Una ruina de verano
Los costos de los campamentos de verano para los niños dejan maltrechos a los presupuestos familiares de los neoyorquinos
El verano es un golpe financiero para muchas familias porque cuando la escuela pública acaba llegan los grandes gastos de los campamentos de verano.
En algunos estados es como pagar dos veces la renta.
Esos son los cálculos que ha hecho Cristina Novoa del Center for American Progress que estima que una familia media con dos niños va a tener que pagar $3,000 en programas de verano durante cinco semanas que es lo que como promedio están los niños en campamentos de verano durante las 10 o 12 semanas sin escuela.
Se trata, aproximadamente de un 20% de los ingresos familiares durante las semanas sin clases.
Son cálculos que varían de estado a estado y de ciudad a ciudad y están basados en los datos de America After 3PM. En 10 estados y el Distrito de Columbia la familia media debe dedicar más de la mitad de sus cheques salariales para cubrir todo el verano además de reorganizar horarios.
Los estados en los que estas cantidades pueden ser una crisis para las familias tienen un alto porcentaje de residentes latinos.
Wisconsin es el estado que como media (el costo situado justo en la mitad entre lo más caro y lo más barato) es el más bajo pero Nevada, donde hay una importante población latina, una familia de cuatro personas necesita presupuestar unos $6,700 para el cuidado de los hijos.
Este es el estado más caro para los padres durante el verano ya que tienen que dedicar la mitad de sus ingresos a que los más pequeños estén cuidados, entretenidos, y puedan refrescar la formación recibida durante el año.
Nueva York, como es fácil de intuir por los que residen en la ciudad, no está muy lejos de Nevada en este ranking. De hecho, es el segundo estado por lo que respecta a los altos costos del cuidado de los niños.
Ver “ofertas” de $450 semanales para determinados campamentos de verano es algo normal a partir de abril que es cuando las familias se empiezan a preparar para la búsqueda de la opción que permita a los padres seguir trabajando. Los padres de dos de cada tres niños trabajan fuera del hogar.
El cálculo de Novoa pasa porque una familia de Nueva York dedique como media $6,054 a estos centros de actividades, formación y cuidado durante cinco semanas de verano. Es un gasto por dos hijos y supone el 35% de los ingresos familiares durante esos meses.
Por seguir con la referencia a la renta o hipoteca (que verano o no hay que seguir abonando al casero o al banco) los economistas explican que cuando se dedica más del 30% de los ingresos a esta se convierte en una carga financiera.
Desde el Center for American Progress se recuerda que los niños en familias de bajos recursos tienen problemas para acceder a cuidado de calidad y su rendimiento académico se merma durante el verano. “Los investigadores creen que este retroceso de verano es lo que marca la diferencia entre lo que logran los estudiantes en distintos estratos sociales”.
Novoa recuerda que dos legisladores demócratas, la senadora Patty Murray y el representante Bobby Scott han propuesto el Child Care for Working Families Act para que las personas de bajos ingresos no dediquen más del 7% de sus ingresos para dar a sus hijos el cuidado que precisan.