Viajar, el “secreto” de esta anciana para mantenerse plena y más viva que nunca
Jane Scott tiene 86 años y su mayor hobbie es recorrer el mundo. Ha visitado todos los continentes y conoce 87 países; la mayoría de sus viajes los hizo en la tercera edad
June Scott tiene 86 años, visitó los siete continentes y más de 87 países. Pero todos esos destinos no los conoció solo de joven; a su edad, con un buen estado físico, continúa viajando por el planeta. En diciembre, por ejemplo, durmió en una carpa emergente en el desierto de arena más grande del mundo.
Esta señora aventurera no solo tiene un pasaporte lleno de sellos, también participa en el estudio de la Universidad de Northwestern, un proyecto de investigación que analiza los cerebros de personas que parecen ser resistentes a los cambios perjudiciales de la memoria que están asociados con el envejecimiento.
“Se cree que la atrofia contribuye en parte a los momentos de olvido que experimentamos con el envejecimiento”, dice Emily Rogalski, directora del estudio que controla a la viajera. En el transcurso de 18 meses, las personas pierden volumen en la corteza cerebral, en general en el área del cerebro vinculada al pensamiento crítico, pero el cerebro de Scott, según lanzan los datos, se considera más joven que ella, con partes similares a los cerebros de personas en sus 50 años. Los científicos y científicas aseguran que el secreto está en la sociabilidad e indican que es una parte crucial de envejecer.
En lugar de alquilar una casa como hace cualquiera para asentarse en un lugar y criar a una familia, Scott y su difunto esposo pasaron los veranos explorando los Parques Nacionales de EEUU con sus tres hijos. A lo largo de su vida, ella conoció a los gorilas en Ruanda, 17 especies de pingüinos y descubrió a su árbol genealógico en Checoslovaquia.
“Los primeros indicios sugieren que las personas longevas tienden a ser socialmente activos, incluidos el voluntariado en refugios para personas sin hogar, participar en grupos eclesiales, jugar a las cartas, leerles a los niños pequeños, liderar grupos de ejercicios y, por supuesto, como June Scott, son viajeros ávidos “, dice Rogalski.
No es ningún secreto que la sociabilidad es un rasgo que demuestra ser una parte crucial de envejecer. No solo las fuertes conexiones sociales ayudan a evitar problemas como la depresión, ya que “las conversaciones hacen que tu cerebro funcione”.
“Podemos hablar un idioma diferente, tener diferentes tradiciones, vestir ropa diferente, tener caras diferentes, pero todos somos humanos. Queremos las mismas cosas”, cuenta Scott que todavía se envía cartas con una mujer que conoció en Arabia Saudita.
Según médicos, la formación de nuevas neuronas (neurogénesis), está impulsada en parte por experiencias nuevas. “Cuando vas a Irán , Dubai, India o China y luego lees sobre estos lugares en las noticias, todo tiene más sentido. En un viaje de tres semanas, sé que no tengo toda la historia, pero tengo más de lo que antes tenía”, cuenta Scott.
¿Cuál es su próxima aventura? Cuando se tome vacaciones ya que aún trabaja como maestra sustituta, hará un viaje a Etiopía, donde planea explorar iglesias rupestres y aprender sobre las diferentes tribus del sur.