Kevin Hart renuncia a presentar de los Óscar por la polémica de sus mensajes homófobos
El actor y humorista le ha pedido disculpas a la comunidad LGBTQ
Kevin Hart Crédito: Getty Images
Solo unos días después de expresar públicamente su gratitud y entusiasmo tras haber sido elegido para presentar la próxima edición de los premios Óscar, el actor y humorista Kevin Hart ha anunciado este viernes que renuncia a ejercer de maestro de ceremonias en la gran fiesta del cine hollywoodiense como consecuencia del agrio debate que se ha originado en torno a su figura y, de forma más concreta, por los tuits y chistes de tintes homófobos que ha realizado en el pasado.
“He tomado la decisión de renunciar a presentar los Óscar de este año… Esto se debe a que no quiero ser una distracción en una noche que debería ser motivo de celebración por parte de numerosos artistas de gran talento. Me disculpo con sinceridad ante la comunidad LGBTQ por mis palabras desconsideradas del pasado”, ha escrito en su perfil de Twitter.
Desde que revelara esta semana que la Academia le había ofrecido “la oportunidad de toda una vida” al contar con él para conducir el evento más importante de la próxima temporada de premios, el artista habría estado borrando de sus redes sociales aquellos contenidos potencialmente controvertidos que pudieran enturbiar su trayectoria, pero no con la suficiente rapidez como para evitar que ciertos sectores de la prensa y de la comunidad virtual pudieran tirar de hemeroteca y armarse de munición para criticar abiertamente su fichaje.
“Siento de verdad haber herido a tanta gente… Sigo evolucionando y estoy dispuesto a seguir haciéndolo. Mi objetivo siempre ha sido el de unir a las personas, no separarlas. Quiero mandar todo mi amor y reconocimiento a la Academia. Espero que podamos encontrarnos en el futuro“, ha añadido en la misma publicación, compartida escasas horas antes de que, a través de Instagram, colgara un vídeo en el que curiosamente arremetía contra sus detractores por juzgar con los ojos del presente unas bromas que, a su juicio, eran fruto de su inmadurez y de una época ya superada en la que no era tan consciente de las sensibilidades ajenas.
