Perspectiva católica y latina sobre el sufrimiento de fin de vida

Nilsa Centeno junto a su hijo Miguel Carrasquillo. /SUMINISTRADA

Nilsa Centeno junto a su hijo Miguel Carrasquillo. /SUMINISTRADA Crédito: Suministrada

Como líder de la Comisión Latina sobre el SIDA y fundador de la Hispanic Health Network, veo los horrores de demasiados neoyorquinos latinos que enfrentan muertes lentas y dolorosas.

Su dolor es un recordatorio de mi jornada en el 2005, cuando me diagnosticaron cáncer maligno de colon. Los catéteres, agujas y maquinas no tenían piedad de mí. Me arrancaron el alma. Afortunadamente, nuestro Señor, así como Monseñor Oscar Romero y mis santos, me dieron una segunda oportunidad.

Ahora estoy profundamente preocupado por todos los latinos que enfrentan enfermedades terminales y del cual el 17 por ciento de latinos que viven con VIH/SIDA, probablemente sufrirán al final de sus vidas.

Creo firmemente que los neoyorquinos que viven con VIH/SIDA, deberán tener la opción cuando llegue el momento, de poder tomar decisiones de cuidado para fin de vida que sean adecuadas para ellos y para sus seres queridos, en las etapas finales de una enfermedad terminal.

Afortunadamente, la legislatura de Nueva York está considerando una ley de ayuda médica para morir, que honraría el derecho humano fundamental de las personas con enfermedades terminales, para que decidan cómo y cuándo morimos, cuando la muerte es inevitable.

Ayuda Médica Para Morir

Estas leyes compasivas les dan a los adultos con enfermedades terminales que se encuentran mentalmente capaces y con un diagnóstico de vida de seis meses o menos, la opción de obtener una receta médica para morir pacíficamente en su sueño, cuando no existe ya tratamiento alguno que pueda aliviar el sufrimiento insoportable.

La ayuda médica para morir está autorizada en el Distrito de Columbia y en otros seis estados (California, Colorado, Montana, Oregón, Vermont y Washington), los cuales representan el 18 por ciento de la población de nuestro país, con 40 años de experiencia combinada con seguridad usando esta opción.

Si bien tengo hoy la bendición de llamarme “libre de cáncer,” quisiera esta ley compasiva para mí, si el cáncer me regresara alguna vez.

Entiendo que esta opción de cuidados para fin de vida puede no ser para todas las personas. Muchas personas con enfermedades terminales tienen diferentes opiniones sobre que decisiones sean las correctas para ellas en las etapas finales de una enfermedad terminal. Como católico que respeta la fe, creo que no me corresponde a mi juzgar a otra persona. Hasta que uno camina en los zapatos de otros, que nadie se interponga en el camino de esta opción compasiva que se encuentre disponible para alguien más.

Miguel

Estadísticas tanto nacionales como estatales, muestran un fuerte apoyo a la ayuda médica para morir a través del ámbito étnico, político y religioso, incluyendo el 69 por ciento de latinos/hispanos y un 57 por ciento de médicos a nivel nacional. Un número creciente de organizaciones estatales y nacionales han apoyado o adoptado una posición neutral en la muerte asistida médica, como una opción de cuidado para fin de vida en las personas con enfermedades terminales y mentalmente capaces.

Me partió el corazón cuando supe recientemente sobre la muerte de Miguel Carrasquillo, nativo de Puerto Rico con una enfermedad terminal que grabó videos para YouTube en inglés y español, para instar a sus compañeros latinos a que apoyaran  la ley de muerte asistida médica en Nueva York, Illinois y Puerto Rico. Desafortunadamente, Miguel murió en junio del 2016 sin haber tenido la opción de poner fin a su dolor agonizante, debido a que Puerto Rico no ha autorizado este tipo de ley.

Nunca conocí a Miguel, pero quiero honrar su memoria dando un paso adelante y apoyando su deseo para cualquier persona que esté enfrentando una enfermedad terminal y que pueda tener opciones en su vida. Es por eso que respaldo formalmente la medida de Ayuda Médica para Morir, que permitiría a todos los neoyorquinos con enfermedades terminales que pongan fin a los sufrimientos insoportables en forma pacífica.

La cruda realidad en que no importa cuanto lo intentemos, no se puede escapar del ciclo de la vida y la muerte. Mi creencia es que si llega el momento cuando no podemos soportar el sufrimiento como el que sufrió Miguel y tantos de mis amigos que murieron de cáncer o SIDA, un Dios misericordioso comprenderá que todos debemos tener la opción de morir pacíficamente.

-Guillermo Chacón es el presidente de la Comisión Latina sobre el SIDA y fundador de Hispanic Health Network.

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Ley de muerte asistida

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