3 recetas para degustar unos waffles de forma diferente
Están por todos lados, difícil abrir Instagram y no encontrar alguna foto con una propuesta de este platillo
Originarios de Bélgica, ya se consumían en el S13. Ya en ese entonces se cocinaban entre dos placas de metal (llamadas “wafer”) que les daba su forma tan peculiar. Si bien hoy todos los waffles tienen forma de “nido de abeja”, en ese entonces, dependiendo del propietario, podían tener el blasón de la familia.
Hay muchos tipos de waffles, pueden ser de ligeras y crujientes hasta más densas con azúcar caramelizado, y si bien por lo general se suelen consumir dulces, hoy por hoy cada vez más se encuentran las versiones saladas.
Les proponemos unas recetas de base para que puedan hacer sus propios waffles.
1) Waffle dulce
Un waffle de vainilla que se puede hacer de canela según el gusto de cada uno
2) Waffle salado
Una propuesta versátil de waffle salado, con base de queso pero ideal para variar sabores dependiendo lo que les quieran agregar.
3) Waffle apto para intolerancias alimenticias
Una propuesta de receta de waffle sin TACC, ni lactosa, ni azúcar. Ideal para que todos puedan disfrutar de algo rico.
¿Sabían que?:
Los waffles más famosos llevan los nombres de las ciudades belgas de donde provienen: son los waffles de Bruselas y los waffles de Liejas.
Existen por lo menos 7 placas para waffleras de distintas tramas, con aperturas más o menos grandes según el tipo de waffle que se quiera cocinar, y son intercambiables.
Salvo raras excepciones (como para el waffle de Bruselas), los belgas suelen comerlos solos, sin agregarles nada.
En todo el país se las puede comprar en los puestos en la calle, para disfrutarlas calentitas y seguir caminando.