Nuevo sistema de reconocimiento facial en la frontera empieza a funcionar este verano
Este tecnología prende las alarmas de grupos defensores de derechos civiles e inmigrantes en EEUU
En agosto la Patrulla Fronteriza implementará un nuevo sistema para escanear las caras de los conductores cuando salgan de los EEUU reportó The Verge.
El programa llamado Vehicle Face System o (VFS), está planificado para entrar en operación en el cruce fronterizo de Anzalduas en el extremo sur de Texas y está programado para permanecer en operación durante un año completo.
Actualmente, el proyecto está en proceso de las revisiones de privacidad, y está previsto que se anuncie oficialmente y se presente al Federal Register en los próximos meses.
Un vocero de la Patrulla Fronteriza dijo a The Verge que el objetivo del proyecto será “evaluar la captura de la biometría facial de los viajeros que ingresan y salen de los Estados Unidos y comparar esas imágenes con las fotos archivadas en las propiedades del gobierno”.
Poder llevar un control de la entrada y la salida en las fronteras terrestres ha sido un desafió por años para las autoridades migratorias, por lo que el gobierno espera que este nuevo sistema con cámaras más sofisticadas y dotadas con reconocimiento facial en las fronteras terrestres hagan la tarea.
Las pruebas relacionadas con la nueva cámara han estado en curso desde 2016, inicialmente en colaboración con Oak Ridge National Labs en Tennessee.
El proyecto VFS se basa en la tecnología plenoptic, que permite que un único sensor capture imágenes en múltiples distancias focales simultáneamente. Los sistemas tradicionales de reconocimiento facial a menudo se confunden con los reflejos móviles del parabrisas de un automóvil, lo que dificulta el aislamiento de las características faciales.
Este sistema tiene como objetivo capturar una imagen de reconocimiento facial para cada pasajero en cada automóvil, tanto en el carril de entrada como en el de salida de EEUU.
Esas imágenes se compararán con las fotos de visas y pasaportes que ya están archivadas en la base de datos de la Patrulla Fronteiza, verificando a los viajeros incluso antes de que lleguen al punto de control.
Aún está por verse qué tan bien funcionará el sistema en la práctica y qué tan ampliamente se puede implementar.
Sin embargo este tipo de programa de reconocimiento facial generalizado en los cruces fronterizos ya ha despertado inquietudes en los grupos de libertades civiles, que temen que se pueda abrir la puerta a una vigilancia más generalizada por parte del gobierno.
“Esta es una forma para que el gobierno federal haga un seguimiento de las personas, monitoreando quién va a dónde y qué hace allí”, dijo Mitra Ebadolahi, un abogado del Proyecto de Litigio Fronterizo de la ACLU.
“En una sociedad libre, todos deberíamos poder vivir nuestras vidas de forma segura sin ser vigilados y atacados por el gobierno federal”.