7 formas diferentes (y curiosas) de almorzar de los trabajadores en el mundo (incluido Nueva York)
Qué hacen y qué comen los empleados a la hora del almuerzo dice mucho de la cultura de un país. Y las diferencias son llamativas
Hay mucho que aprender sobre la cultura de trabajo de un país a partir de cómo la gente toma su almuerzo.
Pero, ¿cómo son las comidas del mediodía en distintas partes del mundo?
Les preguntamos a personas de varios países cómo es su almuerzo.
1. Makul Paraekh – Bombay, India
“Hoy en día hay menos tiempo para almorzar en Bombay”, dice Mukul Paraekh, quien por lo general se toma media hora para almorzar en su escritorio.
Paraekh, gerente de una firma de contabilidad, culpa a los embotellamientos de tráfico y a la creciente presión sobre los trabajadores por esta falta de tiempo. Almorzar rápido es una prioridad.
Aunque por lo general trae alimento de casa, también existe una solución alternativa y única en Bombay: cajas de comida caliente, llamadas tiffins, son enviadas a las oficinas desde restaurantes o viviendas por mensajeros conocidos como dabbawalas.
Los dabbawalas usan un sistema codificado único para hacer un seguimiento de cientos de miles de comidas y cometen menos de 3,4 errores por cada millón de transacciones.
“Este sistema de codificación secreto se transmite a los herederos y el negocio permanece en la misma familia durante años”, dice Paraekh, de 63 años.
2. Sarah Gimono – Mbale, Uganda
Otro lugar donde la velocidad del almuerzo es una prioridad es Mbale, Uganda, donde Sarah Gimono trabaja como gerente de proyectos para una organización sin fines de lucro.
Ella dice que comer tan rápido como sea posible les da a las personas más tiempo para trabajar, pero rara vez la gente se salta un almuerzo.
“La cena es menos importante en Uganda que el almuerzo, cuando la gente necesita tomarse un descanso del trabajo”, dice la joven de 27 años, que normalmente se toma 30 minutos para almorzar y come en un restaurante cercano.
“La cultura del trabajo en Uganda es tan variada que en el almuerzo algunas personas comen en la oficina y otras salen a restaurantes cercanos y disfrutan del almuerzo como un equipo”, explica.
Afortunadamente para Gimono, que a menudo hace trabajo de campo en diversos proyectos en Uganda, es fácil conseguir comida callejera rápida, barata y sabrosa, como el llamado rolex: un chapati enrollado (de ahí el nombre) alrededor de una mezcla de huevo con cebollas fritas y tomates.
3. Vanessa Monroy – Nueva York, EEUU
La paseadora profesional de perros Vanessa Monroy, de 40 años, dice que los neoyorquinos pueden pasar toda su pausa para almorzar haciendo fila para comprar una ensalada o un sándwich.
En su lugar, ella empaca barras de snack y otros alimentos no perecederos para comer a lo largo del día.
“Es más fácil para mí tomar un buen desayuno por la mañana en casa y luego empacar los snacks en mi bolsa”, explica.
Las comidas pequeñas y frecuentes son más saludables que tres comidas grandes, dice, y evitan la sensación de atontamiento que a menudo sigue a un gran almuerzo.
“La comida rápida es más práctica, pero no es buena”, dice.
En Estados Unidos, los trabajadores tienden a tomar pausas para el almuerzo más breves que en otros países.
Por ejemplo, en una encuesta de 2016 realizada por la firma de servicios corporativos Edenred a sus empleados, el 51% de los consultados en EEUU se tomó entre 15 y 30 minutos para almorzar, y solo el 3% tardó más de 45 minutos, mucho menos que en Francia, donde el 43% de los encuestados tardan 45 minutos o más.
4. Faith Raagas – Macati, Filipinas
Los jollijeeps, carros de comida semipermanentes, comenzaron a aparecer en la ciudad de Makati hace unos cinco años, como parte de una iniciativa para organizar y regular a los vendedores ambulantes, dice Faith Ragaas, gerente de una firma de administración de inversiones.
Su favorita, Lirios, está a tres minutos a pie de su oficina.
“En lugar de la comida grasosa normal que se vende en plástico en la calle, hay algunos buenos jollijeeps que se han hecho famosos por ofrecer un almuerzo saludable y casero que les da a los trabajadores otra opción para no tener que ir a un restaurante o cafetería”, asegura ella.
Hacer tres comidas al día es tan crucial en Filipinas que la hora del almuerzo está protegida por el código laboral, afirma Ragaas, con una hora para cada empleado por cada ocho horas de trabajo.
5. Francois Pellan – París, Francia
Francia es conocida por su generosa cultura del almuerzo laboral. La encuesta Edenred, por ejemplo, concluyó que el 43% de los franceses consultados se toman 45 minutos o más para el almuerzo, y el 72% come en un restaurante al menos una vez a la semana.
El diseñador e ilustrador de productos parisino Francois Pellan frecuentemente compra la comida en un supermercado local y come junto con colegas en la cocina de su trabajo.
Pero al menos una vez a la semana van a un restaurante en el distrito 20 durante una hora, más o menos. En el trabajo, él y sus colegas “hablan mucho, intercambian puntos de vista e ideas con otras personas sobre las cosas”.
“La conversación se extiende a las comidas, que son un aspecto social importante de la vida francesa“, explica este hombre de 35 años.
También hay otro incentivo para el almuerzo en Francia, donde la población bebió el 11,3% del vino consumido en el mundo en 2014.
“Los viernes, cuando estamos más relajados, solemos ir a un restaurante juntos en grupo y tomar una cerveza o un vino con el almuerzo“.
6. Tamar Kassabian – El Cairo, Egipto
“No como comida rápida o chatarra. Así que preparo mi almuerzo o compro algo sencillo en uno de los restaurantes cercanos”, cuenta Tamar Kassabian, de 31 años, quien trabaja como gerente en Citystars Heliopolis, uno de los centros comerciales más grandes de El Cairo.
Como el desayuno suele ser sustancioso y se consume tarde por la mañana, Kassabian dice que el almuerzo a menudo se retrasa hasta las 3 o 4 de la tarde y la cena hasta las 9 de la tarde o más.
“Muchas empresas dan uno a dos horas de pausa para el almuerzo, pero la gente usa este tiempo para beber café y el resto del desayuno, y luego se toma otra media hora para almorzar más tarde“, afirma.
Kassabian señala que en el último año los trabajadores han comenzado a utilizar compañías como Yumamia, un “servicio de entrega de comida sin chatarra”, para que les lleven alimentos más saludables a la oficina.
7. Eliza Rinaldi – Sao Paulo, Brasil
Eliza Rinaldi prepara ingredientes saludables en casa y organiza su comida al mediodía en la oficina, una agencia de producción de contenidos en el centro de Sao Paulo, donde trabaja como directora de comunicaciones.
Su socia comercial, Natascha, hace lo mismo. “Las dos nos preocupamos por nuestra salud y ahorramos dinero“, dice esta mujer de 34 años.
Rinaldi explica que su rutina no es típica en Sao Paulo, donde el almuerzo suele ser el alimento principal del día.
“La mayoría de las empresas ofrecen tickets para comidas -créditos para alimentos como parte de sus beneficios laborales-, así que la gente tiende a salir a almorzar fuera.
“En Sao Paulo se trabaja muchas horas (a menudo de 9 a 7 de la tarde), de modo que tiene sentido tomarse una hora para almorzar y salir de la oficina“, asegura.
“La gente está tratando de romper con el hábito de trabajar tantas horas, pero hay una mentalidad tradicional de que si no estás presente, no trabajas tan duro “, asegura.
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