Cerca de mil familias puertorriqueñas afrontan desalojo tras cancelación de ayuda de FEMA
Activistas de la diáspora puertorriqueña condenaron la decisión de FEMA y trabajan contrarreloj para encontrar albergues y demás alternativas de vivienda a corto y largo plazo para los desplazados por "María"
WASHINGTON— Cerca de mil familias puertorriqueñas desplazadas por el huracán “María” hace casi un año afrontaban desde este viernes el riesgo de quedarse sin techo, tras la cancelación de un programa temporal de FEMA para costear sus gastos de hoteles.
La Administración federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) notificó a unas 987 familias sobre el vencimiento, hoy viernes, de un programa que costeó habitaciones de hotel en 40 estados de EEUU para familias damnificadas por el huracán “María” el año pasado.
El pasado 30 de agosto, el juez federal Timothy S. Hillman, rechazó una petición para detener el desalojo de las familias amparadas al programa de vivienda, pero extendió la ayuda sólo hasta el 13 de septiembre, con fecha para desocupar los hoteles el día de hoy, con el objetivo de que estas familias iniciaran una “transición” a viviendas alternativas.
En la mayoría de los hoteles, el mediodía es típicamente la hora de desocupar las habitaciones y saldar cuentas.
Otras familias tuvieron la opción de aceptar un boleto de regreso a Puerto Rico, como parte de un programa gratuito de FEMA que también vencía hoy.
Pero muchas de las familias afectadas no han hecho planes de regresar a Puerto Rico y tampoco tienen opciones de alojamiento, por lo que afrontan el riesgo de convertirse en indigentes este fin de semana.
El legislador demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, de origen boricua, dijo a este diario que “este es tan solo otro ejemplo de por qué el presidente Donald Trump no recibe una ´A+´(máxima calificación) por los esfuerzos de recuperación del huracán María”.
“FEMA debería estar proveyendo ayuda a la gente que la necesite pero, una vez más, acá hay prueba de que no es lo está pasando en la actualidad”, se quejó Gutiérrez.
FEMA se defiende
Pero un portavoz de FEMA, Juan A. Rosado Reynes, dijo a este diario que el programa de “Asistencia de Albergue Transitorio (TSA, en inglés) alojó en hoteles a más de 7,000 personas en 40 estados, a un costo de más de $101 millones, mientras que más de 580 damnificados usaron los boletos de avión de un programa de transporte para regresar a Puerto Rico, y otros siete lo usarán la próxima semana.
También delineó los millones de dólares que ha desembolsado FEMA para los damnificados en Puerto Rico, incluyendo más de $1,400 millones en subvenciones; préstamos para pequeños negocios, ayuda de desempleo, ayuda para reparaciones de emergencia dentro del programa “Tu Hogar Renace”, y otros programas de alquiler de vivienda.
“Aunque FEMA y otras formas de asistencia gubernamental jamás podrán rehabilitar por completo a un sobreviviente de desastre, la ayuda está pensada para ayudarle en su proceso de recuperación. FEMA continuará trabajando con los sobrevivientes en sus planes de vivienda a largo plazo”, aseguró el portavoz.
Rosado Reynes dijo que los beneficiados bajo el TSA pueden solicitar otros tipos de ayuda de alquiler de vivienda en EEUU o Puerto Rico disponible dentro del Departamento de Vivienda (HUD), además de que otras agencias federales también colaboran con FEMA en diversos servicios sociales.
FEMA cuenta con trabajadores sociales para aquellos que necesiten ayuda del gobierno a través de la línea telefónica 1- 855-742-5993, de siete de la mañana a siete de la noche hora del Este.
Críticas de grupos cívicos
Las explicaciones de FEMA no convencen a activistas de la comunidad puertorriqueña consultados hoy por este diario, que indicaron que la agencia le dio la espalda a los damnificados.
“Esta es exactamente la situación que luchamos tanto para evitar. Los evacuados puertorriqueños que lo perdieron todo hace casi un año ha afrontado una continua crisis debido a su situación precaria, y ahora encima enfrentan la posibilidad de quedar sin techo o vivir en albergues”, dijo Natasha Lycia Ora Bannan, abogada del grupo “LatinoJustice PRLDEF”.
