Reyes Magos mantienen viva la tradición en El Barrio neoyorquino
Realizan el desfile que reunió a más de 5,000 personas, incluyendo estudiantes de varias escuelas del sector y líderes políticos
Cuando Melchor, Gaspar y Baltasar encontraron al Niño Jesús en un portal de Belén, lo adoraron y le obsequiaron oro, incienso y mirra. Este viernes, muy lejos de Belén, en la esquina de la calle 106 y la Avenida Park, en El Barrio, en medio de una mañana fría de invierno, los tres personajes bíblicos se reunieron nuevamente. Esta vez, obsequian tradición, hispanidad y sobre todo esperanza.
Su misión no es fácil, pero tampoco se quejan. Arropados por el amor y la familiaridad de los residentes de esta zona de Manhattan, en su mayoría hispanos, realizaron un desfile derrochador, en el que la música de tambores, el vaivén de los títeres y el colorido de los disfraces explotaba en cada esquina.
El desfile volvió al corazón de East Harlem luego que la edición 41 fuera cancelada el año pasado debido a una fuerte tormenta de nieve que afectó a la Gran Manzana, y antes las gélidas temperaturas se decidió que los niños no participaran de un evento que se realiza al aire libre.
“Estamos aquí para perpetuar nuestra tradición”, dijo Jesús “Papoleto” Meléndez, un poeta y autor que, durante la versión 42 del Desfile Anual del Día de los Reyes Magos, una celebración organizada por El Museo del Barrio, continúa recibiendo uno de los honores más altos, el de Rey Emérito.
Aunque el Rey “Papoleto” no viene en camello, sino en bicicleta, su conexión con la comunidad es indudable. Él es considerado uno de los fundadores del movimiento “Nuyorican”, una corriente cultural e intelectual que incluye a poetas, escritores, músicos y artistas que son puertorriqueños o de ascendencia puertorriqueña y que nació en barrios como Loisaida, East Harlem, Williamsburg y el sur de El Bronx desde fines de los años sesenta y principios de los setenta como medio para validar la experiencia puertorriqueña en los Estados Unidos.
“Esta celebración se ha convertido en la mejor manera de celebrar lo que somos y nuestra identidad, sobre todo en un momento tan clave por el que atravesamos a nivel político”, recalcó el artista, quien compartió honores con los homenajeados Hiram Maristany, artista y fotógrafo involucrado en el movimiento artístico puertorriqueño; Jorge Ramos, ex presentador de noticias Telemundo 47 y la doctora Betty A. Rosa, canciller de la junta de regentes del distrito judicial 12 en El Bronx.
Y es que para muchos, la celebración del Día de los Reyes Magos en la Gran Manzana es un grito de independencia que anualmente retumba en la política local, estatal y hasta nacional. Los rostros hispanos que líderan muchos espacios de la vida neoyorquina se dan cita a lo largo de la caminata que recorre un tramo comprendido entre la calle 106, y la calle 115 y la avenida Park.
Sin duda, uno de esos rostros es el de la ex presidenta del Concejo Municipal y candidata a defensora del pueblo, Melissa Mark-Viverito, una residente de la zona que, anualmente se dedica a caminar junto a las familias hispanas que hacen del desfile uno de los más importantes para la comunidad latina de Nueva York.
“Es una reafirmación de nuestra cultura, nuestra identidad, nuestras tradiciones”, apuntó la líder puertorriqueña, mientras saludaba y se tomaba fotos con los asistentes. “Yo vivo en este barrio y estoy muy orgullosa de que tenemos esta celebración en la que, ahora más que nunca, con los ataques de esta administración [presidente Trump], podemos demostrarles que estamos unidos como comunidad“.
El alcalde Bill de Blasio se unió al recorrido, en el que también se destacó la presencia del congresista José Serrano, el presidente de El Bronx Ruben Díaz Jr., la concejal Diana Ayala, y el concejal y candidato a defensor del pueblo, Rafael Espinal.
¡Viva la tradición!
Cada vez que Rosario Cabrera quería ser parte del Desfile del Día de los Reyes Magos en El Barrio, tenía que trabajar, sin embargo, este año se levantó muy temprano, alistó a su hijo de cinco años con varias capas de ropa, guantes, gorro y bufanda, se bebió un café y tomó el tren 6 desde su casa en El Bronx hasta la estación de la calle 103.
“Quiero que mi hijo sepa de esta tradición de los Reyes Magos”, apuntó Cabrera, una mujer de 45 años que lleva 20 navidades celebradas en suelo neoyorquino. “Tengo otras dos hijas y a ellas siempre les he hablado y explicado sobre este día, pero es la primera vez que logro venir y la estamos pasando muy bien”.
Junto a ella, su pequeño hijo, maravillado por los disfraces y la música, se acerca a una de las artistas que, en medio de un show de Bomba y Plena, ritmos tradicionales de percusión puertorriqueños, lo abraza y le desea un “hermoso día de los Reyes Magos”.