3 Grandes desafíos que enfrentan los emprendedores ‘millenials’

La generación del milenio o millennials tiene grandes diferencias de las generaciones que los antecedieron. Estos fueron criados en un ambiente donde se estaba desarrollando, quizás, la revolución social más grande de la historia de la humanidad: el Internet. Por sus características y la forma en cómo se desarrollaron, tiene principios, creencias, filosofías y mentalidades distintas a las de sus padres. Por tanto, su forma de arrancar un negocio es totalmente distinta. ¿Imagina cuáles son los desafíos que enfrenta esta generación a la hora de emprender?

Aquí hablaremos de algunos de los obstáculos que frenan, momentáneamente, las grandes ideas de esta empoderada generación.

Tenemos la extraña y, quizás, falsa ilusión de que lo emprendedores deben salir de Silicon Valley o al menos debemos empeñarnos en copiar algún modelo de negocio de estos, pero la verdad es que los millennials nos han dejado claro que para emprender, no solo se necesita un modelo de negocio tecnológico, sino una idea de negocio que despierte pasión.

Los desafíos más grandes del emprendedor del milenio

El fracaso puede estar en puerta y algunos de estos no lo pueden ver. Y esto puede deberse a que esta generación es motivada por querer cambiar el mundo, pero sin ver más allá de sus ojos.

Quizás el millennial que fracasó, no se permitió ver algunos de estos obstáculos:

1. Desconectarse del mundo digital y reconocer qué es lo que pasa en la vida real

La generación del milenio nació en una época conflictuada, cambios por doquier y sin previo aviso; cambios de costumbres, culturales y un sinfín más. Pero entre tanto, estos chicos, quizás no recuerdan cómo era la vida antes del Internet. No hay forma de que puedan tomarse un día para estar fuera de línea.

Sentirse aburrido y pasar un par de horas viendo el viendo el techo, sintiendo el sonido de las olas, o simplemente leer un buen libro en físico, puede ser una de las claves para encontrar buenas ideas de negocios.

Desconectarse es saludable y genera una sensación liberadora. Si son emprendedores, ¿Por qué no dejar de ver las redes sociales como fuente de inspiración?

Lo que queremos decir, es que los millennials no se encuentran cómodos con la interacción en el mundo real, aman las emociones pero detestan mirar a los ojos. Y eso es un gran obstáculo, porque como bien lo dijo una especialista en psicología, para ser el 10 en la era digital es necesario el contacto con el mundo offline.

2. Trabajar sobre un proyecto social

¡Cuidado! porque así como tienen debilidades, así también tienen muchas fortalezas. Y una de estas es querer aportar algo de valor a la humanidad. Que haga crecer a la sociedad e impacte de forma positiva para hacer el bien.

Pero los inversionistas independientes que tienen buen capital suelen sentirse agregados con un proyecto que permita conseguir su dinero de vuelta en un periodo de tiempo y corto y con un buen margen de ganancias. Lo mismo con el capital de riesgo.

Es decir, el emprendedor social se enfrenta a la poca inversión en su proyecto, lo que quiere decir que el progreso del proyecto se da forma paulatina y eso suele asustar a quien quiera invertir en él.

Trabajar de la mano con pocos inversionistas desata otra serie de desequilibrios como, por ejemplo, contratar poca o casi nada de mano de obra. Cosa que le suma más lentitud al proyecto y en algunos casos puede ser la razón del fracaso.

Ser emprendedor social es agotador, porque el mismo compromiso moral los obliga a cumplir las tareas, sin importar los conflictos internos y sin tener en cuenta que hay que luchar por salvar el retorno de la inversión.

Pero no todo es malo y hay grandes ejemplos de emprendimientos sociales que han causado impacto en la sociedad y han sido todo un éxito, por ejemplo, el caso de los zapatos Toms. Su fundador y CEO, Blake Mycoskie, es muy bueno en marketing, y en su lucha por causar impacto social, donó un par de zapatos por cada par que era comprado en su tienda.

3. No conectarse con los Baby Boomers

Sharon Hadary, profesora de la Universidad de Maryland, afirma que uno de los grandes desafíos de los emprendedores del milenio es su desconexión con la fuerza de trabajo de otras generaciones, como la de los baby boomers.

Hadary explica que solo en Estados Unidos hay 76 millones de personas que pertenecen a la generación del milenio y los baby boomers alcanzan la misma cifra. Por lo cual, sería interesantísimo que ambos pudieran entenderse mutuamente y trabajar de la mano para poner en marcha un emprendimiento.

Tan solo piense, los baby boomers suelen ser la fuerza de trabajo de una sociedad. Tiene la experiencia, conocen el mercado en la vida real y pueden ser grandes guías para establecer bases de mercadeo como en la vieja escuela. Por otro lado, los millennial, son intimidantemente asombrosos con la tecnología. Esto es un plus, y si estos supieran cómo conectarse con los baby boomers, pueden conseguir que su emprendimiento sea un boom.

En conclusión, la generación del milenio debe aprender a crear sus emprendimientos de tal forma que los baby boomers puedan comprenderlo, al fin y al cabo, serán ellos los que podrán ayudarlos a levantar cabeza.

Hay que recordar lo que se mencionó más arriba, los millennials suelen tener problemas con desconectarse del ámbito digital, pasan mucho tiempo dentro de él, y los baby boomers son ese puente que los puede ayudar a regresa a la vida real, al contacto con la gente de verdad y no dejarse llevar solo por la valiosa información del big data.

Todos los emprendedores luchan a diario con una lista de decisiones por tomar, y esto no es solo un desafío para los emprendedores del milenio. Aunque no lo parezca, la toma de decisiones de un equipo emprendedor y profesional los pone en una disyuntiva muy estresante porque de ello depende el éxito o el fracaso del proyecto.

Si es emprendedor, sabe de lo que hablamos, cosas tan simples como elegir el color del mueble de la oficina, puede causar una polémica increíble. Pero aun así, sabe y tiene la plena seguridad de que un gran futuro le espera.