¿Cómo está la salud ambiental de la escuela de tus hijos?

La escuela es el segundo hogar de los niños y como tal debe ser un lugar seguro, equipado con programas académicos, deportivos y musicales que conlleven al buen desarrollo intelectual, físico y social de ellos.

Además, debe tener una buena salud ambiental. ¿Cómo evaluarla? El Dr. Fernando Stein, presidente de la Academia Americana de Pediatría (AAP), resalta los siguientes puntos principales a medir.

1. Comidas saludables

Los alimentos que comen los niños en las escuelas generalmente son importantes para su nutrición, ya que cuentan por entre el 35 al 40% de sus calorías diarias.

Es por ello que en los últimos años se ha emprendido todo un movimiento para servir comidas más saludables en las escuelas. De acuerdo con el Healthy, Hunger-Free Kids Act de 2010, muchas escuelas hoy sirven alimentos que contienen menos azúcar, lácteos bajos en grasa y más carne magra, frutas, verduras y granos enteros.

Así que se recomienda ver si la escuela ofrece este tipo de comidas así como ‘snacks’ y bebidas saludables. También es importante saber si los niños tienen siempre acceso a tomar agua en bebederos con una tubería y estructura saludable.

2. Recreo diario

“Este descanso diario ofrece la oportunidad de jugar sin estructura, algo fundamental para el desarrollo social, emocional, físico y cognitivo de un niño”, dice el Dr. Stein, primer latino en liderar la AAP.

Se recomienda que la escuela ofrezca un recreo diario con tiempo adecuado para que los niños puedan ser activos e interactuar con sus compañeritos, al igual que una clase de educación física.

3. Rutas seguras

Todo menor debería tener un viaje seguro para llegar a su escuela ya sea caminando, montado en bicicleta, en un autobús escolar o el automóvil de sus padres.

Es así que una escuela con un medioambiente saludable debe ofrecerse una ruta segura con guardias de cruce en calles principales.

Otro punto a evaluar es la seguridad de los autobuses. “Los papas deberían de unirse con sus distritos escolares para alentar que cada autobús escolar nuevo incluya cinturones de seguridad en los asientos”, denota el Dr. Stein.

4. Una hora razonable para el inicio de la jornada escolar

Recientes estudios han señalado que los niños,  especialmente los adolescentes, tienen un mejor  desempeño escolar cuando han dormido lo suficiente.

Ante ellos se está recomendando que las escuelas secundarias y preparatorias (middle y high school) empiecen su jornada escolar no más temprano de las 8:30 a.m., debido a que —de acuerdo con los ritmos biológicos del sueño en los adolescentes—, los círculos del sueño en ellos empieza a cambiar dos horas más tarde cuando inician la pubertad.

“Estudios muestran que los adolescentes que duermen lo suficiente corren menos riesgo de tener sobrepeso o sufrir de depresión”, dice el Dr. Stein. “Además, tienen menos probabilidades de involucrarse en un accidente vehicular, obtienen mejores calificaciones y resultados en exámenes y, generalmente, tienen una mejor calidad de vida”.

5. Una comunidad inmunizada

“Cuando la mayoría de los niños [de una escuela] están vacunados es menos probable que se contagien con enfermedades como el sarampión, la varicela y la tos ferina”, resalta el Dr. Stein. “Es así que una escuela puede lograr ser una ‘comunidad inmunizada’ si la mayoría de los niños están vacunados”.

Y para saber si la escuela donde están matriculados los hijos es una de ellas, los papás pueden comparar los índices de inmunización de su estado con los de otros estados del país con una infografía interactiva que se encuentra en el sitio cibernético de AAP. Otros sitios de web, como es el caso de School Digger, se usan para ver si las escuelas ubicadas dentro de las comunidades tienen una mayoría de niños vacunados.

6. Enfermera escolar

El tener o no una enfermera escolar es otro punto que señala el nivel de salud del medio ambiente de la  escuela donde estudian tus hijos.

“La enfermera escolar mantiene a los niños –y a la escuela– saludable”, apunta el Dr. Stein. “Y esto es importante ya que cada vez más niños padecen de ADHD [desorden hiperactivo y déficit de atención] y de enfermedades crónicas como alergias y asma”.

Fuera de ello, una enfermera escolar puede ayudar a manejar algunas enfermedades en la escuela y reducir el absentismo escolar causado por enfermedad.

“Se recomienda el mínimo de una enfermera o enfermero profesional a tiempo completo en cada escuela, con la vigilancia de un médico en cada distrito escolar”, detalla el presidente de la AAP.

7. Acoso e intimidación

En la actualidad, el acoso y la intimidación entre los niños es muy común en los salones de clase,  patios de recreo y autobuses escolares. Pero la escuela saludable tiene este problema bajo control.

Y para saber si la escuela donde están los hijos es una de ellas, el Dr. Stein recomienda que los padres se  aseguren que el plantel tenga “una póliza para prevenir o combatir el acoso y la intimidación (bullying)”, para ofrecer así un lugar sano para todos sus alumnos.