Casa Blanca asegura que no habrá más cambios de personal “inmediatos”
Dos senadores republicanos advierten contra el despido de fiscal general, Jeff Sessions
WASHINGTON? La Casa Blanca negó este viernes que el presidente Donald Trump esté a punto de reemplazar a más miembros de su Administración, tras una turbulenta semana marcada por despidos y renuncias en los más altos niveles de su gobierno.
Trump suele regodearse del “conflicto” y de la “tremenda energía” que hay en su Administración –en un ambiente alusivo al “Apprentice”, su antiguo popular programa de televisión- y él mismo alimentó rumores ayer jueves de posibles cambios de personal adicionales.
“Siempre habrá cambio. Y creo que quieres ver cambio. Yo quiero también ver distintas ideas”, dijo Trump el jueves a los periodistas.
Pero, durante su acostumbrada rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, afirmó hoy que no habría más cambios de personal “inmediatos”.
El propio jefe de Gabinete, John Kelly, con quien Trump ha mantenido desacuerdos, le comunicó al personal de la Casa Blanca que “no habrá cambios de personal inmediatos”, dijo Huckabee Sanders.
“La gente no debería preocuparse. Debemos hacer exactamente lo que hacemos a diario, que es venir a trabajar y hacer el mejor trabajo posible”, afirmó.
Según Huckabee Sanders, el cambio es algo normal conforme cambian las políticas y prioridades de la Administración.
La Casa Blanca trató de imponer su propia narrativa respecto al “caos” que imperó esta semana en la Administración, comenzado el lunes pasado con el despido del asistente personal de Trump, John McEntee, por motivos de seguridad, seguido al día siguiente por el despido a través de Twitter del secretario de Estado, Rex Tillerson.
Trump anunció el despido en Twitter la mañana del martes y esperó tres horas para comunicárselo a Tillerson por teléfono. Ahora espera que el Senado confirme a su reemplazo, el actual director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, y a Gina Haspel, en su lugar, como la primera mujer al frente de la agencia de espionaje.
Mike Pompeo, Director of the CIA, will become our new Secretary of State. He will do a fantastic job! Thank you to Rex Tillerson for his service! Gina Haspel will become the new Director of the CIA, and the first woman so chosen. Congratulations to all!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 13, 2018
El miércoles pasado, Trump nombró al comentarista Larry Kudlow como nuevo titular del Concejo Nacional Económico (NEC), en reemplazo de su principal asesor económico, Gary Cohn, quien renunció por profundas diferencias en torno a la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
Kudlow, un excomentarista de la cadena CNBC , no tiene experiencia alguna en el manejo de temas macroeconómicos, y los rumores de que Trump sopesa contratar como asesores a otros comentaristas de televisión generaron burlas en las redes sociales.
Trump may replace H.R. McMaster with Fox News contributor John Bolton.
— Nick Jack Pappas (@Pappiness) March 16, 2018
He may replace David Shulkin with Pete Hegseth of Fox & Friends Weekend.
Former CNBC host Larry Kudlow is replacing Gary Cohn.
He always wanted to create Trump TV, so he's turning the White House into it.
Fox News contributor John Bolton is likely the next National Security Adviser.
— Simon Hedlin (@simonhedlin) March 16, 2018
Pete Hegseth, “Fox and Friends” co-host, is likely the next Veterans Affairs Secretary.
Heather Nauert, former “Fox and Friends” co-host, is new Acting Undersecretary of State https://t.co/1SOuVn7Y6d
Tregua y tensiones
Kelly había dejado entrever que él mismo podría ser el siguiente en ser despedido pero, según fuentes allegadas a la Administración, ayer jueves Kelly y Trump tuvieron una reunión “productiva” en la que pactaron una especie de “tregua”.
Mientras, el asesor de Seguridad Nacional, el teniente general del Ejército, H.R. McMaster, que presuntamente también está en la mira de Trump porque “no congenian”, no quiso negar ni confirmar hoy rumores sobre su futuro inmediato.
Al salir brevemente fuera de la Casa Blanca, McMaster dijo que “en algún momento, todo el mundo se tiene que ir de la Casa Blanca”.
Preguntado por la cadena ABC sobre si él piensa irse pronto, McMaster sólo contestó: “estoy haciendo mi trabajo”.
Los rumores, sin embargo, no han hecho más que aumentar el temor y la ansiedad en los corredores de la Casa Blanca, especialmente porque Trump al menos ha coqueteado con la idea de despedir a McMaster y reemplazarlo con John Bolton, quien no requiere confirmación del Senado.
Bolton, exembajador de EEUU ante Naciones Unidas durante la presidencia de George W. Bush, es considerado un “halcón” en temas militares y, de hecho, ha defendido una postura de “línea dura” contra Corea del Norte.
El mes pasado, en una columna de opinión en el diario “The Wall Street Journal”, Bolton argumentó que EEUU debe atacar a Corea del Norte antes de que el regimen de Pyongyang pueda perfeccionar su arsenal de misiles nucleares intercontinentales. Sus comentarios hacen temer una provocación que desate una guerra con Corea del Norte, que agravaría la inestabilidad en la península coreana.
Sin tomar en cuenta a los miles de muertos que tendría que poner Corea del Sur – que ahora intenta mediar un encuentro entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un para mayo próximo- Bolton dijo que es “perfectamente legítimo” que EEUU ataque primero a Corea del Norte por considerarla una amenaza nuclear.
Bolton no cree que el posible diálogo entre Trump y Kim dé resultados, y más bien lo considera una trampa de Pyongyang, que persigue aumentar su arsenal nuclear.
Sus declaraciones han sonado las armas en el Congreso, especialmente entre los demócratas que consideran a Bolton como un “belicista”, y en las redes sociales surgieron advertencias de que su nombramiento como asesor de Seguridad Nacional, de confirmarse, sería un “amenazante desastre para la civilización”.
Por otra parte, los senadores republicanos, Lindsey Graham y Chuck Grassley, le advirtieron a Trump que no despida al fiscal general, Jeff Sessions, porque sería un error con graves consecuencias políticas, y se interpretaría como un esfuerzo de la Casa Blanca por minar la investigación del Departamento de Justicia sobre la interferencia de Rusia en los comicios presidenciales de 2016.
Durante la contienda de 2016, como senador republicano de Alabama, Sessions fue el primer senador de su partido en apoyar la candidatura de Trump. Sin embargo, desde que fue confirmado como fiscal general, el mandatario ha mantenido diferencias muy públicas con Sessions, especialmente después de que éste se recusó de todo lo relacionado con la investigación sobre Rusia.
Hasta el momento, ha habido un total de 20 “bajas” dentro de la Administración, incluyendo cuatro despidos y 16 renuncias.