Madre ecuatoriana reta estereotipos al trabajar como obrera de construcción en Nueva York
Emigró por amor y con ganas de progresar en la vida, pese a los tropiezos y acosos
Viuda, madre, inmigrante y obrera de la construcción: cuatro roles que hacen de Olivia Soto un personaje, mucho más fuerte que su aparente diminuto cuerpo.
En 2013 emigró desde Santo Domingo de los Tsáchilas, en Ecuador, con la esperanza de una vida mejor, buscar empleo y de conocer a Juan, el hombre de quien se enamoró por Facebook.
Al entrar a Estados Unidos por Texas, fue atrapada por las autoridades migratorias y Juan estuvo siempre pendiente. “No había un día que no me llamara”, contó Soto a NY1 Noticias desde la construcción donde trabaja.
También fue Juan, su futuro esposo, quien la motivó a trabajar en la construcción. “No fue fácil, pasé semanas con dolor del cuerpo, me dolía todo”, agregó.
Hoy es viuda, pues Juan murió en un accidente de construcción en 2017. Sola, saca todos los días fuerzas para continuar trabajando por sus tres hijos y cumplir el sueño de tener una empresa en su país.
A sus 39 años, limpia en la obra, alza escombros, sube y baja escaleras sin quejarse. “A veces hago más fuerza que un hombre, con mi pequeño cuerpo como mujer. Yo me siento capaz de eso. Y a veces me dicen ’no, no lo hagas’. Si yo puedo hacerlo, lo hago”.
Dice que en los últimos 5 años, la industria de la construcción ha estado cada vez más abierta a contratar mujeres, sin embargo, hay ciertos problemas que persisten como el acoso y el rechazo.
Pero nada la detiene. Lo que “Me entusiasma, me da esa energía día a día son mis hijos, mi madre, estar bien aquí porque sin trabajo en este país no se hace nada. No es el cuerpo de uno, es la mentalidad de la persona”, concluyó.
No es el cuerpo de uno, es la mentalidad de la persona, de mujer. Entonces que le echen ganas que todos podemos hacer: #OliviaSoto, #nmigrante #trabajadora de la #construcción. https://t.co/p20f7umDVk
— NY1 Noticias (@NY1noticias) April 12, 2019