La “misteriosa” enfermedad escondida en la Mona Lisa (y que muchas mujeres padecen)
Médicos examinaron a detalle el cabello, la piel y el cuello de la mujer plasmada en la obra de Da Vinci y descubrieron que sufría este trastorno
Sin duda, una de las obras de arte más enigmáticas de la historia es la famosa Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, la cual ha sido objeto de estudios a lo largo de varios siglos, tratando de revelar todo aquello que ocultó el artista renacentista en dicha pintura.
Mucho se habla de cuestiones y reglas artísticas, sobre el misterio de su sonrisa, pero la Mona Lisa también es estudiada y analizada muy de cerca por un grupo de médicos especialistas (cardiólogos, psiquiatras, reumatólogos y endocrinólogos), quienes durante años han tratado de descubrir cuál era el estado de salud de Lisa Gherardini, la esposa del mercader de seda florentino Francesco del Giocondo, y que supuestamente fue la modelo de Da Vinci para crear esta obra.
Luego de un agudo examen visual, el doctor Mandeep R. Mehra, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard; y Hilary R. Campbell, de la Universidad de California en Santa Bárbara, entregaron un diagnóstico a la revista Mayo Clinic Proceedings acerca de la famosa Gioconda, asegurando que al momento de se retratada padecía “hipotiroidismo posparto”.
Ambos médicos llegaron a dicha conclusión luego de recoger varios datos históricos que efectivamente, comprueban que Gherardini, meses antes de se modelo de Da Vinci, había dado a luz a su hijo Andrea. También, los doctores infirieron que es muy probable que esta mujer haya desarrollado antes o posterior al parto una presentación subclínica de tiroiditis, que finalmente se transformó en hipotiroidismo.
Dicha enfermedad puede deducirse de analizar el cuello de la Mona Lisa, el cual luce ligeramente abultado, lo que podría ser señal de bocio, un mal relacionado a dicha enfermedad por el crecimiento de la glándula tiroides, la cual se da, entre otros factores, por la falta de yodo.
Tomando en cuenta esto último, Mehra y Campbell reforzaron dicho diagnóstico analizando la dieta florentina de aquella época, la cual se basaba en cereales, tubérculos y legumbres, y muy pobre en pescados y mariscos, que son fuente de yodo.
También, el color amarillento de la piel plasmada por Da Vinci es característica del hipotiroidismo, ya que provoca un problema en el hígado que le impide convertir el caroteno en vitamina A. De igual modo, la frente tan amplia y la falta de cejas podría deberse a que el hipotiroidismo provoca pérdida de cabello y vellosidad.
Ya en 2004, otros médicos habían descubierto en la Mona Lisa una lesión en la piel del párpado superior izquierdo, así como una pequeña inflamación en el dorso de la mano derecha, reconocidos médicamente como xantelasma y un lipoma subcutáneo, tumores benignos de células grasas atribuibles que pueden generarse por un posible desorden lipídico, provocado, según Mehra, por un desorden en el metabolismo por culpa del hipotiroidismo.
También, ambos médicos sugieren que su peculiar sonrisa podría deberse a dicho padecimiento, ya que en una fase severa puede generar retraso psicomotor y debilidad muscular.
“Siempre pensé que la cara un poco triste o melancólica de la Mona Lisa podría deberse a un trastorno del ánimo. Y justamente el hipotiroidismo provoca un ánimo depresivo y falta de energía. De hecho, muchas mujeres que llegan con diagnóstico de depresión posparto en realidad lo que tienen es un déficit de hormona tiroidea”, concluye el estudio.