‘Foster’: la vida en hogares de crianza
Documental busca mostrar lo difícil que puede ser navegar en el sistema; el DCFS llama a la comunidad a darse una oportunidad para cuidar a los pequeños
Mary Montoya tenía apenas unos días de nacida cuando fue removida de la custodia de su madre, quien era adicta a las drogas. “Yo nací con cocaína en mi sistema”, contó y agregó que ella era una de 11 hermanitos.
De eso, han pasado 20 años y aunque la joven ha visto a su madre de manera esporádica —después de vivir con ella por dos años — cuenta que su niñez y juventud la pasó en hogares de crianza bajo la tutela del Departamento de Servicios de Niños y Familias (DCFS).
Montoya, de raíces mexicanas, recuerda que a los 6 años de edad le permitieron regresar con su madre, luego de que demostrara que podía hacerse cargo de sus hijos.
“Antes de eso nos permitían visitas con ella y pasábamos los fines de semana en su casa”, recordó la joven, quien confesó que a su corta edad se sintió muy emocionada de volver a tener un hogar.
No obstante, una vez que la vivienda se volvió permanente las cosas cambiaron por completo con su madre.
“Ella siempre me decía que no me quería, que era un accidente y que no era su hija… Yo no convivía con ellos dentro de la casa [madre y hermanos] mejor me quedaba afuera”, reconoció. “Yo no sabía lo que era vivir con una madre de verdad”.
Dos años después, Montoya regresó bajo la custodia del DCFS y aunque en varias ocasiones tuvo la oportunidad de ser adoptada ella se negaba a irse con otra familia.
“Yo tenía la esperanza de que mi papá iba a venir por mí”, indicó y contó que fue a los 8 años de edad que conoció a su padre biológico.
“Él se convirtió como en mi mejor amigo pero después volvió a desaparecer”, añadió la joven, quien solo lo vio en dos ocasiones.
Adaptarse a una nueva realidad
En total, Montoya dijo haber vivido en 19 hogares de crianza y aunque atravesó momentos difíciles, dice que no cambiaría su vida.
“Siempre pienso en eso pero creo que no regresaría el tiempo. Eso me ayudó a estar donde estoy… Voy a la [universidad], trabajo y hago actuación. En septiembre me voy a Hawaii para ir a la escuela por dos semestres”, contó la joven, quien trabaja en el ambiente de producción de películas y cuida niños.
Dijo que sí tiene familiares por parte de su madre y su padre; sin embargo, nadie de la familia hizo el esfuerzo de hacerse cargo de ella.
“Yo creo que sí hubieran podido hacerse cargo de mí pero no quisieron”, reconoció e indicó que por ahora no mantiene contacto con sus parientes, ni con su padre.
El contacto con su madre es remoto.
“En año nuevo fui a su casa y platicamos mucho… Me rogó que la perdone. Platicamos bien pero no tenemos una relación. No hablamos, solo [fue] esa conversación y ya”, dijo Montoya, quien confesó aún estar en el proceso de aprender a perdonar.
Reconoce que antes tenía mucho rencor hacia su madre pero ahora que se ha involucrado en la religión cristiana, ha aprendido a perdonar.
Yo conocí a Dios y he aprendido a perdonar y aceptar las cosas por lo que son. No es de que uno puede decir ‘te perdono’ y el corazón perdona, se tiene que seguir diciendo ‘te perdono’, ‘te perdono’ cada vez que lo piense. Es un proceso”.
Documental con mensaje
Montoya es una de varias jóvenes que aparecen en el nuevo documental de HBO ‘Foster’, el cual narra la experiencia de los menores en hogares de crianza contada de fuentes de primera mano.
Juana Aguilar, portavoz del DCFS, indicó que la directora del filme Deborah Oppenheimer contactó a la entidad hace más de tres años para hablar sobre el proyecto, en el que esperaba contar qué tan complicado es el sistema de hogares de crianza.
“Ella [Oppenheimer ] quería [encontrar] ciertos casos para mostrar la dificultad cuando las familias se involucran en el sistema”, dijo Aguilar.
El DCFS aceptó la propuesta para poder demostrar a la comunidad cómo funciona el Departamento y compartir lo complicado que puede llegar a ser para una persona o familiar obtener la tutela de un menor, a manos de sus padres.
Aguilar recalcó que ser un padre de crianza no es algo fácil y aquellos que se involucran deben estar dispuestos a trabajar con los menores en muchos aspectos.
“Va a haber citas para el sicólogo, para ir al doctor y visitas con familiares. Entonces buscamos familias dispuestas a darlo todo por estos niños cuando salen de sus casas porque también necesitan cariño y amor. Aunque no estén con sus padres no quiere decir que no necesiten el cariño”, aseveró la portavoz del DCFS.
En cifras
Se estima que en el condado de Los Ángeles, el DCFS —la agencia pública de bienestar infantil más grande de la nación— sirve alrededor de dos millones de niños de los cuales el 59.1% es latino.
En 2018, el DCFS recibió 225,000 llamadas a la línea directa de protección infantil e investigó 137,000 remisiones alegando abuso infantil o negligencia.
En la actualidad hay cerca de 35,000 menores que reciben servicios de asistencia social cada mes, ya sea en casa con sus padres o retirados de sus progenitores y que residen con familiares o en hogares de crianza.
Aguilar dijo que es importante recalcar que los casos de los menores pueden llegar a ser muy fuertes.
“Al menor aunque lo saquen de la casa de sus padres siempre va a querer regresar porque no entienden [lo que sucede] y necesitan apoyo. Los adolescentes ya entienden un poco más” explicó Aguilar.
El documental también intenta crear conciencia acerca de la importancia de ser un padre de crianza.
La portavoz del DCFS dijo que la entidad está en búsqueda continua de padres de crianza y es importante saber que no necesitan ser dueños de casa, estar legalmente en el país o tener mucho dinero.
“Solo les pedimos que sí nos muestren su identificación para averiguar que no tienen un récord criminal”, dijo Aguilar. “Pero por ejemplo si un abuelo se quiere hacer cargo de su nieto y no tiene papeles no hay problema”.
El documental ‘Foster’ está disponible en HBO hasta el 11 de junio
Para saber más acerca del proceso de convertirse en un padre de crianza visite fosterlakids.org o llame al 888-811-1121.