Presos narran pesadilla que vivieron en cárcel federal de Brooklyn
En una audiencia judicial cuentan que “no había luz, ni agua caliente… y la temperatura estaba en 30 o 40 grados”
Casi 40 horas después de que regresara la luz al Metropolian Detention Center de Brooklyn, tras una semana sin electricidad, sin calefacción, sin comunicación de los 1,654 presos que hay allí con el mundo exterior, sin agua caliente y sin acceso a servicios médicos, reclusos de ese penal federal, empleados y líderes políticos narraron este martes durante una audiencia judicial, “la pesadilla” que se vivió bajo semejantes condiciones.
La jueza de la corte federal de Manhattan, Analisa Torres, realizó la audiencia para escuchar de primera voz los testimonios de quienes padecieron la falta de servicios básicos, considerada por diferentes sectores y líderes de la Gran Manzana como una “inaceptable crisis humanitaria”.
“El Buró de Prisiones y la defensa ofrecieron información contradictoria sobre las condiciones en el Metropolitan Detention Center, incluyendo si hay calefacción adecuada y agua caliente, por lo que pedí a las partes involucradas comparecer”, comentó la magistrada, durante la audiencia que se prolongó por varias horas.
Miguel Cruz, quien estuvo detenido en el penal entre el 17 de enero y el pasado miércoles, aseguró que desde el 27 de enero, cuando los servicios dejaron de funcionar vivió una experiencia terrible.
“Cuando se fue la luz, nos encerraron. Hacía mucho frío en la celda. No había nada de calefacción. Me puse el overol. Me traté de cubrir con la sábana, pero era tanto el frío, que no podía ni dormir. Las paredes estaban frías”, comentó el hispano, agregando que en esos días no recibió comida caliente y que le daban solamente bananas, pasteles y sándwiches de mortadela.
Murray Donald, quien está recluido desde enero del 2017 en esa cárcel, en la que los internos son mayormente hispanos y negros, aseguró que las condiciones a las que fue sometido junto a los otros 1,654 presos que hay allí, le afectaron hasta su estabilidad mental.
“La luz se fue, la calefacción también. Nos encerraron por días y todo fue solo oscuridad. Estuve muy nervioso sin saber muy bien lo que pasaba. No me bañé desde ese domingo sino hasta ayer lunes. No había luz, ni agua caliente, así de claro… y la temperatura estaba en 30 o 40 grados. Pedí tratamiento mental y no me lo dieron”, comentó el recluso en su testimonio, destacando que a diferencia de los internos, el personal del penal estaba más protegido para enfrentar las bajas temperaturas. “No teníamos nada para abrigarnos. Ellos sí tenían gorros, chaquetas, capotas y bufandas”.
Una de las asesoras de casos del penal corroboró los testimonios y aseguró no solo que los empleados del penal estaban mejor abrigados sino que incluso dijo que algunos recurrieron a calentadores.
El concejal Jumaane Williams, quien visitó las instalaciones del penal luego de la emergencia, también compareció ante el tribunal y criticó la falta de acción de las autoridades penitenciarias, incluso para suministrar a los reclusos la ayuda ofrecida por la Ciudad.
“Hubo gente encerrada por más de 40 horas, sin bañarse. Vimos gente que necesitaba servicio médico y siquiátrico (…) y había sábanas y elementos extra para ayudar, que ofrecimos, pero ellos no lo entregaron”, dijo el candidato a la Defensoría del Pueblo. “Vimos también que no había un plan de emergencia por parte de ellos ni tampoco un plan de querer crear un plan, ni tampoco para comunicarle a las familias lo que estaba pasando”.