Candidatas latinas luchan por aumentar poder de la mujer en la Legislatura
Catalina Cruz, Amanda Séptimo, Jessica Ramos y Julia Salazar compiten por puestos en la Asamblea y el Senado estatal, que catalogan “clubes de hombres”
Faltan solamente unas horas para que abran en Nueva York los puestos de votación para las elecciones primarias estatales, y dentro del enorme abanico de candidatos que luchan por conquistar una curul en la Legislatura, destacan cuatro latinas que están dando la pelea para aumentar el poder de la mujer en la Asamblea y el Senado.
Catalina Cruz, Amanda Séptimo, Jessica Ramos y Julia Salazar, milenials y de origen inmigrante, coinciden en que tienen “los guantes bien puestos” para hacer historia en los comicios de este jueves, tras meses de campaña para conseguir la nominación demócrata, de cara a las elecciones generales de noviembre.
Las candidatas, todas menores de 35 años, reclaman el derecho a la representatividad femenina que por décadas, según ellas, Albany le ha negado a la mujer en el llamado “club de hombres” de la Legislatura estatal.
Los números confirman su queja: actualmente de las 150 curules que conforman la Asamblea, apenas 45 son ocupadas por mujeres, solo seis hispanas, entre ellas Carmen de la Rosa, quien tendrá que defender su curul en las urnas. Y de las 63 sillas del Senado, 15 son mujeres. Allí, la única latina, la dominicana Marisol Alcántara, también está peleando su reelección y lo hace contra tres hombres.
Y aunque Ramos, Cruz, Salazar y Séptimo se han enfocado de manera independiente en sus distritos, en Queens, Brooklyn y El Bronx, en mostrar su estilo de hacer política y su visión, tienen puntos en común: Todas manifiestan ser progresistas, independientes, conocedoras de sus comunidades y tener “la garra” para defender sus iniciativas en Albany, que incluyen proyectos a favor de las mujeres, inmigrantes, inquilinos y trabajadores.
Dos enfrentadas por el Distrito 39
“Llegó el momento de tener un tipo de gobierno verdaderamente representativo del pueblo que estamos gobernando y eso no va a pasar hasta que no tengamos un gobierno con más mujeres, más personas que han sido pobres, y más gente de color, y aunque sé que es duro, vamos por un buen camino”, aseguró Catalina Cruz, quien busca conquistar la silla de la Asamblea del Distrito 39 de Corona, Jackson Heights y Elmhurst, en Queens, y quien espera que otras latinas ganen sus contiendas para hacer un frente común en Albany.
“Sería muy interesante que las que lo vamos a lograr y las que lo han logrado ya, podamos crear un club de unidad allá, porque entendemos lo difícil que es entrar a ese ‘club de hombres’, que es la política, donde no se nos permite muchas veces la entrada a las mujeres y tenemos que empujar la puerta con más fuerza”, agregó la colombiana, quien llegó a Nueva York siendo niña y estuvo 13 años indocumentada. Mejoras al transporte público, mayor vivienda asequible, protección a la comunidad inmigrante, acceso a los programas de salud, más escuelas, empoderamiento de la mujer y licencias de conducir sin restricciones, marcan las propuestas de Cruz.
Catalina resalta que el triunfo de varias mujeres latinas en estos comicios sería “un mensaje directo del pueblo” al gobierno Trump y a los políticos que “le han negado” el derecho a la mujer a tener representatividad y poder.
Y aunque en la curul de ese distrito ya hay una mujer, la asambleísta Ari Espinal, quien fue elegida en abril pasado en unas elecciones especiales, tras la renuncia de Francisco Moya (hoy concejal) al cargo, Cruz defiende su derecho a enfrentarla, asegurando que sus planes marcan la diferencia.
“Es obvio que necesitamos más mujeres en posiciones electas, pero no podemos conformarnos si las personas que tenemos en este momento están en el bolsillo de las corporaciones o de una maquinaria política”, advirtió la colombiana. “Yo no estoy corriendo en contra de nadie, estoy corriendo a favor del pueblo y entendemos que nacer aquí o en otra parte, no determina nada, lo que importa verdaderamente es lo que uno ha hecho antes, la libertad que se tiene para luchar por la gente y lo que uno piensa hacer, y eso es lo que ofrezco en una comunidad donde el 60 por ciento de las personas ha nacido en otra parte, y donde acogemos a todos, sin importar donde nacieron”.
