Epidemia de sarampión: Alerta ante posible contagio masivo en vuelos de EEUU
Atención si has tomado aviones de Southwest últimamente
Las personas que han volado en los últimos 16 días a Dallas, Houston o Harlingen vía Southwest Airlines, tienen un serio motivo para preocuparse.
De acuerdo con la aerolínea, un pasajero que viajó con ellos al menos cuatro veces en diferentes vuelos y a diferentes destinos de Texas desarrolló sarampión, por lo que habría expuesto a la infección al resto de los pasajeros que abordaron los mismos aviones, y a quienes contactó en el aeropuerto y en los diferentes destinos.
El virus de sarampión puede contagiarse a través de los estornudos o la tos, e incluso permanece activo en un espacio cerrado hasta dos horas después de que la persona enferma se haya ido. Según los CDC, el 90 por ciento de las personas que estuvieron cerca de un enfermo y no recibieron vacuna, contraerán sarampión. Por eso Southwest Airlines y las autoridades de salud están preocupados sobre el alcance del contagio que este episodio puede tener.
Los vuelos bajo advertencia son los siguientes:
- Vuelo #5, entre Dallas y Houston del 21 de agosto de 2018.
- Vuelo #9, entre Houston y Harlingen del 21 de agosto de 2018.
- Vuelo #665, entre Harlingen y Houston del 22 de agosto de 2018.
- Vuelo #44, entre Houston y Dallas del 22 de agosto de 2018.
La aerolínea ya ha contactado mediante cartas a los pasajeros que compartieron el vuelo con la persona enferma. Considerando que la flota de Southwest cuenta en su mayoría con aeronaves Boeing 737, con capacidad para más de 100 pasajeros, al menos 400 personas estarían en riesgo, sin contar el contacto en el aeropuerto y en su destino con otros individuos.
Signos de alerta
Los síntomas del sarampión aparecen entre 9 y 11 días después de la infección inicial. La persona contagiada puede presentar tos, secreción nasal, conjuntivitis. Otros síntomas incluyen tos seca, lagrimeo, fotofobia o sensibilidad a la luz, estornudos, una erupción de color marrón rojizo y dolores en el cuerpo.
Si la infección no es tratada debidamente y se complica, puede provocar diarrea, vómitos, infección ocular, infecciones del tracto respiratorio, bronquitis y laringitis, dificultad para respirar, convulsiones febriles e infecciones del oído que pueden conducir a la pérdida permanente de la audición.
Recientemente los CDC extendieron una alerta en 21 estados del país por la presencia de la enfermedad e invitaron a la población a vacunar a los niños.