La seguridad del país y el futuro de las Fuerzas Armadas sufrirán sin los reclutas inmigrantes

Entre muchos argumentos en apoyo al Dream Act está la acuciante necesidad de las fuerzas militares del país, que actualmente se ven obligadas a bajar sus estándares para contratar a soldados para sus filas.

Robert Gates sirvió como secretario de defensa de Estados Unidos bajo los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama y este jueves, en víspera del día de los veteranos, hizo una elegía al servicio de los soldados inmigrantes y pidió al Congreso de Estados Unidos que apruebe el “Dream Act”.

Gates escribió un elocuente artículo que se publicó en el periódico New York Times, en el que pidió al Congreso que dé a los jóvenes inmigrantes un “camino a la ciudadanía” y, al mismo tiempo, ayuden a las fuerzas armadas de este país a superar sus problemas actuales de reclutamiento.

“Todos esos inmigrantes indocumentados que tienen la voluntad de derramar su sangre para protegernos, se han ganado el derecho de llamarse a sí mismos “ciudadanos estadounidenses“, argumentó Gates en su artículo.

Gates no ha sido el único que en los últimos días ha argumentado que el Dream Act  para legalizar a los jóvenes con DACA y a otros jóvenes inmigrantes, es necesario para el futuro de la seguridad nacional y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

En momentos en que crece la presión política sobre el Congreso de Estados Unidos para lograr una solución que asegure el futuro de cientos de miles de jóvenes inmigrantes,  los partidarios de un “Dream Act” están elevando un nuevo argumento dedicado a capturar apoyo conservador.

Para poder aprobar una medida como esta en el actual Congreso, se precisa el apoyo de republicanos y mucha presión sobre el presidente Donald Trump.  Ni el liderazgo republicano ni el presidente parecen querer tomar el tema este año.

Pero esta misma semana, previo a la celebración del día de los veteranos, se publicaron dos estudios sobre el mismo tema. Las cifras y los expertos coinciden: las Fuerzas Armadas de Estados Unidos están sufriendo problemas serios de reclutamiento y los jóvenes inmigrantes pueden ser una de las respuestas más efectivas.

“Este país ha creado un sistema arbitrario y absurdo de leyes migratorias que ha impedido a cientos de miles de jóvenes obtener la residencia legal, algo que cada vez es más difícil”, dijo Margaret Stock, militar retirada y abogada de inmigración.

Stock explicó que las fuerzas armadas de Estados Unidos han tenido que bajar los estándares y reclutar a personas nacidas aquí  pero que han cometido delitos.

El National Immigration Forum dio a conocer un reporte a principios de esta semana en el que explicó la importancia que la población de jóvenes inmigrantes tiene para el futuro de las Fuerzas Armadas.

“De ahora en adelante, el único crecimiento en el grupo de personas entre 18 y 29 años del cual se puede reclutar viene de inmigrantes y de hijos de inmigrantes”, señala el reporte. “Ellos jugarán un papel extremadamente importante en la capacidad de mantener una fuerza militar de servicio voluntario”.

Todas las propuestas para legalizar a este grupo de inmigrantes que se han puesto sobre la mesa desde que el primer “Dream Act” se propuso en 2001, han fracasado en el Congreso, en gran medida por la negativa del partido republicano y también, de algunos demócratas.

Entretanto, cientos de miles de jóvenes inmigrantes sin residencia permanente, con DACA o indocumentados, están en la edad de reclutamiento, tienen la formación que las fuerzas armadas están buscando o hablan algún idioma, aparte del inglés, que puede ser de gran valor para el país.

Tal y como documentó otro reporte publicado esta semana por el grupo New American Economy, casi 28,000 dreamers hablan coreano y 9,000 hablan ruso, dos idiomas necesarios para la preparación estratégica de las fuerzas militares hoy en día.

Además, las Fuerzas Armadas ofrecen cientos de millones de dólares en bonos cada año para reclutar a personas con determinada formación universitaria incluyendo STEM (ciencias, matemática, ingeniería y tecnología) y también en áreas de la salud.

Al menos 42,000 jóvenes con DACA trabajan o tienen formación en salud y 27,000 están formados en una carrera STEM.

“Estamos perjudicando la seguridad nacional cuando negamos las posibilidades a estos dreamers”, dijo John Feinblatt presidente de NAE. “Los inmigrantes han beneficiado a nuestras fuerzas armadas desde la época de la revolución”.

Por su parte el ex secretario de defensa Robert Gates dijo que a pesar de no poder servir en las Fuerzas Armadas, unos 800 dreamers que recibieron DACA pudieron calificar para ello por medio de un programa que se creó bajo su tutela: MAVNI.  Otros 350 “DACA” están en espera y han firmado contratos con las fuerzas armadas.

El programa permite el reclutamiento de inmigrantes con estatus temporal -como DACA u otro tipo de visa- que tengan profesiones o hablen idiomas necesarios para las fuerzas armadas.

Pero el gobierno de Trump ha cancelado el programa MAVNI y ordenado mayor escrutinio y adicionales pruebas de seguridad para los extranjeros que están haciendo fila para servir, en decisiones destinadas a generar más desconfianza de los inmigrantes pero no necesariamente útiles para el país.

Erick Ruiz es uno de estos reclutas, que siempre soñó con ser soldado en el país que lo adoptó a los 9 años, cuando vino con su familia desde Brasil en 1997.

“Cuando llegué a secundaria me di cuenta que mis opciones eran limitadas por la falta de papeles”, dijo Erick. “DACA me dio esperanza y cuando supe del programa MAVNI fui al día siguiente a hablar con un reclutador. Hice todas las pruebas y entrevistas y eventualmente me dijeron que había una opción en servicio activo. No lo dudé y me inscribí”

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