¿Es la demanda de Texas contra DACA un golpe mortal al programa?

Expertos temen el dictamen del mismo juez conservador que falló contra DAPA anteriormente y una confrontación ante la Corte Suprema con mayoría pro-Trump

El futuro de DACA está en manos de las cortes y el de los Dreamers, en las de los políticos. (Foto: archivo)

El futuro de DACA está en manos de las cortes y el de los Dreamers, en las de los políticos. (Foto: archivo) Crédito: Ethan Miller/Getty Images

La nueva demanda de Texas y otros seis estados contra la legalidad de DACA podría terminar forzando una confrontación legal con otras demandas pendientes y terminar frente a la Corte Suprema, explicaron expertos.

Si bien esta lucha legal no cambia por el momento la situación actual y el gobierno de Estados Unidos continúa bajo órdenes judiciales de continuar las renovaciones del programa, sí podría amenazar el futuro de DACA a largo plazo.

Esta posibilidad tiene nerviosos a analistas legales que apoyan a los dreamers y que creen en la legalidad del programa establecido administrativamente por el ex presidente Barack Obama en 2012. Hasta ahora, DACA ha beneficiado a más de 800,000 jóvenes inmigrantes.

“A decir verdad, a mí esta demanda me pone muy nervioso”, dijo a La Opinión Bill Hing, profesor de leyes de la Universidad de San Francisco.

Una de las razones de este nerviosismo es que la demanda fue presentada exactamente en la misma ciudad -Brownsville- y será considerado por el mismo juez, Andrew Hanen, que tuvo ante sí el caso de un grupos similar de estados republicanos contra el otro programa que nunca llegó a implementarse, DAPA.

“Hanen ya dictó en contra de DAPA y de DACA plus”, explicó Hing, refiriéndose a la orden de Obama en 2014 de proteger a padres inmigrantes y de ampliar el DACA original.

No todos los juristas están nerviosos al respecto.

Thomas Saenz, presidente del Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal y Educación (MALDEF) dijo que no le será tan facil a Texas comprobar que tienen un papel relevante que jugar en esta demanda, como ocurrió con la de DAPA.

“Texas y los otros estados tienen que comprobar que tienen un rol que jugar porque sufrirán un “daño inminente” con la implementación del programa, como pasó con DACA”, dijo Saenz. “Bien, eso ya es un punto muerto, porque el programa se implementó hace seis años. ¿Por qué esperaron tanto tiempo?”.

Saenz dijo que habrá movidas legales para mover el caso a otro tribunal, por ejemplo uno de los que ahora está viendo demandas contra la suspensión de DACA.

“Les puedo asegurar que habrá intervenciones y que una de esas estará destinada a pedir que el caso de Texas se consolide ante una de las cortes que ya está viendo el tema”, dijo Saenz. “¿Para qué presentar otra demanda separada cuando ya hay varias cortes viendo el asunto DACA?

Esto sacaría el caso de manos del juez Hanen.

Esas otras demandas pendientes contra el gobierno de Trump, que atacan legalmente la cancelación del programa intentada por este, siguen también pendientes ante sus respectivos tribunales.

Esto podría generar diversas y contradictorias decisiones en cortes diferentes, elevando la posibilidad de que la Corte Suprema termine por tomar el caso de la legalidad de DACA.

“Estos conflictos entre unas demandas y aumentan la posibilidad de que este asunto llegue a la Corte Suprema y recordemos que cuando llegó lo de DAPA, hubo un voto 4-4″, dijo Jonathan Adler, profesor de leyes de Case Western Reserve University.

Ese voto, ocurrido en junio de 2016 cuando Obama era aún presidente, reafirmó un dictamen del Quinto Circuito de Apelaciones en Texas que suspendió la aplicación de los nuevos programas.

“Las teorías legales de esta demanda son muy similares a las que dividieron a la Corte Suprema en 2016”, dijo Adler.

Pero ahora hay un noveno juez en la Corte Suprema que fue nombrado por el actual presidente Donald J. Trump: Neil Gorsuch y cuya postura al respecto es imposible de predecir.

Entretanto, la demanda pone en situación curiosa al gobierno de Trump, cuyo departamento de justicia encabezado por Jeff Sessions, el mismo que siempre afirmó que DACA era ilegal, deberá defenderse en tribunales de la demanda de Texas.

En ese caso, explicó Adler, “el departamento de justicia tendrá que decir que no puede o quiere defender el caso y puede que el juez designe a un experto para que defienda al gobierno”.

Esa defensa podría venir de alguno de los partidarios de DACA, como el estado de California, por ejemplo.

Entretanto, el nuevo litigio crea más angustia para cientos de miles de dreamers con DACA o que aún tienen la esperanza de beneficiarse del programa en el futuro.

John Michael Torres, coordinador de la organización texana LUPE, criticó el ataque “político” de parte del procurador de Texas Bill Paxton y otros seis estados.

“DACA ha transformado para bien la vida de cientos de miles de personas, esperamos que el programa supere este odioso ataque”, dijo Torres. “Aunque aún ningún juez ha fallado sobre la legalidad del mismo, múltiples jueces han confirmado que debe continuar. En la decisión más reciente, el magistrado dijo que el gobierno no pudo probar su ilegalidad”.

Otras fuentes legales indicaron que entre los argumentos contra el embate de Texas y los demás estados está el hecho que no demandaron al programa hasta seis años después de implementado.

Cuando Obama anunció DACA, sí hubo una demanda contra el programa pero fue realizada por el sindicado de agentes de ICE y anulada por un tribunal porque los demandantes no tenían suficiente relación con el caso.

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