Y sobre las intenciones de Cruz de desbancarla, Espinal aseguró que aunque respeta el derecho de que sus rivales se postulen, con ella en la Asamblea, su distrito está bien representado.
“No hay duda de que este es el año de la mujer, y aunque es válido que otros candidatos quieran correr contra mí, nosotros ya triunfamos en este distrito porque ya tenemos a una mujer en esa silla, que soy yo, y aunque la agenda de las dos es progresista y las dos somos demócratas, sé que al momento de decidir, el pueblo va a reconocer que soy alguien que ha luchado 17 años por su comunidad, empoderándola, y el pueblo va a apoyar a su hija, a su vecina, a su luchadora”, advirtió la joven, de origen dominicano.
Luchando contra el machismo
Asimismo Jessica Ramos, quien antes de lanzarse al ruedo político era una de las asesoras de comunicaciones del alcalde Bill de Blasio, espera desbancar al senador José Peralta en el Distrito 13 de Queens. Ella también defiende que llegó la hora de que se le dé a la mujer el lugar que se merece en la esfera política.
“Vemos que la gente pide a gritos un liderazgo nuevo en nuestro distrito, porque nos sentimos traicionados y vemos también que se le sigue negando a las mujeres espacios de representatividad, que no ayuda a tener equidad, por eso nos sentimos contentos con la campaña que hemos creado”, aseguró la hija de inmigrantes colombianos. “Hemos visto que muchas de las leyes que no han podido pasar a nivel estatal, ha sido por la poca comprensión de las necesidades de las mujeres y de las familias trabajadoras e inmigrantes, asuntos por los que pretendo abogar”.
Ramos destacó que hay “un nuevo horizonte de posibilidades” para más políticas latinas y mujeres de color que están pidiendo pista para ganar terreno con sus capacidades y acabar con la idea machista de que las mujeres no pueden hacer bien el trabajo.
“Hay personas que desafortunadamente solo ven el estuche, como la canción de Aterciopelados, pero todo el propósito nuestro es mostrar que no solamente somos inteligentes, sino que también tenemos corazón y la cabeza bien puesta”.
Dentro de sus planes de acción destacan la lucha para que se derroque la ley actual que pone a Albany a dictar las reglas sobre las rentas en la ciudad, el derecho a la mujer a decidir libremente sobre su cuerpo, más recursos para educación y hacer que la MTA abra los libros y enseñe cómo están gastando los recursos.
Choque de generaciones en El Bronx
A varios minutos de Queens, en el Distrito 84, en el Sur de El Bronx, otra milenial, Amanda Séptimo, también está dando la pelea para llegar a Albany. La creación del programa “after school” para todos, la creación de más trabajos, la preservación de rentas asequibles y la inversión en oportunidades para entrenar a jóvenes en tecnología, construcción y trabajos ecológicos, son lineamientos de su programa.
“Estamos luchando por el espacio que nos corresponde y sé que todas estas mujeres han oído que nos dicen ‘mira, no es tu tiempo’, ‘espera más’, ‘no vas a poder encontrar recursos’, ‘estás muy joven’, pero hemos entendido que siempre nos van a dar una excusa. Entonces vamos a pelear ahora, porque el trabajo hay que hacerlo ahora”, comentó la candidata a la Asamblea, quien asegura que todavía existe la discriminación a la mujer y es muy fuerte. “Si fuera hombre no me tratarían así. Es una discriminación disfrazada”.
Y aunque la joven de 27 años, de padres dominicanos, está compitiendo contra otra mujer, la asambleísta Carmen Arroyo, quien lleva 24 años en el cargo, dice que darle la pelea a ella tiene motivos fuertes y no debe ser visto como una pelea contra su propio género.
“Creo que ella era una líder en la comunidad y hay que reconocerle que abrió la puerta a la mujer en este distrito y eso, de una manera me facilita a mí las cosas, comparada con otras mujeres que están corriendo, pero ella no está haciendo el trabajo y aquí no importa si es un hombre o una mujer, el que no hace el trabajo tiene que irse”, dijo la joven política”.
