Cool Runnings 2: Jamaica sigue adorando el hielo
La historia se repite, pero ahora son las mujeres las que se suben al bobsleigh en PyeongChang 2018
PYEONGCHANG, Corea del Sur – Treinta años después de la película Cool Runnings, la presencia de Jamaica en los Juegos Olímpicos de Invierno ya no es una sorpresa. Pero ¿cómo hace el país caribeño para sostener su relación con el hielo y por qué?
“La primera vez que estuve en la nieve duré 30 segundos“, confesó Carrie Russell, en Pyeongchang, donde el 20 de este mes integrará el primer equipo femenino de bobsleigh de Jamaica en unos Juegos. “Pero yo crecí con Cool Runnings. Siempre quise conocerlos. Y ahora espero que en los próximos diez años todos quieran conocerme a mí“.
Campeona mundial de relevos 4×100 en 2013, Russell se pasó al hielo empujada por Jazmine Fenlator-Victorian y por el programa jamaicano de bobsleigh surgido a partir de la sensación causada en Calgary 1988 por el cuarteto que inspiró la historia de Cool Runnings.
No hay jamaicano que no la conozca, pero antes de nombrarla por cuarta vez quizá sea momento de contar en qué consistió aquella hermosa locura. Cool Runnings es, en realidad, una película estrenada en 1993, pero el film, protagonizado por John Candy, pegó tan fuerte que dio nombre a la experiencia vivida cinco años antes por Devon Harris, Dudley Stokes, Michael White y Chris Stokes.
“Alrededor del uno por ciento de la película es verdad. El resto es ficción“, se quejó en una ocasión George Fitch, uno de los empresarios estadounidenses que tuvieron la idea de fundar el equipo tras ver en la isla una competición de empujar carritos.
Verse representado en la pantalla por un orondo John Candy, que interpretaba a un exolímpico borracho y haragán, le resultó un poco “ofensivo“. “Pero eso es Hollywood”, se resignó.
Tanto en la película como en la realidad la historia terminó con el trineo volcado sobre el hielo, pero en todo lo demás las coincidencias son escasas. No importó: la cinta se convirtió en una pieza de culto que hizo viajar la historia de generación en generación.
Como dijo Anthony Watson, que competirá en skeleton en Pyeongchang, “fue Jamaica a través de esa película la que hizo del bobsleigh un deporte muy popular en el mundo“.
No le falta razón al jamaicano, otro producto de esa factoría de reciclaje en la que se ha convertido el bobsleigh en la isla del hombre más rápido del mundo, Usain Bolt.
“Nosotros buscamos personas en la segunda línea del atletismo“, explicó Leo Campbell, vicepresidente de la federación. “Nuestro país es una fábrica de sprinters. Pero solo tres van a los Juegos Olímpicos. Por detrás hay cien más que no lo consiguen quizá por una centésima“.
En Jamaica, pues, hay mucha gente que sabe correr. El problema es enseñarles a hacerlo sobre el hielo, a temperaturas que muchos de ellos no han experimentado nunca.
De 25 grados a -20°C
“Hablamos de trasladar a personas que normalmente viven a no menos de 25 grados a lugares de competición que pueden estar a -20°C. Buscamos gente que sea también mentalmente fuerte”, agregó el dirigente.
Entre abril y septiembre, los jamaicanos entrenan la velocidad y la fuerza. Y cuando llega el frío, el equipo se traslada a los tubos helados de Estados Unidos y Canadá. En realidad, una rutina no muy distinta a la de todos los demás países. Nigeria, por ejemplo, también tendrá un equipo femenino en estos Juegos coreanos.
“Es un estigma eso de que necesitas nieve y hielo para el bobsleigh. Países como Alemania o Noruega no están tampoco siempre cubiertos de nieve”, aseguró Fenlator-Victorian, la fuerza motora detrás del equipo de Pyeongchang.
Después de 1988, Jamaica estuvo en los Juegos de 1992, 1994, 1998, 2002 y 2014, pero siempre con equipos masculinos. La primera dupla femenina es, en gran parte, obra de la piloto de 32 años, que ya compitió con los Estados Unidos en Sochi 2014.
De padre jamaicano, Fenlator-Victorian regresó a sus raíces para embarcarse en este Cool Runnings 2 y servir de inspiración. “Quiero que las niñas y los niños vean que alguien que habla como ellos, que tiene su cultura, que tiene el pelo ensortijado y la piel oscura hace cosas diferentes. Y que si quieren ser olímpicos y hacer esquí alpino, que lo hagan”. Eso sería, quizás, otro filón para Hollywood.