El Green New Deal de Alexandria Ocasio-Cortez: cómo es este ambicioso plan contra el cambio climático
Un congresista republicano llegó a decir que es "equivalente a un genocidio". Para la representante del Partido Demócrata, es una cuestión de vida o muerte
“¡La gente se está muriendo! ¡Están muriendo!”.
La congresista más joven de Estados Unidos, la demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, realizó esta semana una apasionada defensa del Green New Deal (Nuevo Acuerdo Verde), una propuesta elaborada por ella y el senador demócrata Ed Markey para combatir el cambio climático al tiempo que promueve medidas para reducir la desigualdad económica en Estados Unidos.
La intervención de Ocasio-Cortez se produjo como reacción a las críticas del senador republicano Sean Duffy, que calificó la propuesta de “hipocresía elitista” durante una sesión en el Senado el pasado martes en la que el documento fue ampliamente rechazado en una votación que los demócratas calificaron de “montaje político”.
“¿Le quieren decir a la gente que su preocupación, su deseo de tener agua y aire limpios es elitista? Díganselo a los niños del Bronx que sufren de las tasas más altas de asma infantil en el país“, expuso Ocasio-Cortez indignada.
“Díganselo a las familias de Flint (Michigan) cuyos hijos tienen crecientes niveles de plomo en la sangre y daños cerebrales para el resto de sus vidas”.
A pesar del bloqueo del acuerdo en el Senado, la vehemencia de Ocasio-Cortez ha tenido amplia repercusión mediática y ha cruzado fronteras.
Críticas de los republicanos
“Manifiesto socialista”, “fantasía socialista” o, incluso, un plan “equivalente a un genocidio”: el Nuevo Acuerdo Verde (NAV) ha recibido todo tipo de calificativos, en especial de parte de políticos republicanos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue uno de los primeros en ironizar sobre el plan cuando fue presentado formalmente en febrero:
I think it is very important for the Democrats to press forward with their Green New Deal. It would be great for the so-called “Carbon Footprint” to permanently eliminate all Planes, Cars, Cows, Oil, Gas & the Military – even if no other country would do the same. Brilliant!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 9, 2019
“Creo que es muy importante para los demócratas que hagan presión por su Nuevo Acuerdo Verde. Sería fantástico para la llamada ‘huella de carbono’ eliminar permanentemente todos los Aviones, Autos, Vacas, Petróleo, Gasolina y el Ejército, incluso aunque ningún otro país haga lo mismo. ¡Brillante!“, escribió Trump en Twitter.
¿En qué consiste la propuesta?
Cambio climático y justicia social
El NAV llama a poner en marcha “una nueva movilización nacional social, industrial y económica en una escala sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial y el New Deal“.
El New Deal al que alude fue un conjunto de programas y proyectos puestos en marcha en los años 30 en EE.UU. por el presidente Franklin D. Roosevelt para superar los estragos económicos causados por la Gran Depresión.
Aunque el NAV hace hincapié en el combate al cambio climático, también propone una transformación del sistema económico “para lograr mayor justicia social, económica y racial en Estados Unidos”.
El plan parte de las recientes advertencias de los científicos sobre el impacto que tendrá sobre la Tierra el aumento de la temperatura en dos grados centígrados este siglo, por encima de niveles preindustriales.
El cambio climático, dicen algunos expertos, le puede costar a Estados Unidos unos US$500.000 millones al año en pérdidas de producción.
El NAV asocia estas amenazas con asuntos más amplios como la limpieza del agua, una alimentación saludable, una atención sanitaria adecuada y la educación que, según los proponentes, “son inaccesibles a una proporción significativa de la población de Estados Unidos”.
Para abordar estos desafíos, el documento propone una serie de pasos radicales.
El que ha llegado a más titulares en la prensa es la descarbonización dela economía de EE.UU. (esto es, el proceso de transformar una economía intensiva en carbono en otra baja en carbono) en 10 años.
Matt McGrath, corresponsal de la BBC sobre Medio Ambiente, señala que esto es extremadamente difícil de lograr si no se acompaña de grandes avances tecnológicos.
“Algunas de las pequeñas naciones insulares o países como Costa Rica pueden descarbonizarse totalmente con más rapidez”, dice McGrath.
“Pero Estados Unidos tendrá problemas para acercarse al cero si no emprende grandes proyectos de plantación de árboles o sin el uso de tecnologías avanzadas para capturar el CO2”.
El NAV también demanda que todos los edificios existentes y los nuevos sean mejorados para alcanzar la máxima eficiencia energética y que se revise el sistema de transporte para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Demasiado ambicioso?
En general, el programa se ha calificado como muy ambicioso. Algunas voces advierten que no es un plan práctico para abordar el cambio climático.
“Simplemente no veo cómo podemos llegar a las cero emisiones en un plazo de 10 años”, le dijo a la emisora pública NPR el exsecretario de Energía de EE.UU. Ernest Moniz.
“No es práctico. Y si empezamos a establecer objetivos no prácticos, podemos perder muchos electores que son clave para buscar una solución real para reducir el carbono en el menor tiempo posible”.
Más allá de las críticas a la viabilidad del plan, se ha abierto un intenso debate político.
Los republicanos han sido cáusticos en su rechazo.
El congresista republicano Rob Bishop, de Utah, fue más lejos que nadie en la crítica: “Para muchas personas que viven en el oeste, pero también para los que viven en zonas urbanas y rurales, las ideas tras el Nuevo Acuerdo Verde son equivalentes a un genocidio“, declaró en una rueda de prensa el pasado 14 de marzo.
Bishop es el miembro de mayor jerarquía en el Comité de Recursos Naturales de la Cámara. El congresista añadió: “Quizá sea una exageración, pero no por mucho”.
¿Demasiado pronto?
Algunos analistas piensan que, ahora mismo, el Nuevo Acuerdo Verde simplemente exacerba la brecha entre republicanos y demócratas sobre el cambio climático y le permite al presidente hacer todo tipo de comentarios sin fundamento sobre este asunto.
Sin embargo, “sería un error ver el plan como un sueño utópico diseñado para molestar a los republicanos”, opina el corresponsal de Medio Ambiente de la BBC.
Los sondeos de opinión en Estados Unidos sugieren que el nivel de preocupación sobre asuntos de cambio climático nunca ha sido tan alto.
“Pese al desprecio presidencial y republicano, el NAV ha generado un debate serio que, con el tiempo, puede facilitar que se elabore una legislación sobre cambio climático con un respaldo más amplio”, escribe el periodista McGrath.
También hay un creciente movimiento global para salvar el planeta liderado por los jóvenes, para quienes el Nuevo Acuerdo Verde es exactamente el tipo de acción que se necesita urgentemente.
Muchos científicos opinan lo mismo.
“Esto es un ejercicio que sirve para poner un tema en la agenda”, le dijo a la BBC Sarah Ladislaw del Centre for Strategic and International Studies con sede en Washington DC.
“Básicamente reconoce dos problemas fundamentales: la desigualdad e inseguridad económica y el cambio climático. Hay muchas maneras de abordar esos temas que abarcan todo el espectro ideológico. Ojalá lo siguiente sea un debate sobre cómo combinar los distintos enfoques”, añadió la experta.
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