Comunidad latina en alerta tras campaña del KKK para reclutar miembros en “upstate NY”
Activistas ven con preocupación el auge de grupos de odio y toman acciones para evitar que se propaguen; además urgen a las autoridades a rechazar de tajo mensajes racistas
La semana pasada los residentes del condado de Oneida, al norte del estado de Nueva York, amanecieron con una preocupante sorpresa. Bolsas plásticas dejadas en los estacionamientos de las casas, llenas de dulces, aparecieron con mensajes y propaganda del Ku Klux Klan, donde los miembros del United Northern & Southern Knights invitaban a la comunidad a ser parte de esa organización racista y advertían que estaban haciendo ya labores de supervisión. El hecho se sumó a otros llamados de ese grupo en lo que va corrido del año en el área de Syracuse y en las localidades de Fulton y Saratoga.
“Estamos vigilando los barrios … ¡Pueden dormir esta noche sabiendo que el Klan está despierto!”, decía el mensaje del KKK, que fue visto por muchos niños y adultos del área, lo que generó preocupación, especialmente entre la comunidad hispana que reside al norte del Estado
Así lo manifestó Jirandy Martínez, directora ejecutiva de la organización Community Resource Center de Upstate, quien mencionó que estos incidentes no pueden tomarse a la ligera, especialmente cuando ya los grupos hablan de reclutamiento.
“Obviamente estamos conscientes de que existen grupos de odio como el Ku Klux Klan, pero nos alarma ver la velocidad con la que pudieran estar reclutando miembros en upstate NY”, comentó la activista, quien culpó a la Administración Trump de promover ese sentimiento de odio, que ve como el caldo de cultivo de esos grupos.
“La historia del KKK es atacar a personas de color y afroamericanas y en eso caemos todos los inmigrantes y lo que está pasando es un resultado de todo lo que está haciendo la Administración Trump”, agregó la líder comunitaria, al tiempo que anunció que los grupos de activistas del norte de Nueva York están alerta y empezarán acciones concretas que frenen el avance que esa organización pueda tener.
“No podemos permitir que se extiendan al condado de Westchester, que es más inclusivo y más liberal y que cuenta con muchos inmigrantes, por eso tenemos que responderle a los miembros que pueden ser víctima de estos grupos y sus agendas, con más talleres educativos a los jóvenes en temas de odio y comunicación”, comentó Martínez, pidiendo que las autoridades asuman una postura más fuerte contra esas amenazas.
“Los representantes del Gobierno deben reforzar la protección y emitir una voz de cero tolerancia contra el odio, pues mientras nosotros agregamos a la agenda de lucha migratoria este nuevo tema con ayuda del distrito de las escuelas, no es posible que se muestre como algo aceptable, ya que si el KKK siente que puede hacer reclutamiento aquí, es porque no sienten el temor de la policía”, agregó la defensora de los inmigrantes.
El Sheriff de Oneida, Rob Maciol, entendió la preocupación de los residentes del norte de Nueva York, pero advirtió que por ahora no puede contemplarse lo ocurrido como un delito.
“Comparto con la comunidad la idea de que solo la mención del KKK causa ansiedad e ira, pero la Constitución de los Estados Unidos protege su derecho a la libertad de expresión”, dijo Maciol en un comunicado, sin descartar que estarán vigilantes. “Si las acciones de este grupo se vuelcan a solicitar a las personas que cometan actos violentos, o cruzan la línea y violan la ley, la Oficina del Sheriff no dudará en presentar cargos penales contra ellos”.
Y ante la preocupación que se ha desatado, la oficina del ejecutivo de Westchester, George Latimer, rechazó las acciones del KKK y manifestó que allí no habrá espacio para la propagación del odio.
“El condado de Westchester tiene una política de tolerancia cero para la discriminación y la intimidación. Los grupos de supremacistas blancos y los anuncios que promueven tales grupos no son bienvenidos aquí”, dijo esa oficina en un comunicado. “La Comisión de Derechos Humanos del Condado de Westchester valora la dignidad, la seguridad y el respeto mutuo de todas las personas en nuestras fronteras. Afirmamos el ideal de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
El Gobierno de Westchester de paso hizo un llamado a todos los residentes del condado a denunciar la presencia de carteles públicos de supremacía blanca, crímenes e incidentes de prejuicio, ante las autoridades locales.
