Trump recibió a la esposa de Guaidó en la Casa Blanca, cerrando sequía diplomática de más de 20 años

"Rusia tiene que salir" de Venezuela, afirmó el mandatario junto a Fabiana Rosales

Fabiana Rosales y Trump  en el Despacho Oval

Fabiana Rosales y Trump en el Despacho Oval  Crédito: EFE/ Michael Reynolds

“Rusia tiene que salir” de Venezuela, dijo el mandatario Donald Trump a periodistas en la Oficina Oval, donde se reunió esta mañana con Fabiana Rosales, esposa de Juan Guaidó, en referencia a dos aviones con tropas militares procedentes de Moscú que aterrizaron en Caracas el sábado, llevando a una reacción por parte del Congreso de EEUU.

Cuando se le preguntó cómo haría para que las fuerzas rusas se retiraran, Trump respondió: “Ya veremos. Todas las opciones están abiertas”, frase que ya ha usado varias veces para sugerir una posible intervención estadounidense en Venezuela.

“No depende de Estados Unidos decidir las acciones y el destino de otros países. Sólo depende del pueblo de Venezuela y su único presidente legítimo, Nicolás Maduro”, respondió vía Twitter el embajador ruso en la ONU, Dmitry Polyanskiy.

Al menos desde el segundo gobierno de Rafael Caldera (1993-1998), ningún presidente ni primera dama de Venezuela había sido recibido en la Casa Blanca. La sequía terminó esta mañana, cuando Rosales se reunió con Trump y el vicepresidente Mike Pence.

En medio de la crisis política que se vive en la nación petrolera suramericana, EEUU reconoce al líder parlamentario Guaidó como presidente (e) de Venezuela, quien en enero desconoció la autoridad de Nicolás Maduro, citando la Constitución y alegando fraude electoral en 2018.

Rosales llegó a Washington procedente de Nueva York, en el marco de una gira que empezó la semana pasada en Chile, Perú y Colombia, recibida por los presidente de esas naciones.

Originalmente se dijo que hoy conversaría sólo por Pence y mañana con Melania Trump en Florida, pero Trump también participó en el encuentro en la capital. 

La reunión coincidió con un nuevo apagón eléctrico y violencia política contra la oposición en Venezuela, arreciando la crisis humanitaria e institucional, en medio de sanciones internacionales, la inflación más alta del mundo y una merma dramática en la producción petrolera.

Sobre los ataques ayer a la Asamblea Nacional donde se encontraba Guaidó, el Secretario de Estado Mike Pompeo envió un comunicado de rechazo. “Estados Unidos condena los ataques a la caravana del presidente interino Juan Guaidó y el hostigamiento de diputados de la Asamblea Nacional y miembros de los medios de comunicación (…) por parte de las pandillas armadas y sin ley de Nicolás Maduro, conocidas como ’colectivos’”.

“Estos actos de intimidación no lograrán retrasar lo inevitable: la restauración pacífica de la democracia, la estabilidad y la prosperidad del pueblo de Venezuela”, agregó.

“Temo por la vida de mi esposo, dijo Rosales en la Casa Blanca, citada por Reuters. Su agenda de hoy en Washington DC incluye además una visita al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la primera institución financiera global que ha validado la autoridad de Guaidó.

Guaidó es también reconocido como presidente por Canadá, Japón, Australia, Israel y la mayoría de las naciones americanas y europeas.

En tanto, Maduro es respaldado por Rusia, China, Irán, Cuba, México, Bolivia, Nicaragua, Corea del Norte, Italia, Uruguay, Turquía y la organización terrorista Hezbolá.

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