Trump sobre los hombres en EEUU: “Ahora todos son culpables hasta que se demuestre su inocencia”
Ante la polémica sobre acusaciones contra el juez Kavanaugh, el presidente considera que son "momentos aterradores" para los jóvenes
Para Donald Trump, ser un hombre joven actualmente en Estados Unidos es de lo más peligroso: de hecho, habla de un momento “difícil” y “aterrador”.
¿El peligro? Lo que considera falta de presunción de inocencia ante las acusaciones de agresiones sexuales “ya que puedes ser culpable de algo de lo que tal vez no seas culpable”, le dijo Trump este martes a un grupo de periodistas en la Casa Blanca.
Estas declaraciones de Trump se produjeron cuando reiteró su apoyo al candidato a la Corte Suprema Brett Kavanaugh, quien actualmente enfrenta acusaciones de conducta sexual inapropiada de varias mujeres.
La votación para confirmar al juez Kavanaugh se aplazó una semana para que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) investigue los cargos, que él niega.
Los republicanos acusan a los demócratas de intentar retrasar la votación hasta después de las elecciones de mitad de período, que se celebran el próximo 6 de noviembre, con la esperanza de ganar el control del Congreso y frustrar el nombramiento del juez Kavanaugh.
Los demócratas dicen que no deberían apresurarse a votar y que el FBI debería tener más tiempo para investigar todas las acusaciones contra el candidato. El presidente ha dicho que quiere que la investigación acabe esta semana.
¿Qué dijo el presidente Trump?
En sus comentarios del martes, Trump no nombró a Christine Blasey Ford, la mujer que acusa a Kavanaugh de abuso sexual, aunque pareció referirse al testimonio que la profesora ofreció ante el Comité Judicial del Senado de EE.UU. el pasado jueves.
“Es difícil ser una persona ejemplar durante 35 años y que alguien venga y te diga ‘hiciste esto o lo otro’, y hablan de tres testigos y los tres testigos no corroboran los hechos”, dijo el mandatario.
“Toda mi vida he escuchado ‘eres inocente hasta que se demuestre lo contrario’, pero ahora eres culpable hasta que se demuestre que eres inocente. Esa es una norma muy, muy complicada”, agregó.
“Es un momento muy aterrador para los (hombres) jóvenes en EE.UU., ya que puedes ser culpable de algo de lo que tal vez no seas culpable”.
El presidente dijo varias veces que está esperando los resultados de la investigación del FBI y que no quiere “interrumpir” nada.
Poco después, en un acto en Misisipi, Trump se refirió en tono burlón como si imitara a Ford durante su comparecencia ante el Senado.
“¿Cómo llegó a su casa? No me acuerdo. ¿Dónde está el lugar? No me acuerdo. ¿Cuántos años hace? No lo sé…”, dijo el presidente mientras sus seguidores aplaudían con entusiasmo.
“Y la vida de un hombre está hecha pedazos”, continuó el presidente en referencia al juez Kavanaugh.
¿De qué acusan al juez Kavanaugh?
El juez Kavanaugh niega las acusaciones realizadas por tres mujeres:
- La profesora de psicología Christine Blasey Ford, la primera mujer en acusarlo, dice que Kavanaugh la retuvo en una cama, le tapó la boca y trató de quitarle la ropa durante una fiesta en una casa en 1982, cuando tenía 15 años y él, 17.
- Deborah Ramírez, una estudiante de la Universidad de Yale en la misma época que Kavanaugh, dice que le mostró sus genitales en una fiesta universitaria y los frotó en su cara.
- Julie Swetnick dice que asistió a fiestas en las que también estuvo Kavanaugh, a principios de la década de 1980, y que él y sus amigos habían intentado “adulterar” las bebidas de las mujeres.
El tribunal de la opinión pública
Análisis de Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC para Norteamérica
El presidente ha salido en defensa de los hombres jóvenes (presumiblemente blancos, presumiblemente privilegiados), inocentes o culpables, que de repente ven cómo su reputación y su medio de vida están amenazados un año después de la irrupción del movimiento #MeToo (#YoTambién).
En una nación en la que jóvenes negros son encarcelados en una proporción cinco veces mayor que sus equivalentes blancos, el concepto de “inocente hasta que se demuestre lo contrario” en procesos criminales puede sonar vacío. Para el resto del país, no obstante, en particular los ricos y con buenas conexiones, ha sido central para el concepto estadounidense de la justicia y el debido proceso.
Esas garantías parecen una protección muy leve en un momento en que son el tribunal de la opinión pública, el tribunal de los medios de comunicación y el tribunal de la cultura estadounidense en general los que están aportando sus veredictos.
Los críticos del juez Kavanaugh han señalado rápidamente que su proceso de nominación se compara más a una entrevista de trabajo, en la que lo peor que puede pasar es que no reciba un ascenso al tribunal más poderoso del país.
Pero ¿es solo un ascenso lo que está en juego?
Los defensores de Kavanaugh responden que las acusaciones contra él lo pueden convertir en un paria social y profesional. Estudiantes y profesores de su alma mater, la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale, han renegado de él y se le ha terminado su trabajo como profesor en la Escuela de Derecho de Harvard. Si la nominación fracasa, puede que todavía sea juez pero siempre será “el juez acusado de violación”.
Quizá el tribunal de la opinión pública no envíe gente a prisión, pero -como acota el presidente- sus veredictos muerden.
Influencia del movimiento #MeToo
Los comentarios del presidente se producen al tiempo que se cumple un año del surgimiento del movimiento #MeToo (#YoTambién) por el que miles de mujeres en todo el mundo han denunciado situaciones de acoso, abuso y agresión sexual.
En este contexto, las denuncias por agresión sexual han aumentado en distintos sectores; los centros de atención a víctimas de violación también han percibido una subida de las llamadas a las líneas de ayuda, pero las cifras oficiales todavía muestran que el número de agresiones sin denunciar es mucho más elevado que las denuncias.
El clamor público en torno a la audiencia de la semana pasada pone de manifiesto el impacto que la campaña viral contra los delitos sexuales ha jugado en la confirmación de Kavanaugh.
Un estudio de la Universidad Quinnipiac, realizado entre los días 27 y 30 de septiembre, halló que el 48% de los estadounidenses se oponen al juez Kavanaugh y el 42% lo apoyan.
El mismo sondeo también destacó diferencias por género: el 47% de los hombres encuestados creyó al juez mientras que el 55% de las mujeres encuestadas creyó a la profesora Ford.
¿Qué puede pasar en la votación?
La estrecha mayoría del Partido Republicano en el Senado (51-49) significa que si todos los senadores Demócratas votan contra el nominado, los Republicanos solo se pueden permitir una deserción.
En ese caso, el vicepresidente Mike Pence tiene el voto decisivo, que será a favor de Kavanaugh.
La investigación del FBI se puso en marcha tras la petición de los senadores Republicanos Jeff Flake, Susan Collins y Lisa Murkowski.
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