El Rapto: la teoría que ubica el fin del mundo este 23 de septiembre
Un choque de planetas, una mujer vestida de sol y mucho más
Le llaman la profecía de “El Arrebatamiento” o “El Rapto”. El argumento es que Jesucristo llegará y se llevará consigo a los fieles creyentes y el resto no se salvará del fin del mundo.
Sí, sabemos lo que estás pensado: “ya he escuchado eso varias veces”
Como si se tratara de una tendencia que viene y va, las especulaciones se popularizan y generan pánico entre usuarios de redes sociales. Desde hace meses, en en ciberespacio han circulado falsas alarmas sobre el “Apocalipsis” o “Fin del mundo”. La más reciente, la ubican este sábado, 23 de septiembre.
También llamada la Señal del Apocalipsis 12, los seguidores de esta idea sostienen que se producirá con la aparición “una mujer vestida con el sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza”. Los apuntan a las alineaciones entre las constelaciones de Virgo (la mujer) y Leo (las estrellas), el sol, la luna y los planetas Mercurio, Marte, Venus y Júpiter.
A estas ubicaciones, se suma la alineación del planeta llamado Nibiru o X que supuestamente impactará la Tierra. La NASA ha descartado la existencia de este planeta. “Si Nibiru fuera real y fuera un planeta con una masa sustancial, entonces ya estaría perturbando las órbitas de Marte y de la Tierra. Veríamos cambios en esas órbitas”, sostiene David Morrison, científico de la NASA en declaraciones a The Washington Post.
La Biblia también ha entrado a escena esta vez con la interpretación de uno de sus fragmentos: el capítulo 24 del Evangelio de San Mateo, en la que los discípulos le preguntan a Jesús cuándo será destruido el templo de Jerusalén y las señales de la segunda venida.
El padre Sam (Samuel Bonilla), de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Honduras, y conocido en redes por sus explicaciones sobre estos rumores que circulan en internet, exhortó a los usuarios a no dejarse llevar por falsas profecías.
“Jesús empieza haciendo dos advertencias: no se dejen engañar por los falsos profetas, y segundo, habrá señales naturales, pero esas no son el fin del mundo. Y después empieza a responder una por una las preguntas que los discípulos le han formulado”. Sobre la destrucción de Jerusalén, recordó que eso sucedió en el año 70, con el emperador romano Tito.