo pasar. Ellos eran una familia bien amorosa, bien tranquila. Nunca supimos de peleas, o que ella estuviera golpeada. Nada. Todo parecía muy normal”.
Según reportes, Bernarda quería establecerse de nuevo en República Dominicana, un plan que Francisco rechazaba, lo que habría provocado una discusión la noche del domingo; sin embargo, la Policía no ha confirmado esta versión.
“Él era un caballero, muy educado. Un buen padre, muy trabajador. Sus hijas muy bien educadas, una familia ejemplar (…) no tiene sentido lo que pasó. Nunca se vio aquí a la Policía por un reporte de violencia doméstica. Nada de escándalo, todo muy pacífico”, dijo Miguel, quien vive al lado del apartamento de la pareja. “Yo trabajé con Francisco por años en una tienda en Manhattan hasta que él se retiró. Nunca mostró nada inusual en su comportamiento, por eso todo esto es muy extraño”.
Los residentes dijeron que la pareja deja tres hijas, una de ellas es una adolescente de unos 16 años, y las otras dos están sus veintes.
“Yo vi y hablé con Francisco la tarde del domingo y todo parecía muy normal. No parecía ansioso o nervioso, por el contrario, parecía contento, incluso fue a comprar unos plátanos a la bodega”, comentó Luis Caraballo, el encargado del edificio.
Las autoridades continúa investigando el caso, pero hasta ahora no confirma si se trata de un incidente de violencia doméstica.