Mujer ayuda a vagabundo y, meses después, él le devuelve el favor
La vida puede cambiar de un momento a otro y no siempre estamos preparados para ello
Todo el mundo necesita ayuda de vez en cuando. Siempre hay algún contratiempo, ya sea un problema con el auto o necesitar dinero extra en un momento de necesidad.
Un hombre estaba pasando por un mal momento después de que su matrimonio se rompiera. De repente, se encontró viviendo en la calle.
El hombre se encontraba sentado con su perrro. Toda la gente que pasaba a su lado lo ignoraba, salvo una mujer que sintió que tenía que hacer algo para ayudar.
Según contó Shelby Lynn Henry Alexander a Lovewhatmatters, al ver al hombre se detuvo para hablar con él y, aunque normalmente solo da comida a los desamparados, ella le ofreció un poco de dinero.
El hombre portaba un letrero que decía que devolvería el favor en el futuro.
Meses después, cumplió su promesa.
Shelby trabaja como agente inmobiliario y, un día, recibió una llamada de un hombre que quería ver una de las casas.
Concertaron una cita en la propiedad y, tan pronto como lo vió, reconoció al perro primero y al hombre después.
Esta vez, sin embargo, el hombre llevaba una camisa con cuello, pantalones vaqueros recién almidonados, botas y tenía la cara bien afeitada.
El primer pensamiento que cruzó por su mente fue que le había estafado, al pretender que necesitaba dinero con esas ropas sucias, pero luego descubrió que ese no era el caso en absoluto.
De hecho, él también la reconoció a ella. Con la mano extendida para saludarla, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras le entregaba tres billetes envueltos en una arrugada tarjeta de presentación. La mujer se quedó sin palabras.
El hombre le explicó que su ex esposa había tomado todo lo que poseía, salvo su perro, y se había escapado con otro hombre. Por eso necesitó ayuda en ese momento.
El hombre, que parecía vagabundo, resultó ser un ingeniero que ahora tenía un gran trabajo nuevo, un perro feliz, un carro y una vida nueva.
Un amigo suyo estaba buscando casa y se acordó de la mujer que le ayudó en un momento de necesidad. Era el momento de devolverle el favor, como su letrero de cartón prometía meses antes.
Una increíble historia que nos muestra lo importante que es no juzgar a nadie porque nunca sabemos lo que está pasando en su vida.