El Senado votará este lunes para intentar reabrir el Gobierno federal
El acuerdo permitiría mantener abierto el gobierno hasta el próximo 8 de febrero
El líder de la mayoría republicana en el Senado de EEUU, Mitch McConnell, anunció hoy que la Cámara Alta votará este lunes al mediodía un proyecto de ley para intentar reabrir la Administración Trump, cerrada parcialmente durante el fin de semana tras no aprobarse el viernes el presupuesto federal.
Los senadores someterán a votación un proyecto que permitirá mantener abierta la Administración federal estadounidense hasta el próximo 8 de febrero, precisó McConnell.
La propuesta daría más tiempo a republicanos y demócratas para negociar unos presupuestos definitivos para el año fiscal 2018, si bien no está claro que estén garantizados los 60 votos necesarios para aprobar esa iniciativa.
“Aún tenemos que alcanzar un acuerdo sobre el camino a seguir que sea aceptable para ambas partes”, advirtió el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, tras escuchar el anuncio de McConnell.
Ante el pleno de la Cámara Alta, McConnell intentó convencer a la oposición demócrata para que apoye el proyecto, al prometer que impulsará el debate sobre legislación para dar una solución a los jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores”, que llegaron al país de niños, si antes del 8 de febrero no se logra ningún acuerdo.
El programa con el que el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama, protegió a esos jóvenes de la deportación (DACA) expira este 5 de marzo, tras ser cancelado el pasado septiembre por el actual mandatario, Donald Trump.
De hecho, los demócratas impidieron el pasado viernes la aprobación de los fondos para financiar la Administración porque vincularon su apoyo a que Trump y los republicanos accedieran a regularizar a los cerca de 800,000 “soñadores” que viven en EEUU.
“Si estos asuntos no se resolvieran antes de que venza el proyecto de financiación el 8 de febrero de 2018, asumiendo que el Gobierno permanezca abierto, sería mi intención proceder a la legislación que aborde DACA, la seguridad fronteriza y cuestiones relacionados”, aseguró McConnell.
El anuncio del líder republicano del Senado fue el colofón de una jornada de frenéticas negociaciones en el Congreso para hallar una salida a la crisis, mientras Trump presionaba a los legisladores para forzar la reapertura de la Administración.
“Genial ver lo duro que están luchando los republicanos por nuestras Fuerzas Armadas y la seguridad en la frontera. Los demócratas sólo quieren que inmigrantes ilegales entren en masa en nuestra nación sin control”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
“¡Si el punto muerto continúa, los republicanos deberían ir a por el 51 % (opción nuclear) y votar un verdadero presupuesto a largo plazo, no CR’s (resoluciones de continuidad)”, agregó el presidente.
La llamada “opción nuclear”, que el líder de la mayoría en el Senado puede aplicar a discreción, cambia las reglas del Senado al requerir una aprobación sólo por mayoría simple (51) y no de 60 votos.
El Senado no aprobó el pasado viernes los fondos para financiar al Gobierno y abocó al Ejecutivo de Trump a un cierre parcial e indefinido que entró en vigor a partir de esa medianoche.
La propuesta presupuestaria de los republicanos obtuvo más votos a favor (50) que en contra (48), pero fueron insuficientes para aprobar un proyecto de ley que requería el respaldo de 60 senadores.
Esa iniciativa, que la Cámara Baja sí aprobó el jueves, dotaba de financiación al Gobierno hasta el 16 de febrero, dando más tiempo a demócratas y republicanos para pactar unos presupuestos definitivos.
Republicanos y demócratas se dedicaron el sábado, el primer día del cierre parcial de la Administración, a culparse mutuamente del cerrojazo, actitud que hoy se repitió en el Congreso, convocado en pleno domingo por la crisis.
McConnell advirtió hoy de que “este cierre va a empeorar mucho mañana”.
“Hoy sería un buen día para acabar con eso”, aseveró McConnell, quien pretendía celebrar una votación en el Senado a la una de la madrugada del lunes.
Schumer, por su parte, volvió a apuntar con el dedo acusador al presidente: “Estamos en un cierre de Trump”, remarcó, al incidir en que el Gobierno “sólo puede funcionar si el partido mayoritario, el partido gobernante, acepta y busca compromisos”
Unos 800,000 empleados públicos “no esenciales”, de un total de 3,5 millones, se quedarán en casa suspendidos de sueldo hasta que el Congreso alcance un pacto presupuestario