Jueces anulan candidatura presidencial de Lula desde cárcel en Brasil
Sus abogados apelarán y el Partido de los Trabajadores (PT) ratifica su aspiración electoral
Cada vez es más lejana la posibilidad de que Luiz Inácio “Lula” da Silva pueda competir desde la cárcel en las presidenciales del 7 de octubre.
Una mayoría casi absoluta (6-1) de los jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil dictaminó ayer que el ex presidente pueda presentarse como candidato por afrontar una condena por corrupción.
Aún así, la decisión no es definitiva y puede apelarse en diferentes instancias hasta llegar al Tribunal Supremo. Con el calendario en contra, los abogados de Lula aseguraron de inmediato que apelarán y el Partido de los Trabajadores (PT) anunció que mantendría la candidatura.
Lula aspira a presentarse a las elecciones generales de este año, pero afronta una condena por corrupción pasiva y lavado de dinero por la que fue sentenciado a pasar 12 años y un mes de prisión.
La ley brasileña establece que una persona condenada en segunda instancia, como es el caso del ex mandatario, no puede postularse a ningún cargo electivo.
Los seis magistrados consideraron inelegible la candidatura de Lula, quien gobernó el país de 2002 a 2010. Le sucedió su jefa de gabinete, Dilma Rousseff, destituida también por corrupción, en 2016.
Los miembros del TSE que rechazaron la candidatura de Lula desestimaron también la aplicabilidad de una solicitud del Comité de Derechos Humanos de la ONU del 17 de agosto que pedía a Brasil permitir a Lula presentarse a los comicios.
El líder del PT niega haber cometido las irregularidades de las que le acusan y argumenta que el juicio en su contra tuvo intereses políticos para menoscabar sus aspiraciones electorales.
Pese a estar en la cárcel, Lula lidera los sondeos de cara a las elecciones con casi 40% de la intención de voto, frente al 20% del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Según el tribunal que lo condenó en abril pasado, Lula aceptó sobornos por US$1,2 millones de la empresa OAS en la forma de un apartamento de playa, a cambio de que la constructora recibiera contratos de la estatal Petrobras.
También es investigado por el escándalo de otra constructora, Odebrecht, considerado “la mayor red de sobornos extranjeros de la historia”.
Salpicado por ese mismo caso, en marzo de este año renunció el mandatario peruano Pedro Pablo Kuczynski.