‘Operadores políticos‘: las maquinarias detrás de los votos en México
Los mexicanos elegirán nuevo presidente el próximo 1 de julio
MEXICO.- Para un operador político como Juan Carlos Brito da lo mismo ser de un partido que de otro: a él le pagan por seducir a los votantes. Por seguridad, no explica exactamente lo que hace, pero sí en lo que consiste la labor de las maquinarias de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), Revolución Democrática (PRD), Trabajo (PT), Nueva Alianza, Encuentro Social, Morena.
Cuenta que cuando están en el poder, todos los partidos compran votos: mientras gobiernan, los regidores, diputados y gobernadores van haciendo su ‘vaquita’ (ahorro) del presupuesto. Entonces tienen dinero y lo usan a través de operadores. Brito opera a la par para dos partidos en el estado de Morelos y Guerrero y operaría con más si pudiera. “No tengo preferencia política, sino un estilo de trabajo’’.
Las instituciones políticas cuentan en este momento con otro jugoso presupuesto. El Instituto Nacional Electoral (INE) autorizó el mayor monto de la historia con 25,000 millones de pesos para el próximo 1 de julio, cuando se renovará la Presidencia de la República, la Cámara de Diputados y el Senado, nueve gubernaturas, sus respectivos congresos y municipios.
“Conforme se acerca la fecha de la elección dan más cosas: ahora están repartiendo playeras gorras y despensas, luego darán tinacos, material para construcción y algo de dinero; el día de la votación hasta 2,500 pesos (alrededor de 150 dólares por voto)’’.
Las dádivas en especie y en efectivo son una práctica recurrentes en el sistema de partidos mexicano que popularizó el PRI y después imitaron los otros. Ejemplo de ello se observa ahora en la Ciudad de México, en donde 11 de las 16 delegaciones gobernadas por diferentes partidos, prevén un gasto de 726.6 millones de pesos destinados para “acciones institucionales’’.
En la práctica, las acciones institucionales no son otra cosa que dinero, calzado, útiles escolares, material para construcción, televisiones y tabletas electrónicas gratis para los votantes, quienes ya hicieron una cultura de exigir a los candidatos, desde una corrida de toros hasta cualquier cosa.
“El mexicano ya tiene una cultura de pedir y los operadores sabemos cómo llegarle a la gente: un operador apapacha a los ciudadanos, a los líderes en los pueblos y colonias y se dedica a preguntar qué les falta y atiende sus peticiones’’, comenta Brito.
Con grupos, sindicatos, organizaciones sociales es mucho más fácil: sólo hay que convencer a un líder y éste garantiza un sufragio masivo como hicieron los priistas durante décadas con la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) y lo han hecho desde la izquierda con los gremios de electricistas, profesores, ambulantes…
Actualmente, el candidato Andrés Manuel López Obrador promueve algo similar con Napoleón Gomez Urrutia, líder del sindicato minero, a quien promueve para senador aunque es un prófugo político en Canadá.
“El voto corporativo es uno de los más lucrativos que existen en México: si uno revisa qué asociación apoya a quien te das cuenta que sus líderes, familiares o amigos tienen garantizado un puesto’’, dijo Patricia Gutiérrez, politóloga de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Las operaciones electrónicas
El 98% de los votantes en México buscan información electoral en las redes sociales donde los actores políticos suben sus promesas de campaña, los líderes de opinión sus observaciones; se ventilan los casos de corrupción, logros, errores y noticias falsas que verán al menos 70 millones de mexicanos.
En medio de esta carga de información, la maquinaria cibernética de los partidos han aprovechado la libertad de publicación para golpear al enemigo con noticias falsas a través de bots.
Los primeros días de enero, Etcétera — la revista especializada en medios de comunicación que creó la campaña #nomasfakenews— documentó la falsedad de un video donde José Antonio Meade supuestamente dijo en un evento que “la cárcel era para el ciudadano y la calle para el delincuente”, cuando en realidad declaró: “Tenemos que estar claros, de que la calle es para el ciudadano, y la cárcel es para el delincuente”.
La misma publicación documentó la existencia de portales y cuentas falsas como www.morena.mx dedicadas a descalificar a López Obrador y otras a Ricardo Anaya.
“Contrarrestar noticias inexactas o falsas en los medios de comunicación y redes sociales será fundamental en el actual proceso electoral, a fin de que los ciudadanos cuenten con información de calidad para ejercer su voto’’, editorializó Marco Levario, director de la publicación.