El presidente de China y su lucha contra “Winnie the Pooh”

Durante los cinco años de mandato que acumula Xi Jinping, presidente de China, ha inspirado una imagen de líder simpático.

Sin embargo, su imagen ha cambiado desde su anuncio de intentar mantenerse al frente del gobierno ilimitadamente.

El pasado domingo, Xi Jinping, presidente de la republica popular de China anunciaba la abolición de los límites temporales de los mandatos, lo que le permite alargar el suyo. Esta medida resucito los más profundos miedos de la sociedad china, en la que aún quedan recuerdos amargos del culto a la personalidad del dictador Mao Zedong.

Tras el anuncio, los censores del partido comunista han comenzado a trabajar con el fin de eliminar contenido subversivo y acallar las críticas con el fin de mantener una apariencia de apoyo masivo a la decisión del presidente, reportó el Washington Post.

Así, el desinfectante aplicado por los censores ha incluido imágenes de “Winnie the Pooh” o el “Osito Pooh”, dibujo animado con el que el presidente se compara en ocasiones y busca términos como “mi emperador”, “de por vida” y “desvergonzado”.

A su vez, los medios de comunicación en China han quitado importancia al anuncio de Mao con el fin de que la mayor parte de la sociedad no note la magnitud de esta decisión. Argumentan en sus notas que los mandatos no deberían limitarse para garantizar la continuidad del liderazgo en un momento en que China aspira a desafiar el dominio estadounidense.

Sin embargo, los esfuerzos de los censores no han sido suficientes. Aquellos que sufrieron las decisiones dictatoriales de Mao advierten sobre el regreso de este régimen. Los estudiantes universitarios publican citas de despedida de George Washington y los ejecutivos de negocios, temerosos de las consecuencias, están acelerando los planes para mudarse al extranjero.

Li Datong, un ex periodista crítico con el gobierno hizo circular una carta abierta pidiendo al Partido Comunista que paralice el plan del presidente Xi Jinping a riesgo de que este siembre la semilla del caos en China. Declara en una entrevista que la decisión “va a romper las cadenas colocadas en el sistema”, confirmando así el riesgo que este anuncio plantea.

Sin embargo, a pesar del descontento social que la decisión ha provocado en algunos sectores de la población, los analistas prevén improbable bloquear los intentos del presidente Xi por extender su mandato. Esto se debe a que el líder chino mantiene el apoyo de los agricultores, obreros y de los jóvenes nacionalistas.