Si te tragas un LEGO, ¿cuánto tiempo tardará en aparecer en tus heces fecales?
Es una investigación científica, aunque no lo creas
Tres hombres y tres mujeres se prestaron para una curiosa investigación científica que, sin embargo, puede dar tranquilidad a muchos padres angustiados.
Los seis adultos, sin antecedentes de problemas gastrointestinales serios y sin problema para revisar sus heces fecales durante algunos días, se prestaron para tragarse una cabeza de LEGO y buscar minuciosamente en sus desechos. Todo para responder a la interrogante de cuánto tiempo tardará en aparecer entre las heces fecales una pieza del popular juego para armar en caso de tragarla.
Aunque lo parezca, esta investigación publicada en el Journal of Pediatrics and Child Health no es ociosa, y cualquier padre con niños pequeños lo sabe. Especialmente antes de los 3 años, los pequeños son aficionados a llevarse todo a la boca y, muy probablemente, a tragarlo. Botones, monedas, imanes, baterías, tornillos y piezas pequeñas de juguetes como los LEGO, forman parte del catálogo de riesgos para los niños.
Por ello, los pediatras del blog Don’t Forget the Bubbles decidieron realizar este estudio con uno de los juguetes más populares entre los pequeños: las piezas de LEGO. Los adultos que se prestaron de conejillos de indias buscaron minuciosamente en su materia fecal luego de tragarse las cabezas de LEGO hasta encontrar el momento en que la pieza reapareciera por ahí.
Registraron con detalle sus movimientos intestinales, las veces que defecaron, la consistencia, todo para detectar cualquier anomalía en sus desechos que pudo derivarse de haberse tragado la pequeña pieza de plástico.
Para tranquilidad de los médicos, que reconocen que tragar objetos es una de las emergencias pediátricas más frecuentes en los hospitales, cinco de los seis sujetos recuperaron el LEGO entre uno y tres días después; entre 1.14 y 3.04 días para ser exactos. El sexto sujeto no vio nunca su pieza emerger entre las heces, a pesar de que buscó durante dos semanas más.
No es la primera vez que se realiza un estudio de esta naturaleza. Estudios previos han experimentado con monedas para observar que éstas tardan entre tres y seis días en pasar a través del tracto digestivo sin causar daño.
Los investigadores concluyen que una pieza plástica de juguete pasa sin problema a través del intestino adulto, por lo que es probable que en los pequeños ocurra lo mismo, aunque los tiempos pueden variar según la forma y el tamaño de la pieza. Y a pesar de que este incidente parece inofensivo para el sistema digestivo, lo mejor es evitar que los niños tengan a la mano objetos pequeños que se puedan tragar.