Editorial: Agujero fiscal

El comienzo de una pesadilla para las generaciones venideras

El comienzo de una pesadilla para las generaciones venideras.

El comienzo de una pesadilla para las generaciones venideras. Crédito: Archivo | Shutterstock

Una mayoría de estadounidenses pagará este año menos impuesto que el anterior. Esta es la parte más promocionada, y el recorte más pequeño, de la reforma impositiva aprobada el año pasado.

Una fracción todavía mucho menor, 3.5 millones según la Casa Blanca, de 125.5 millones de asalariados recibieron un aumento de sueldo, o  bonificación, que haya sido directamente ligada al recorte de impuestos recibido por el empleador.

Para estos trabajadores  el recorte de impuestos tiene fecha de caducidad, se termina en el 2025. El Congreso entonces tendrá que decidir si mantiene la reducción o si acepta un aumento automático para ayudar a pagar un gigantesco déficit de más de 1 billón de dólares.

Este agujero fiscal habrá sido causado por la falta de ingresos debido a la reforma fiscal de 2017.

Los déficits se cubren con emisiones de deuda del cual hay que pagar intereses anuales. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, en 10 años sólo el pago del interés superará a todos los gastos que no son obligatorios y no son militares.

Eso significa, según la experiencia, que además de aumentar impuestos habrá que hacer recortes a los gastos obligatorios. Esto es la red de protección social como Medicare, Seguro Social y Medicaid, entre otros.

En cambio para el sector corporativo el beneficios es ilimitado. No hay fecha de vencimiento del recorte de impuestos.

Se habla de empresas grandes, medianas y hasta las más pequeñas. Acá no hay asalariados, las ganancias pasan por empresas, aunque sean de nombre, y los ingresos personales son los beneficios de inversiones.

Tal como se estimaba, solo una pequeña parte del beneficio impositivo de la gran empresa se invierte productivamente. Ahora hay una ola gigantesca de recompra de acciones y reducción de deuda en Wall Street. Así aumenta el precio de las acciones cuyas ganancias se reparten entre los inversionistas. Con esta maniobra, aumentan los bonos multimillonarios de los jefes ejecutivos.

Apenas un tercio de los asalariados tiene cuentas de retiro que se  benefician de las ganancias de Wall Street. El presidente Trump habla del 401k como si todos lo tuvieran.

La reforma impositiva aumenta la disparidad de ingresos y de riqueza. Esta brecha ya sobrepasó los récords pasados. La historia recuerda que estas grandes diferencias son desestabilizantes en una sociedad.

La otra lección es que los déficits fiscales suelen conducir a crisis económicas.

En el pasado las buenas épocas financieras eran aprovechadas para resolver los problemas de presupuesto. Así fue como se equilibró el presupuesto en la presidencia de Bill Clinton. Ahora es al revés.

Los impuestos altos no preocupa a una gran mayoría de estadounidenses. Pero los Republicanos aprovecharon el momento para pasar un reforma solo soñada hasta ahora.

Hoy, fecha de vencimiento para declarar impuestos, puede traer buenas nuevas. Pero que no quepa duda, es el comienzo de una pesadilla para las generaciones venideras.

En esta nota

Editorial Opinión
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain