Puerto Rico aún necesita ayuda
La isla require de los fondos federales para salir a flote
Los puertorriqueños llevan meses llorando sus muertos que no fueron reconocidos oficialmente. Ahora al inicio de una temporada de huracanes, la isla todavía no se recuperó de los daños.
Esta es la tragedia de Puerto Rico después del devastador paso del huracán María. La desatención de la administración Trump y de los estadounidenses contribuyó a que se llegue a una situación de extrema vulnerabilidad que pone en peligro la vida de los puertorriqueños.
El estudio de la Universidad que estimó que 4,645 personas perdieron la vida por el huracán de septiembre pasado sorprendió, excepto seguramente a los habitantes de la isla. El estimado oficial de 64 muertos fue una burla cruel.
Esta es una demostración del desinterés por ni siquiera contar las pérdidas humanas. Ni se ha hable de la necesidad de conocer la verdadera destrucción dejada por María para prepararse ante el próximo huracán. Se estima que un tercio de las víctimas murieron por la falta de acceso a la atención médica.
La mayoría de los estadounidenses desconocía que los puertorriqueños eran ciudadanos de este país, según encuestas posteriores al huracán. El respaldo a la ayuda la isla aumentaba cuando se les informaba que sí eran ciudadanos.
Este trato diferencial se vio desde el primer momento en la administración Trump. El papel del Presidente fue vergonzoso.
Desde su twitter ignoró la gravedad de la destrucción y culpó a las víctimas de deberle dinero a Wall Street, a sus políticas y hasta explicó la falta de reacción de su gobierno porque Puerto Rico es una isla “rodeada de agua.”
Puerto Rico ha sido una región valiosa para la economía de Estados Unidos por décadas. Es una traición con rasgos racistas la mala respuesta del área continental hacia la isla en este momento de necesidad.
El Congreso dio menos ayuda que en otros casos similares. Varios legisladores perdieron el tiempo respaldando a la estadidad de la isla en en vez de la necesidad urgente.
En abril la sola caída de un árbol dejó a la isla oscuras. Mientras que el candidato republicano a la Cámara Baja, John Ward de Florida, dijo que no había que permitirle votar a los puertorriqueños y que ellos deben regresar a la isla.
Puerto Rico necesita la ayuda de todos. Los fondos necesarios para sacar flote su infraestructura y sus finanzas. Esta es una inversión redituable para todo Estados Unidos. Todavía falta mucho por hacer.
Para ello es necesario la voluntad política de votar por quienes comprenden que en este país no se es extranjero por hablar español y ser del Caribe.
En la Semana Boricua que es una celebración de la cultura puertorriqueña que tanto enriquece a Nueva York, este año es el recuerdo de la solidaridad con nuestros hermanos y la exigencia al gobierno federal de no darle la espalda a Puerto Rico