María Villalba, residente de la localidad de Mamaroneck, quien tiene tres hijos adolescentes, confesó sentir temor ante los nuevos movimientos del KKK en “Upstate NY” y dijo que es necesario que los hispanos estén con los ojos bien abiertos y denuncien cualquier cosa sospechosa, por pequeña que parezca. “Estamos en un momento en que esos grupos se sienten más valientes y pueden atacarnos. No se trata de sentir miedo, pero no sobra estar alerta y estar organizados y educar a nuestros hijos que pueden ser objeto de esos grupos”, dijo la hondureña.
El propio gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo manifestó su molestia y preocupación por las últimas acciones del KKK en el estado, y tras destacar un reciente episodio, no solo rechazó cualquier acción de odio sino que ordenó una investigación de la que se esperan los resultados.
“Estoy impactado y disgustado por el reporte de un esqueleto negro con una soga alrededor del cuello que se muestra junto a una bandera confederada en una casa en el condado de Oneida. Estos símbolos racistas y violentos son ofensivos, son un claro acto de intimidación y van en contra de todo lo que creemos en este estado”, dijo Cuomo, a través de un comunicado. “Ordené a la policía estatal que investigue este asunto, además de la investigación en curso sobre la distribución reciente de material KKK en la misma área. En un momento en que el presidente Trump y Washington están sembrando el miedo y la división en todo el país, Nueva York debe ser un paraíso para la tolerancia y la igualdad”.
La asambleísta Carmen de la Rosa, mencionó la urgencia de que la Legislatura estatal promueva más leyes que frenen con duros castigos a los grupos de odio en el Estado y pidió a las autoridades estar alerta.
“Hay que investigar bien de dónde vienen esas amenazas y si el objetivo es meter miedo o realmente hacer daño y al mismo tiempo en Albany debemos penalizar más los crímenes de odio, pues aunque existe el derecho a la libertad de expresión hay acciones que deben ser tomadas con seriedad cuando una persona o una organización se expresa de una manera violenta contra un grupo”, dijo la líder política.
De la Rosa agregó que los grupos de odio y los supremacistas no solo están actuando al norte del Estado sino que mencionó que en pleno corazón de la comunidad latina en Manhattan, en Washington Heights, ya se han visto acciones preocupantes.
“Hace dos semanas un grupo supremacista blanco comenzó a poner mensajes y fotos racistas en redes sociales y pusieron un banner en el parque Fort Tryont diciendo ‘pongámosle un pare a la inmigración’ mostrando que la raza blanca de Europa es la suprema y tuvimos una vigilia para denunciar el odio y hacer un llamado al amor y la decencia”, dijo la asambleísta.
Nueva York es el cuarto estado con mayor grupos de odio
El Centro de leyes de pobreza del sur (SPLC), una organización nacional que hace seguimiento al auge de los grupos de odio en todo el país, reveló en su último informe que en todo Estados Unidos han sido detectados casi 1,000 organizaciones así, y el 5% de ellas (48) actúan en el estado de Nueva York, la mitad en localidades fuera de los cinco condados de la Gran Manzana.
Esa entidad ve con preocupación el aumento de la mayoría de movimientos de odio, que en los últimos 19 años se duplicó, pasando de 457 a 954 y la tendencia sigue hacia el incremento. “El número de grupos de odio aumentó de 917 en 2016 a 954 en 2017, (4%). Dentro del movimiento de supremacía blanca, los grupos neonazis vieron el mayor crecimiento, aumentando en un 22 por ciento. Los grupos antimusulmanes aumentaron por tercer año consecutivo. Los grupos del Ku Klux Klan, mientras tanto, cayeron de 130 grupos a 72”, asegura esa organización, que creó un mapa para poner de manifiesto a esos grupos que promueven el odio.
“El SPLC define un grupo de odio como una organización que, con base en sus declaraciones o principios oficiales, las declaraciones de sus líderes o sus actividades, tiene creencias o prácticas que atacan o difaman a toda una clase de personas, generalmente por sus características inmutables”, agrega la SPLC.
La organización explica que a nivel nacional Nueva York es el cuarto estado con mayor presencia de grupos de odio, precedido por California, donde se han detectado 75, Texas y Florida, con 66 cada uno, y le siguen los estados de Georgia, con 40 grupos identificados, Virginia y Tenesse, con 37 y Pensilvania, con 36. Los estados con menos grupos de odio son Wyoming, Hawaií y Nueva México, solo con 1 grupo detectado.