“Este desdén por el bienestar de centenares de individuos que han sufrido un profundo trauma es extremadamente escandaloso, pero es algo que ya esperamos como algo demasiado común de esta administración”, enfatizó.
Otros grupos cívicos y de la diáspora puertorriqueña condenaron que, a su juicio, la Administración Trump esté provocando intencionalmente que estas familias queden sin techo y sin opciones este fin de semana.
Enrique Fernández Toledo, director de la Iniciativa de Ayuda y Política Económica para Puerto Rico del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP), señaló que, en medio de una nueva temporada de huracanes, Puerto Rico sigue afrontando un proceso de recuperación tras el devastador paso de los huracanes “Irma” y “María”.
“Pese a esto, FEMA nuevamente está abandonando a los puertorriqueños hoy al negarse al extender los subsidios del programa de Asistencia de Albergues Transicionales para miles de familias desplazadas, dejándolas sin apoyo, un techo o un lugar donde reconstruir sus vidas”, dijo.
Según el experto, FEMA sí puede activar el Programa de Asistencia de Vivienda por Desastres (DHAP, en inglés), del que dependen miles de familias de bajos ingresos que han perdido sus viviendas por culpa de huracanes.
Fernández Toledo dijo que es urgente que FEMA active ese programa o encuentre otras formas de proveer ayuda de vivienda a largo plazo para los damnificados por el huracán “María”.
La negativa de FEMA a poner en marcha ese programa “es particularmente dañino” después de que FEMA admitió públicamente que cometió fallos en su respuesta a “María” en Puerto Rico, que dejó alrededor de 3,000 muertos, según un estudio de la Universidad de George Washington, agregó.
La coalición “Abrazo Boricua” ha trabajado contrarreloj para ayudar a las familias que se quedarán sin la ayuda de FEMA. Tan sólo en el área de Orlando (Florida), “Abrazo Boricua” ha emprendido la búsqueda de vivienda para unas 43 familias.
Freddie Agrait, activista de la Federación Hispana y miembro de la coalición, señaló que el huracán “María” trastornó la estabilidad de miles de familias puertorriqueñas pero, en este caso, se debe a la “crueldad” del gobierno federal y al tribunal que permitió la cancelación del TSA.
Agrait precisó que muchos miembros de la coalición han estado buscando soluciones de vivienda permanente. Por ahora, una de las opciones a corto plazo es que hoteles del área de Kissimmee alojen a estas familias de forma temporal.
El sacerdote José Rodríguez, de la Oficina Episcopal de Asistencia Latina, dijo que miles de refugiados llegaron a la zona central de Florida huyendo de la estela de daños de “María” y han logrado encontrar empleo, matricular a sus hijos en las escuelas y “ser miembros productivos de la sociedad”.
Sin embargo, muchas de las familias alojadas en los hoteles, afrontan complicaciones vinculadas con la salud, edad, y otros factores, señaló el religioso.
FEMA ha estado a la defensiva de su respuesta a “María”, y volvió a estar bajo los reflectores después de que el presidente Donald Trump rechazara que el huracán dejó cerca de 3,000 muertos, y acusó a los demócratas de inflar las cifras por motivaciones políticas.
Antes de eso, Trump destacó recientemente “el éxito no reconocido” de la gestión de su gobierno para ayudar a los damnificados y los esfuerzos de recuperación en la isla.
El administrador adjunto de FEMA, Jeffrey Byard, reconoció ayer que el mejor modelo de respuesta de emergencia y recuperación definitivamente implica uno que tenga apoyo federal, gestionado por las autoridades estatales y puesto en marcha a nivel local.
“Ese no fue el caso en Puerto Rico”, dijo Byard.
El desalojo de los desplazados por “María” se produce en unos momentos en que FEMA ha sido ampliamente criticada también tras la revelación de que canalizó $9,8 millones de sus fondos operacionales para apoyar los centros de detención de inmigrantes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).