Miles de estudiantes marchan en EEUU para exigir control de armas a un Congreso “sordo”

VIDEO: Guardan 17 minutos de silencio, uno por cada víctima de masacre en Florida

WASHINGTON — Exactamente a un mes de una matanza en una secundaria en Parkland (Florida), decenas de miles de estudiantes realizaron este miércoles una protesta nacional de ausentismo escolar para exigir un mayor control a las armas, ante un Congreso que, según activistas, permanece “sordo” ante la tragedia de masacres escolares.

Al igual que movimientos estudiantiles de décadas pasadas, que enarbolaron las causas de los derechos civiles en los años de 1960, o la oposición a la guerra en Vietnam, en la década de 1970, el de ahora reclama con urgencia un cese a la violencia de las armas, que en promedio se cobra a diario la vida de 91 personas en EEUU.

Vivir sin miedo y libre de matanzas escolares fue, en resumen, el mensaje que los manifestantes trasladaron a la clase política de costa a costa, al abandonar las aulas para participar en más de 2,800 actos de protesta que, según los organizadores, atraerían a unos 185,000 estudiantes, padres, y maestros.

En la capital estadounidense,  y en centenares de ciudades del país, los estudiantes guardaron 17  minutos de silencio frente a la Casa Blanca,  uno por cada una de las víctimas de la matanza en la escuela secundaria “Marjory Stoneman Douglas” en Parkland (Florida) el pasado 14 de febrero.

Miles de estudiantes, de escuelas y universidades de Washington, Maryland y Virginia, se sentaron frente a la Casa Blanca con numerosos carteles alusivos a su demanda principal de restringir el acceso a las armas, y silenciarlas en las escuelas.

Los estudiantes se sientan frente a la Casa Blanca para exigir rendición de cuentas por la violencia de las armas. Foto: María Peña/Impremedia

“Yo vine porque ya es suficiente de estar yendo todos los días a la escuela con temor y no saber si vamos a regresar a casa. Estamos aquí para seguir peleando, no podemos callarnos”, dijo la salvadoreña Cindy Márquez, una estudiante de 16 años de una secundaria en Maryland.

Cindy Márquez participó en la protesta porque no quiere vivir con miedo en las aulas. Foto: María Peña/Impremedia

Otra estudiante, que pidió el anonimato por temor a represalias, dijo que es “absurdo” armas a los maestros –como proponen la Casa Blanca y la NRA– porque, a su juicio, “eso va a empeorar las cosas”.

Escenas como la de Washington se multiplicaron en más de 2,800 actos de protesta organizados por “Youth Empower”, el brazo estudiantil de “Women´s March”, en todo el país, incluyendo ciudades como Los Angeles (California), Nueva York,  Tucson (Arizona), Hoboeken (Nueva Jersey) y Parkland (Florida).

Buena parte de las denuncias también iban contra líderes republicanos que, financiados en parte por la NRA,  no han hecho lo suficiente para combatir el fácil acceso de las armas, según los organizadores.

Pero el Partido Republicano acudió a Twitter para defender las “medidas inmediatas que está tomando el presidente Donald Trump para proteger los colegios, incluyendo una comisión para estudiar el fenómeno de la violencia de las armas, y programas de prevención.

Múltiples carteles, un solo mensaje

En Washington, los manifestantes marcharon desde la Casa Blanca hasta el Capitolio, gritando consignas en contra de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), y denunciando su influencia en la política.

Con un frío viento que enrojecía sus rostros, los estudiantes portaron vistosos carteles hechos a mano con mensajes como “NRA, ¿cuántos niños mataste hoy?, “nuestra sangre en sus manos”, “cese a la violencia de las armas”, y “control de armas, ahora”.

En su página web, “Youth Empower” delineó sus demandas, en particular la aprobación de al menos seis medidas que pululan en ambas cámaras del Congreso y que proponen la prohibición de la venta de armas de asalto y armas de alta capacidad; una expansión de la revisión de antecedentes para compradores de armas; restricciones judiciales para personas consideradas peligrosas, y un cese de la “militarización” de los cuerpos policiales.

Asimismo, el grupo se opone a leyes que permitan la “portación recíproca” de armas de un estado a otro, y cualquier legislación que proponga armar a los maestros y demás personal docente para “fortificar” a los colegios, tal como proponen la Administración Trump y la poderosa NRA.

Desde la matanza en la escuela primaria “Sandy Hook”, en Newtown (Connecticut), en diciembre de 2012, unos 7,000 estudiantes han sido víctimas de tiroteos, tal como lo reflejó el “Monumento para nuestros Hijos”, que activistas construyeron con 7,000 pares de zapatos en los predios del Capitolio.

