Defensores de cámaras de velocidad cerca de escuelas piden ampliar el programa en NY
En lo que va de año, 37 peatones han sido atropellados mortalmente por vehículos
No hace mucho tiempo, las clases de la escuela pública 124 en Park Slope, Brooklyn, solían verse interrumpidas por los automóviles que circulaban a toda velocidad por la Cuarta Avenida. La situación cambió en 2015, cuando se instaló la primera cámara de velocidad enfrente del plantel. Actualmente, la mayoría de los vehículos circulan por esta zona silenciosa y lentamente.
La escuela pública 124 es una de las 140 en toda la ciudad de Nueva York que cuentan con cámaras y que forman parte de un programa cuyo objetivo es captar a los conductores que exceden la velocidad permitida de 25 millas por hora, para luego amonestarlos con multas.
Las autoridades de la Ciudad afirman que estas cámaras han sido eficaces, ya que han permitido ralentizar el tráfico en las proximidades de las escuelas. Por este motivo, están lanzando una campaña para todo el estado en vistas a expandir la iniciativa de forma significativa.
Sin embargo, no está claro si la Legislatura estatal votará a favor de que continúe este programa, el cual debe ser aprobado al final de la sesión legislativa el próximo mes. Los defensores de la medida abogan por leyes que hagan que las calles sean más seguras, teniendo en cuenta que, en lo que va de año, 37 peatones han sido atropellados mortalmente por vehículos en Nueva York. Además, en marzo dos niños fallecieron y varias personas resultaron heridas tras ser arrollados por un auto cerca de la escuela pública 124. En 2004, dos niños de quinto grado fueron víctimas mortales de un impacto contra un camión mientras caminaban desde la escuela a su casa.
“La efectividad de las cámaras de velocidad es tan evidente como que uno más uno son dos”, dijo el alcalde Bill de Blasio. “No hay lugar para el debate y no hay tiempo que perder. A menos de un mes de que acabe la sesión, es hora de que Albany haga lo que sabe que funciona, renueve y amplíe la protección de los estudiantes de NYC”.
Annabell Burrell, directora de la escuela pública 124, es una firme defensora de la instalación de cámaras para la velocidad: “Si de verdad ustedes son serios en cuanto a proteger a los niños en las escuelas, es necesario que esto ocurra en todos los sitios donde haya un colegio”, dijo Burrell, según declaraciones recogidas por el New York Times.
Algunos detractores consideran que estas cámaras son trampas para recaudar dinero para la Ciudad. Entre 2014 y 2016, las cámaras, las cuales solo están activas durante las horas escolares, recaudaron $122 millones por multas.