Los peluqueros más caros de Nueva York se declaran la guerra entre celos por sus empleados
"La gente debería poder trabajar para quien quiera", responden los afectados
Algunos de los más elitescos salones de belleza de Manhattan se están aplicando las tijeras entre sí, entre celos para conservar a sus empleados.
El estilista francés Frédéric Fekkai envió una carta a su rival irlandés John Barrett y a otros salones de lujo, afirmando que han saqueado a su personal.
En la carta a Barrett lo acusó de “interferencia continua en las relaciones laborales entre Fekkai y sus empleados”. Alega que ha contratado a tres ex trabajadores suyos “en violación de sus acuerdos de pacto restrictivo” o exclusividad.
Fekkai envió cartas similares al Salon AKS, el spa Julien Farel, Suite Reyad, Glamsquad, Maison D’Alexandre, L’Appartement y el Salón Paulo Lanfredi.
Pero sus rivales dicen que el acusador francés de 61 años debería simplemente callarse. “Fekkai fue una vez un líder de la industria que ahora está (…) de muerte”, dijo un informante a Page Six de New York Post, “y parece triste que sus ex empleados tengan que sufrir por eso”.
Personalmente Fekkai cobra $750 dólares por una cita, mientras que los cortes comienzan en $145 si lo hacen otros estilistas en sus salones. Además exige que sus ex empleados no trabajen a menos de 2 millas de algún salón de Fekkai en la ciudad de Nueva York, busquen a sus clientes ni recluten a antiguos colegas.
Mientras tanto, sus rivales se sacuden y contraatacan. “Basándose en el hecho de que esto no es Corea del Norte”, dijo una fuente, “creemos que la gente debería poder trabajar para quien quiera”.
New York Post informó en octubre que unos 60 empleados de Fekkai serían despedidos cuando cerrara su salón insignia en la tienda Henri Bendel, que sería clausurada, como sucedió en enero.
Fekkai ha abierto desde entonces un “pop-up temporal” en Madison Avenue. Sus representantes no devolvieron las solicitudes de comentarios de Page Six.
