Los dreamers se sacrificaron para proteger a sus padres y comunidades

Cada una de las cuatro medidas derrotadas este jueves en el senado legalizaba a alrededor de 2 millones de dreamers, pero solo una protegía a sus padres. La presión de los jóvenes indocumentados no logró el triunfo, pero previno la catástrofe.

Al final de este debate sobre el Dream Act, la estrategia de los jóvenes inmigrantes no logró la ley que esperaban para proteger su futuro, pero si alcanzó un triunfo importante:  el apoyo masivo del público para los dreamers y la derrota de las peores propuestas migratorias del Presidente Donald Trump.

De hecho, si bien no resuelve el futuro de los dreamers, los votos de este jueves se traducen en el peor fracaso asestado  por el Congreso al presidente Donald Trump

Y el responsable primario de esto fue el movimiento dreamer, que presionó con fuerza a los demócratas y se mantuvo firme contra las propuestas de reducir la inmigración legal, construir el muro y acentuar las deportaciones, a cambio de una solución para ellos.

Mientras el senado votaba,  jóvenes dreamers en Los Ángeles, beneficiarios de un DACA que expira en los próximos meses o años, explicaron que no podrían aceptar medidas para su beneficio personal, que pusiera en peligro a sus padres, familias y comunidades.

Si es cierto que cada uno de estos proyectos de ley me beneficiaría personalmente“, dijo Itayu, una dreamer de Los Angeles con 22 años en este país. “Pero yo rechazo todo lo que no va a ayudar a mi familia, lo que va a causar la deportación de mis padres y de los padres de tantos jóvenes”.

Al final, el senado rechazó cuatro medidas, de las cuales los dreamers apoyaban realmente una sola (McCain-Coons) porque era la única que no excluía su posibilidad de patrocinar y ayudar a impedir la deportación de sus padres.

“No podemos aceptar algo que perjudique a nuestras comunidades, a nuestros padres que lucharon tan duro, que sacrificaron tanto para darnos una mejor vida”, dijo Diana L, una recipiente de DACA durante una rueda de prensa en la sede de CHIRLA, la Coalición para los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles.

Al final, igual que al principio de las negociaciones sobre un “Acta de sueño” en el Congreso, miles de dreamers mantuvieron intacta su postura de luchar por un “acta de sueño limpia“, pero estaban dispuestos aceptar una solución negociada que ofreciera una cantidad limitada de fondos para seguridad fronteriza -mas no el muro.

Esta opción, presentada por los senadores McCain y Coons, logró 52 votos a favor y 47 en contra, pero todas hubieran necesitado 60 para aprobarse sin amenaza de bloqueo por filibuster.

En el otro extremo, el proyecto de ley que impulsaba sus “cuatro pilares” de reforma migratoria de Trump, presentado por el senador Chuck Grassley, recibió la menor cantidad de votos de todas las propuestas: 39 a 60.

Cristina Jiménez, líder de la organización dreamer United We Dream (UWD), dijo que esto último fue un triunfo importante del movimiento, que durante las últimas semanas vio a cientos de dreamers cabildear intensamente por una solución.

“El voto de hoy clarifica que el plan racista de deportaciones masivas ideado por Trump tiene muy poco mandato y apoyo para convertirse en ley“, dijo Jiménez en un comunicado. “En lo único que Trump triunfó hoy fue en destruir el esfuerzo bipartidista que los senadores pusieron en otras propuestas”.

Por el momento, el futuro de los dreamers permanece incierto, agregó Jiménez.

“Millones de nosotros no tenemos protección y Trump ha decretado que el 5 de marzo los demás seremos vulnerables”, dijo Jiménez.

Melody K., dreamer con DACA desde 2015 que participó en numerosas actividades en Los Ángeles y en Washington, dijo que “desde un principio dejamos claro lo que queríamos”.

“No nos tomaron en serio”, dijo Melody. “Se concentraron en enmiendas inaceptables, xenofóbicas, llenas de racismo, nosotros estamos en el lado correcto de la historia, Estados Unidos es inmigrante y nosotros somos seres humanos”.

Otra dreamer y recipiente de DACA, Diana L, dijo estar preocupada por el futuro de la comunidad y particularmente de sus padres.

“Es cruel lo que han hecho, están tratando de perjudicar a nuestros padres, y es tan frustrante…”, dijo Diana con la voz quebrada. “Me rompe el corazón pero no podemos aceptarlo”.

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