Acusan a controvertido asesor de Trump, Stephen Miller de hacer las negociaciones de DACA “imposibles”
"Mientras Stephen Miller sea el encargado de negociar sobre inmigración, no vamos a ninguna parte"
En medio de la intensa batalla política entre los dos partidos por llegar a un acuerdo que ponga fin al cierre del gobierno, miembros republicanos están señalando al propio gobierno de ser el problema.
El senador republicano Lindsey Graham (Carolina del Sur) advirtió el domingo que el asesor político de la Casa Blanca, Stephen Miller está haciendo imposible que el Presidente Trump y miembros del Congreso lleguen a un acuerdo sobre inmigración y de esta forma logren la reapertura del gobierno.
“Cada vez que tenemos una propuesta los funcionarios la rechazan. Mientras Stephen Miller sea el encargado de negociar sobre inmigración, vamos a ninguna parte”, dijo Graham a la prensa mientras se dirigía a una negociación a puertas cerradas con un grupo bipartidista de senadores, reportó The Hill.
Al preguntarle sobre las negociaciones el republicano dijo que “el personal de la Casa Blanca, creo, es lo que hace todo muy difícil”, añadió Graham en referencia a las negociaciones con los demócratas, que han dicho que no aprobaran el presupuesto sin asegurar el futuro de DACA.
Miller es bien conocido por ser uno de los asesores políticos de Trump más duros en inmigración, autor entre otros del veto migratorio para países musulmanes. Miller fue asesor personal del entonces senador Jeff Sessions, hoy Fiscal Genera, que con frecuencia ha arremetido sin piedad contra los inmigrantes.
El controvertido asesor también fue el autor del plan de inmigración que incluye la financiación del Muro Fronterizo y así como las fuertes medidas en contra de las ciudades santuario.
Graham dijo el domingo que Miller ha “sido un valor atípico durante años” en el tema de la inmigración.
Por su parta la Casa Blanca contraatacó a Graham. “Mientras el senador Graham elija apoyar la legislación que favorezca a personas en este país ilegalmente en lugar de nuestros propios ciudadanos americanos, no vamos a ninguna parte”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Hogan Gidley.