Perseguida por la controversia
Y desde Brooklyn, en el Distrito 18 por el Senado, Julia Salazar, quien enfrenta al senador Martin Dilan, asegura que su historia es el reflejo de los ataques a los que a diario se ven expuestas muchas jóvenes que luchan contra un “sistema patriarcal”.
Salazar ha estado en medio de la polémica tras unas declaraciones sobre su origen, su religión y hasta unas acusaciones de 2011 por robo e infidelidad, que después fueron desestimadas, y se defiende asegurando que muestran todo eso como una estrategia de desprestigio que no sufriría si fuera hombre.
“Están tratando de crear distracción en estas elecciones con comentarios viciados y sin ningún fundamento, porque no pueden hablar de asuntos que realmente importan ni defender su propio récord (…) he visto muchos comentarios con lenguaje sexista hacia mí, y no tengo ninguna duda de que estoy siendo objeto de esos ataques particularmente porque soy una mujer”, comentó la candidata, mostrándose confiada en que pese a la controversia a su alrededor desbancará a su oponente.
“La gente está molesta de que el Senado estatal es 78% hombres y mayormente blancos. Es injusto que las mujeres no estemos representadas igualitariamente y muchas de nosotras hemos peleado por mucho tiempo para tratar de arreglar eso, y lo que hace esta experiencia algo extraordinaria es que hay candidatas progresistas e inspiradoras compitiendo juntas”, dijo Salazar.
Salazar promueve en sus programas de trabajo como prioridad, las leyes de renta, que están por vencer, el derecho al aborto, el derecho a defensa legal sin importar el estatus migratorio, las licencias de conducción para todos, más abogados gratis para inmigrantes y hacer de Nueva York realmente un Estado Santuario.
Entre tanto, la asambleísta Carmen de la Rosa, quien está luchando por su reelección en el Distrito 72 de Washington Heights, aseguró que espera que más mujeres lleguen a Albany para seguir ampliando su liderazgo.
“Todavía falta mucho camino por recorrer para llegar a un número justo, pero creo que nosotras no solo llevamos la voz de la mujer allá sino la voz de la mujer inmigrante y que promueve un cambio generacional, donde la juventud está participando más“, agregó la dominicana, quien declaró su apoyo a la senadora Marisol Alcántara, quien también pelea su reelección. “Ella es la única mujer latina en el Senado y sabiendo que en el Estado hay 1.8 millones de mujeres latinas, quitar esa voz de liderazgo para poner a otro hombre sería un retroceso”.
Mujeres al poder
Para el analista político Carlos Vargas, los actuales comicios no solo han despertado un gran interés de mujeres para postularse a puestos de alto rango sino advirtió que tendrá un efecto en la motivación del electorado femenino, al verse reflejado en las candidatas.
“No solamente es que las mujeres quieran hacer oposición a las posturas machistas y anti-mujer de muchos candidatos a puestos electos sino que las mujeres han llegado a un punto en que han dicho: ‘basta ya’, ‘ya está bueno de abusos, de descaro, de desfachatez’, y creo que muchas mujeres más saldrán a votar ahora”, dijo Vargas. “
Carlina Rivera, copresidenta del Caucus de la Mujer del Concejo Municipal, valoró la labor que están haciendo más mujeres para llegar a cargos políticos y manifestó su apoyo. “Cuando las mujeres se unen y tienen un fuerte apoyo, está claro que podemos crear el cambio progresivo positivo que este país necesita. Estoy muy orgullosa de unirme a un grupo de mujeres líderes increíbles, apoyando a dos candidatas increíbles para el cargo, Jessica Ramos y Catalina Cruz”.
La concejal Helen Rosenthal, también manifestó que urge la presencia de más mujeres en todos los niveles del gobierno, cuando menos del 30% de la Legislatura del estado es femenina.
“Las voces de las mujeres no se escucharán hasta que las mujeres constituyan más de la mitad de todos los cuerpos electos (…) si queremos tener paridad de género en nuestra vida cotidiana, debemos votar por las mujeres que llevan esta lente a la política pública”, concluyó la líder política de Manhattan.