Razones por las que la política de gasolina de Trump debería preocuparnos

La administración de Donald Trump tiene como objetivo congelar los estándares de millas por galón de combustible para autos y camionetas ligeras construidas en los Estados Unidos después de 2020.

En papel suena bien que el Gobierno pretenda que todos los autos rindan 41 millas por galón, pues según ellos los haría más baratos y combatiría la “creciente oleada de nuevas tecnologías”.

No es un secreto que desde su llegada, la actual administración ha tratado de combatir junto a las constructoras el crecimiento en el mercado de los autos híbridos y eléctricos, y esta parece ser la mejor postura que pueden presentar, pero hay razones por las que esto es temerario y a la vez temible para el resto del mundo.

1- El Medio Ambiente

Varios estados, entre ellos California, claman por una regulación más dura de los estándares de combustible con el fin de ayudar a la conservación del medio ambiente y combatir el cambio climático. Estas peticiones tuvieron eco en el gobierno de Obama que endureció las políticas de manera anual, algo que por ley se mantendría hasta 2026. Echar estas medidas abajo, son una pésima noticia para el medio ambiente pues abaratará los costos de los autos a gasolina y la demanda de autos “limpios” bajará considerablemente.

2- Facilidad para los constructores

Por ley, el estándar de millas poro galón debía ser de 34.5 en 2016 e incrementar hasta los 54.5 en 2025, lo que efectivamente permitía el desarrollo, compra y venta de vehículos eléctricos, híbridos e incluso de otro tipo de combustibles, pero al rebajar el estándar, el desarrollo de los autos podría ser mucho más sencillo y barato para los constructores.

3- “Tiempo de cambiar de auto”

Según el Gobierno, los actuales estándares incrementaron los costos de los vehículos, lo cual no combate la contaminación (sic), pero los nuevos estándares sí lo harían, pues bajaría el costo de los autos construidos en Estados Unidos con ello los dueños de autos viejos se animarán a cambiarlos por uno nuevo con mayor eficiencia de combustible, aunque el auto costo de la gasolina los haría también tenerlo más tiempo detenido, esto es: auto más barato, más gasolina cara, sería igual a menos contaminación… O algo así imaginan.

Es un hecho que el Gobierno estadounidense, lo mismo que los de otros productores de petróleo, como México, no están interesados en que la industria de autos eléctricos crezca, pues además de sus alianzas con constructores automotrices, la producción de combustibles es un importante negocio, lo que deja en segundo plano el cuidado del medio ambiente.