Activistas del movimiento de los “Dreamers” dan ultimátum al Congreso para aprobar “Dream Act”

Los activistas montarán en el Capitolio una "Central por el Dream Act" para siguiente fase de movilización

WASHINGTON?Activistas del movimiento de los Dreamers dieron este viernes un ultimátum al Congreso para que apruebe el Dream Act para el próximo 22 de diciembre, y anunciaron el recrudecimiento de su movilización y actos de desobediencia civil frente al Capitolio.

Ambas cámaras del Congreso aprobaron anoche una medida temporal que evitó el cierre parcial del gobierno federal, previsto para pasada la medianoche de hoy, mientras los demócratas y republicanos continúan las negociaciones para una medida presupuestaria de largo plazo.

Así, el Congreso se ha dado un respiro de dos semanas, hasta el próximo 22 de diciembre, para una solución consensuada sobre diversos asuntos legislativos antes del receso navideño.

El presidente Donald Trump anunció el pasado 5 de septiembre la eliminación gradual del programa de acción diferida DACA de 2012, al que se ampararon unos 800,000 jóvenes indocumentados, y dio plazo al Congreso hasta el 5 de marzo de 2018 para encontrar una solución legislativa permanente.

Los principales líderes de ambas cámaras del Congreso, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, han insistido en que una medida para corregir el DACA  puede esperar hasta marzo y debe debatirse por sí sola, sin condicionarla a una ley de gastos.

Es la postura que anoche repitieron Trump y los legisladores republicanos durante una reunión en la Casa Blanca con el liderzago demócrata.

Pero, durante una conferencia telefónica, los activistas de grupos pro-inmigrantes insistieron hoy en que no hay tiempo que perder, que un Dream Act  sin ataduras tiene amplio respaldo bipartidista y apoyo en las encuestas, incluso entre republicanos, y debe ser incluido en una próxima ley de gastos del gobierno.

“Cuando (los republicanos) dicen que esto puede hacerse más tarde, eso significa que no hay voluntad política y que quieren deportar a los jóvenes inmigrantes…la pregunta para los miembros del Congreso es si deportarán a los jóvenes inmigrantes, o los protegerán de la deportación“, dijo Cristina Jiménez, directora ejecutiva y cofundadora de United We Dream.

Para Jiménez, cuyo hermano tiene DACAsi continúan su bloqueo del Dream Act, entonces “cimentarán su legado de deportaciones masivas”.

Por su parte, el director ejecutivo del “Fondo de Educación de America´s Voice”,  Frank Sharry, consideró “ridícula” la idea de los republicanos de votar el “Dream Act” como medida independiente, cuando su partido está profundamente dividido en torno al tema.

Los republicanos, con seguridad, querrán insistir en una medida separada, que sería una “clave para la deportación”, o incluir “píldoras venenosas” –medidas inaceptables para los demócratas- para torpedear las negociaciones, advirtió.

“Una vía muy clara”

Para Sharry, hay “una vía muy clara” y el único escenario posible es un acuerdo bipartidista sobre el voto del Dream Act en la ley de gastos que tiene que aprobarse el 22 de diciembre, porque de lo contrario no tiene suficiente apoyo de la mayoría republicana, que incluye a elementos “anti-inmigrantes”.

“Nadie quiere un cierre del gobierno, ningún partido quiere cargar con esa culpa… muchos republicanos insisten en un aumento en los gastos de defensa, si los demócratas ceden en eso van a querer algo a cambio” y hay campo para negociar, dijo.

Según los activistas, los demócratas tienen una “palanca” para negociar el Dream Act, respaldados por celebridades, y grupos empresariales, cívicos, religiosos y sindicalistas en todo el país.

“Fue este presidente el que terminó el programa de DACA el 5 de septiembre… llegó la hora de lograr (el “Dream Act), y de forma que sea consecuente con nuestros valores”, dijo Kamal Essaheb, director de política del Centro Nacional para Leyes de Inmigración (NILC), al acusar a los conservadores de “tomar como rehenes” a los “Dreamers” a cambio de una inaceptable agenda ultranacionalista.

Antes del receso navideño, el Congreso, que ya aprobó masivos recortes de impuestos para los millonarios, tiene la obligación de autorizar fondos para responder a desastres naturales y para el “Programa de Seguro de Salud para Niños” (CHIP, en inglés), y  para resolver la situación de los Dreamers, enfatizó.

Se calcula que 11,304 Dreamers ya han perdido sus permisos, y 122 continuarán perdiéndolo a diario, quedando expuestos a la pérdida de empleos y la deportación.

Multiplicación de activismo

Asimismo, Jiménez anunció que United We Dream y otros grupos pro-inmigrantes aumentarán las presiones cada día en las próximas dos semanas, estableciendo un “núcleo” de actividades en una carpa en las cercanías del Capitolio.

Será una especie de “Central por un Dream Act” en la explanada del Capitolio, a partir del próximo 11 de diciembre, que servirá de centro de reuniones de los activistas para pulir su estrategia, continuar el diálogo con líderes del Congreso, y compartir testimonios e historias de los jóvenes indocumentados.

Las protestas y actos de desobediencia civil, como las realizadas el miércoles pasado en el Capitolio, irán en aumento y contarán con la participación de centenares de Dreamers de todo el país, incluyendo de Alaska, dijo.

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