La niña santa
El milagro de una familia de inmigrantes
Yo no conozco a Cristy Dangond pero he rezado por ella y por su familia muchas veces. La primera vez que la vi fue en una foto colocada en un grupo de Facebook llamado “Un Millón de Oraciones por Cristy”.
Ahí fui descubriendo que esta muñequita de ojos claros, que parecía un angel, tenía cáncer, y que sus padres habían creado este grupo no sólo para que oraran por ella sino por todos los enfermos del mundo.
A Cristy, hija de dos emigrantes colombianos, residentes en Boston, le descubrieron un 12 de diciembre del 2012 (Día de la Virgen de Guadalupe) un tumor maligno en el tórax con nueve metastasis en el cráneo.
Fernando, el papá de Cristy, es un gran médico y científico de Harvard que confiesa que aquel 12 de diciembre volvió a acercarse a Dios (de quien estaba alejado), y volvió también a creer en los milagros.
El tratamiento y la fe hicieron que Cristy se fuera recuperando.
Pasaron 6 años en los que la vimos crecer en videos y fotos que siempre llevaban al lado la misma frase:
“Jesús, en ti confío”.
Cristy nos contagiaba su fe. Su alegría. Su enorme generosidad.
La vimos hacer la primera comunión, abrazar al Papa Francisco en Roma, divertirse con sus papás y sus dos hermanos…
“Cuando llegue al cielo tengo tantas preguntas para Dios, que se me van a olvidar”, cuentan que repetía Cristy emocionada. Sin miedo. Dicen que nunca se quejó. Que nunca, esta mariposita como le dice su papá, dejo de brincar alegre a pesar del doloroso tratamiento.
Y es que sí, el cáncer volvió a atacar el cuerpecito de este angelito hermoso. Pero nunca atacó ni su alma ni su corazón.
Cristy, la mariposita más valiente de Boston, voló al cielo una fría madrugada de la semana pasada. Su familia la despidió como ella quería: vestidos con los colores del arco iris, y en paz. Con esa paz que da la fe.
Cristy subió al cielo rodeada de santidad. Aquí en la tierra logró multiplicar la fe de miles que repiten su “Jesus, en ti Confío”.
Ese fue su milagro.
Yo, que no conocí a Cristy, me la imagino revoloteando feliz en el cielo, enviándole amor y consuelo a su familia, mientras que Dios corre detrás de ella para abrazarla otra vez y seguir contestándole sus mil preguntas…
Sobre la autora
Luz María Doria es inmigrante colombiana, periodista, productora ejecutiva de Despierta América y autora del libro “La Mujer de mis Sueños”. Podrán encontrar su columna cada lunes en nuestro diario impreso y en este sitio web.