Lo que espera a El Salvador con Nayib Bukele, el hombre de 37 años que gobernará desde junio

Dice que no es derecha ni de izquierda, se la pasa en redes sociales y presume de conducir bien un Ferrari

Un presidente para las nuevas generaciones.

Es la mejor manera de definir a Nayib Bukele, el hombre que asumirá la presidencia de El Salvador desde el 1 de junio. A sus 37 años será uno de los mandatarios más jóvenes de América Latina y, por su estilo, deja claro que está sintonizado con los ciudadanos más jóvenes.

Tan “tuitero” como Trump

Uno de los rasgos que definirán la presidencia de Bukele será sus publicaciones en redes sociales. El ex alcalde de San Salvador es tan prolífico como el estadounidense Donald Trump, pero conoce más el lenguaje de los ‘millennials’ que ocupan gran parte de su tiempo en redes sociales.

Vale la pena recordar que Bukele se concentró en las redes durante la campaña. Hizo pocos discursos en plazas públicas, pero fue constante en Facebook Live. Desde allí presentó su plataforma y atacó a los rivales de los partidos tradicionales de la nación centroamericana. Se impuso con tranquilidad en las elecciones.

Se espera que como presidente siga esa línea, tal y como lo han hecho Trump y el brasileño Jair Bolsonaro.

Siempre a la ofensiva y presumido

Otro rasgo que caracterizará su presidencia es que siempre hablara de sus antagonistas, especialmente los miembros de los partidos que ya han estado en el poder en El Salvador. Bukele dice que no es de ni de izquierda ni de derecha, algo que cae bien dentro de su base electoral cansado de los discursos de siempre.

Desde que fue elegido presidente no ha perdido oportunidad de enviar indirectas a sus opositores, especialmente a Mauricio Funes, el expresidente exiliado en Nicaragua. Hace poco publicó un video en el que presumió de su habilidad para conducir un Ferrari, en clara referencia al supuesto choque Funes tuvo abordo de uno de estos autos.

Los otros antagonistas que ha elegido son los presidentes de los países vecinos. No le ha temblado el pulso para decir que El Salvador “no será otra Nicaragua” ni para burlarse del presidente hondureño Juan Orlando Hernández.

“Parece que la narco dictadura de Honduras teme por la erosión de su apoyo en Estados Unidos. Hace bien. Pues tener un hermano preso por narcotráfico no le ayudará en sus pretensiones políticas a futuro”, escribió Bukele en Twitter.

Presencia de mujeres

En cuando a las personas que lo acompañarán en la presidencia llama la atención que nombró a varias mujeres en ministerios importantes. Alexandra Hill será la encargada de Relaciones Exteriores, Sue Callejas estará al frente de Cultura, mientras que la exguerrillera María Chichilco comandará el ministerio de Desarrollo. Michelle Sol, vieja aliada política, estará en el ministerio de Vivienda.

Se estima que son los primeros de muchos nombramientos de mujeres en los altos cargos del gobierno.

Aliado de Estados Unidos, pero ¿amigo de Trump?

Bukele ha dejado claro que su gobierno buscará ser aliado de Estados Unidos por encima de todo.

Es un gran aliado desde hace mucho tiempo“, dijo en una reciente visita a Washington. El presidente electo cree en el diálogo entre las dos naciones para remediar los problemas migratorios.

“Tenemos la misma preocupación por motivos distintos”, dijo. “La inmigración es un síntoma de nuestras enfermedades, violencia, falta de crecimiento económico, de inversión”.

Para Bukele parte de la solución es la generación de empleo.

“Si creamos un puesto de trabajo, son cuatro o cinco personas menos en la frontera”, apuntó Bukele, quien subrayó que su objetivo es crear “medio millón” de puestos de trabajo en los cinco años de mandato.

Bukele ha dejado claro que se reunirá con Trump lo que sea necesario.

La lucha contra la MS-13

Reducir la violencia de las pandillas es la solicitud principal de la ciudadanía. Bukele ha propuesto tres medidas para acabar con organizaciones como la MS-13.

La primera es evitar el reclutamiento de menores entre 12 y 13 años. El joven político asegura que quiere llegar a los chicos con educación, arte y deporte.

La siguiente medida es dar herramientas tecnológicas a las autoridades para poder combatir a las organizaciones.

“En El Salvador, ni siquiera contamos con un laboratorio forense“, dijo en entrevista con The Heritage. “¿Cómo podríamos combatir a las pandillas si ni siquiera tenemos la tecnología ni el equipo necesarios para que nuestros hombres y mujeres de las fuerzas combatan a los pandilleros?”.

Bukele cree que el modelo que le funcionó como alcalde San Salvador puede aplicarse a escala nacional.

“iDseñamos un plan para el distrito histórico. Y convertimos al área más peligrosa del país en la zona más turística de todo El Salvador. Entonces, puede hacerse en pequeño. Puede hacerlo a escala mayor”, dijo en la misma entrevista.

La tercera medida es que las cárceles dejen de ser “universidades del delito“.

“Necesitamos reconstruir y reparar nuestro tejido social, para que nuestros niños y jóvenes no sientan la necesidad de involucrarse con una pandilla. Y, en el proceso, necesitamos reconfigurar nuestro sistema carcelario”, dijo.

En esta nota

El Salvador ms-13 Nayib Bukele

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