“No podemos seguir con estas matanzas; vamos al colegio a estudiar, no para vivir con miedo de que nos maten. Los políticos nos deben respuestas y no pueden dejarse intimidar por la NRA… tenemos que cambiar la cultura de las armas, y tengo fe en este movimiento”, dijo la peruana Valerie Tabraj,  estudiante de 18 años de la secundaria “John F. Kennedy” en Silver Spring (Maryland).

La peruana Valerie Tabraj dijo que es urgente “cambiar la cultura de las armas”. Foto: María Peña/Impremedia

Lecciones de activismo

Al llegar al Capitolio, los estudiantes se sumaron a líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso, y activistas de sindicatos de maestros, para mantener la presión a favor de medidas para combatir el fácil acceso a las armas y mejorar la seguridad escolar.

El representante demócrata por Georgia, John Lewis, recibió una ovación cuando dijo que su voto no está a la venta y que no ha recibido ni nunca recibirá “un sólo céntimo de la NRA”.  También recordó sus vivencias como líder del movimiento de los derechos civiles, y alentó a los jóvenes “a no darse por vencidos” ni abandonar la lucha por la justicia.

“Verdaderamente creo que este movimiento liderado por estos jóvenes brillantes e inteligentes va a dar resultados. Estos jóvenes, estos niños, nos llevarán a la meta”, dijo Lewis a este diario.

Caterina Ieronimo, de 17 años, escuchó las lecciones de Lewis junto a sus compañeros de la secundaria católica “Our Lady of Good Counsel”, en Olney (Maryland), y afirmó que “el Congreso nos ha ignorado durante demasiado tiempo, pero tiene que oír nuestro reclamo”.

“Acá estamos y no nos vamos hasta que el Congreso apruebe leyes que nos protejan. No vamos a permitir que todo vuelva a la normalidad, vamos a ir por la NRA en las urnas… el congresista Lewis nos dio un mensaje muy poderoso con las manifestaciones pacíficas, como las que él hizo por los derechos civiles”, dijo Ieronimo.

Estudiantes de “Our Lady of Good Counsel” dijeron que seguirán luchando hasta que el Congreso apruebe leyes que los protejan. Foto: María Peña/Impremedia

Jasmine y Lamar Lipscomb, dos estudiantes universitarios, viajaron con su pequeña de 17  meses porque, según explicó la joven, “nos preocupa que tanto ella como nosotros tengamos un ambiente seguro en las escuelas… cualquiera de nosotros podría ser la siguiente víctima, y debemos luchar por un cambio”. 

Dos estudiantes universitarios llegaron con su hija para exigir seguridad en las aulas. Foto: María Peña/Impremedia

Por su parte, el legislador demócrata por Nueva York, Adriano Espaillat, señaló que los estudiantes “se levantan para decirle no a las armas de fuego… los políticos que reciben dinero de la NRA serán derrotados en las urnas”.

Mientras, el senador independiente de Vermont  y exprecandidato presidencial demócrata, Bernie Sanders, fue recibido como un héroe por los estudiantes, que coreaban al unísono “Bernie, Bernie, Bernie!”. Sanders y otros líderes demócratas también mandaron mensajes de solidaridad con los estudiantes.

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Ecos del movimiento en el Congreso

La protesta nacional coincidió con la aprobación en la Cámara de Representantes, de 407 votos a favor y 10 en contra,  del “Acta para Frenar la Violencia en las Escuelas“,  que incrementa los fondos para la coordinación entre las escuelas y las autoridades policiales.

La medida cuenta con el respaldo de la Casa Blanca aunque no incluye la idea de armar a los maestros y demás personal docente, pero ante las múltiples medidas que compiten en el Senado, lo más probable es que el Congreso la envíe al Despacho Oval hasta abril próximo.

La iniciativa  aportaría anualmente $50 millones para financiar programas de capacitación y prevención de la violencia, además de crear sistemas para denunciar actos de violencia de forma anónima. Aunque los activistas lo consideran un buen primer paso, insistieron en que se requiere más.

La masacre en Parkland fue el detonante de un creciente movimiento estudiantil que ha alentado a los estudiantes a abandonar voluntariamente las aulas, mientras arrecia el debate en el Congreso sobre cómo atajar la violencia derivada de las armas.

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Admirando a la masa estudiantil, el legislador demócrata por Maryland y “número dos” de la bancada en la Cámara Baja, Steny Hoyer, dijo: “hemos visto que a través de la historia, desde los derechos civiles hasta el movimiento anti-guerra, los jóvenes han hecho una diferencia, y espero que el Congreso los escuche”.

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